Una... una sencilla carta de amor

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UNA...
UNA SENCILLA CARTA DE AMOR



Hola Corazón:

   Aquí estoy, vida mía, en la paz y soledad que la madrugada me da. Esta es única, especial, en realidad todas lo son, si te das cuenta ninguna es igual, cada una tiene su propio aroma, su vibrar particular, que va calando poco a poco en la misma piel del alma. Hemos tardado tanto, en encontrarnos, pero, a pesar de ello, siempre he creído que el destino no es azar, aunque se nos da la libertad de elegir, de incluso ir contra nuestro propio corazón. Somos dos almas errantes que se reconocieron, sin ellas saberse.
   Me siento un privilegiado al detener el tiempo frente a este papel que mis letras vuelven sentimiento, me siento yo mismo en todo momento. Aquí suavizas esta fría soledad, que invade mi espacio, mi vivir y mi tiempo, sintiendo tu tibio calor sin tenerte, sabiéndote cómoda, al leerme. Ha sido inolvidable sentirte, tal cual, compartiendo sensaciones, sintiendo ambos nuestros mensajes y palabras. Ver como se acoplan, eso es magia, la que nos envuelve cual tela de seda, brillante y suave, de un color azul como el cielo y brillante como luz plateada de luna, envolviéndonos, siendo los dos uno, y ese uno ha nacido hoy. Hasta ahora estaba embrionario, se veía, se sentía algo muy especial, cuidémoslo, con cariño y mimo, día a día, cada uno de nuestras vidas pues somos ambos y solo un destino.
   Asumiré tu todo, sin querer ser un cerco, ni pretender nada más que tu vida sea ese sueño continuo y despierto, que hasta a nuestros hijos les llegue la luz que tenemos pues si estamos bien en el interior, ellos lo perciben aunque no sepan la causa o el motivo, sienten ese brillo especial en nuestra mirada y eso también es darles felicidad. Eres una mujer increíble, me ha encantado tu mirada cargada de deseo de vida, de luz, a pesar de haber sentido las frías uñas de la soledad en tus adentros. Sé muy bien que a veces el silencio de dicha soledad, se torna en un grito que desgarra el alma, es la impotencia, de ver pasar la vida y no llenar tu interior, incapacidad que se siente por haber errado en la misma.
   Todo eso enseña, nos ha madurado, manteniendo el alma de niños intacta en su esencia y las sensaciones de adolescentes a flor de piel. Ambos tenemos nuestras responsabilidades y sé fehacientemente que las cumpliremos como lo hemos estado haciendo pero siendo más nosotros de verdad, teniéndonos y viviéndonos, en nuestro rincón, aquí dentro del corazón. que ya formas parte de mi intimidad personal, has entrado en mi de forma entera sin fisuras.
   Te quiero, amor mio, siempre tuyo, con los brazos abiertos para que te sujetes a ellos porque asi lo quieres y deseas. Sentirte como mujer es empequeñecer la primavera, envolviendo sus colores en flores de seda, luciendo el esplendor de miles de estrellas, has calado en mi alma, en mi ser y en mi esencia.
   Te Quiero.
AZULPLATA