Una tarde que se amarra a otra
para no olvidar que está por verte.
Un momento decidido al aire,
un suspiro dulce de tu vientre.
Una tarde común, no es otra tarde,
tiene alas de cometa, un enjambre
de ilusiones descalzas en el viento
de octubre, centelleante.
Esta tarde el pensamiento escucha,
mis palabras ven tu sombra de árboles,
ella toda ilumina ese momento,
momento de encontrarnos, de encontrarte.
Una tarde cualquiera que se muda
a un amor compañero y complaciente.
No una tarde cualquiera, tiene un verso
por cada vez que al vernos te me enciendes.
Y el sol calla...
como siempre.