Vacaciones en el Infierno. Sarah Mlynowski

Pagina 17

[…]

—Bueno, ahora cuéntanos qué dice el periódico sobre los cruceros.

—Os lo contaré, pero luego no me echéis la culpa si esta noche no pegáis ojo. Dice: «Ataques de vampiros en cruceros de recreo». ¿No es una locura?

—Pues sí —respondo yo. El barco se balancea ligeramente y siento un nudo en el estómago.

—Os lo he dicho, ¿no? […]

Pagina 19

[…]

Es un chico. Un chico muy guapo, más o menos de mi edad; puede que tenga diecisiete años. Se ha plantado entre mis pies —recientemente sometidos al buen hacer de una pedicura— y la piscina. Lleva un traje de baño a cuadros negros y grises, tiene el pelo corto y rubio y unos brazos musculosos de lo más sexy.

¿Y si fuera él? […]

Pagina 26

[…]

Mientras aparto la bebida de mis labios, le descubro.

Es él.

Me doy cuenta al instante. Ahí está. Es perfecto.

De pie, junto a la mesa de blackjack. […]

Pagina 47

[…]

—Ah, cómo me gusta —murmura.

Abro más la boca. Aquí llega. Estoy preparada. Puedo hacerlo. Soy valiente.

Hundo los dientes en su cuello.

—¡Eh! —protesta—. Eso duele —intenta apartarse hacia atrás.

Es demasiado tarde para arrepentirse. Ha llegado la hora. Tiro de él hacia mí, sujeto su rostro entre mis manos frías y le muerdo otra vez.

Liz tenía razón. No es tan difícil.

Mientras forcejea en vano para liberarse, pregunta:

—¿Por qué me haces esto?

«Porque tengo sed», pienso yo, aunque no lo digo. Estoy ocupada, bebiendo.

—Pero ¿qué...? —masculla justo antes de desmayarse.

Doy un buen trago de sangre. Mucho mejor que un bloody mary.

—Soy vampiro —explico y, acto seguido, acabo con él.

Lo he hecho. ¡Lo he hecho!

Mi primera vez. Tengo que admitirlo: siento orgullo de mí misma.

[…]

Vacaciones en el Infierno
[[Primera Historia]] En el crucero

Sarah Mlynowski