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Viaje a Bariloche: mi segunda ciudad

Publicado el 13 agosto 2012 por Rodrigoespino @donde_viajo
Pocos días, poco tiempo, pero la oportunidad de viajar no se desperdicia nunca. Por eso me fui sólo 5 días a San Carlos de Bariloche, ciudad hermosa si las hay. En cuanto estaba llegando a la ciudad pensaba que debe ser la ciudad que más veces visité como turista y se me ocurrió escribir en parte sobre ello. Desde chico, que me tocó ir con mis viejos, hasta el día de hoy que vuelvo con primos y amigos. Ya la visité en familia, solo, con amigos, yendo a hostels, a campings, en verano, en invierno, de mochilero y no. De todas las formas posibles y siempre volví encantado.

Amanecer en el Cerro Catedral, en Bariloche

Y una mañana me encontré con esta imágen


Viajé en verano con amigos cuando realicé el camino de los 7 lagos y pasamos por Bariloche. En esa ocasión llegamos de mochileros a fines de Enero y terminamos alojados en un camping a unos cuantos kilómetros del centro. Nunca había visitado Bariloche en verano y son paisajes completamente diferentes a los que se ven en invierno. Una actividad que recomiendo muchísimo para esa época del año es el ascenso al Cerro Campanario. La vista que puede obtenerse desde este cerro, para mi gusto, no tiene nada que envidiarle a cualquier paisaje del mundo. Se puede ascender por aerosilla o caminando a través de la montaña. En la cima encontrarán varios miradores desde donde podrán observar el lago Nahuel Huapi en todo su esplendor, como así también el Cerro Otto, la Isla Victoria y haciendo un poco de esfuerzo, la Cordillera de los Andes.

Vista desde el Cerro Campanario, en Bariloche

Vista desde el Cerro Campanario

Como decía, también viajé en invierno y muchas más veces que en verano. Una de esas veces fue cuando agarré la mochila y me fui completamente solo. Era mi primer experiencia viajando sin compañía y también lo era hospedándome en hostel. Fue todo un descubrimiento para mí: me encantó la modalidad de hostel y ahora siempre que viajo quiero hacerlo de esta forma. En aquella ocasión me quedé en el hostel MarcopoloInn y lo puedo recomendar a quienes viajen por allá. Habitaciones cómodas, baños privados, buena gente y bien ubicado. Además, cuenta con un bar con mesas de pool y comedor en donde todos se quedan hasta altas horas de la noche divirtiéndose ysin molestar a quienes quieran dormir, ya que está en un piso donde no hay habitaciones. ¡Recomendado 100%!
No me puedo olvidar que también viajé a Bariloche en mi viaje de egresados, o como los esquiadores le dicen a ellos, como un famoso “tira bolas”. Esta debe ser la vez que menos conocí de la ciudad. Bueno, en verdad lo que conocí esa vez fueron todos los boliches y la vida nocturna de Bariloche, ¿nada mal, no? También todo ello es parte de la ciudad.

Vista desde el Cerro Catedral, en Bariloche

Imponente, ¿no?

Pero volviendo a mi mini viaje de 5 días, esta vez me fui colado con mis primas, quienes habían alquilado una cabaña para ir a esquiar, así que no pagué alojamiento (punto a favor). Al llegar me sorprendí con el clima, ya que parecía ser un día más de verano que de pleno invierno como lo es en Agosto. Mucho calor y cielo despejado, que hacían parecer que le había errado a la temporada invernal. Para mí, que soy bastante friolento, me pareció una muy buena noticia. El problema de todo esto es que los 5 días que estuve fueron iguales, y según contaban, hace bastante tiempo que se mantenía el calor y la nieve en el cerro era cada vez menor. De todas formas, saqué un pase de 3 días para el Cerro Catedral y pude esquiar sin problemas en la parte alta de la montaña. Para que sepan, el pase de 3 días para una persona mayor, en temporada media, cuesta $830 (carito, carito).
El día en el cerro es prácticamente igual cada vez que se sube. Esquí por la mañana, parada al mediodía para descansar y comer algo y esquí por la tarde hasta que cierran los medios de elevación a eso de las 17 hs. Para cerrar el día se puede tomar una cerveza o un café caliente en la base del cerro. Dado el calor que hacía durante mi viaje, lo ideal era una buena cerveza fría esperando el atardecer.

Atardecer en Lago Nahuel Huapi, en Bariloche

Atardecer en el lago Nahuel Huapi

Una de las novedades con las que me encontré en el cerro fue un nuevo parador que me llamó mucho la atención, sobre todo porque ofrecía un servicio de parrilla en medio de la nieve así como también un show de música en vivo. El contraste que daba ver a alguien cocinar en la parrilla en medio de la montaña me gustó mucho y obviamente aproveché para comerme un buen sándwich mientras descansaba del esquí. El parador se llama “El Cabo” y queda a la salida del teleférico que usan los peatones para subir a la montaña. Tanto este parador como el refugio Lynch, al tope de la montaña, son dos muy buenas opciones para comer algo tanto para peatones como para esquiadores.

Parrillada en Cerro Catedral, en Bariloche

Una parrilla en medio de la montaña

Viaje Bariloche: segunda ciudad

Show en vivo en el parador "El Cabo"

Algo que me olvidaba decirles, si viajan a Bariloche no se olviden de comprarse unos buenos chocolates ya que es ahí en donde hay muchísimas buenas chocolaterías: Mamuschka, La Abuela Goye y Chocolates del Turista son algunas de ellas. Los del Turista son los que más le gustan a mi prima, gran admiradora de los chocolates si las hay, así que deben ser buenos en serio.

Camino en el Cerro Catedral, en Bariloche

Camino en el Cerro Catedral, en Bariloche

Después de cinco días me tocó volver sin muchas ganas, pero viajar a Bariloche fue muy bueno para mí sobre todo para relajarme y despejarme un poco de la rutina de Buenos Aires. Siempre una escapada lejos de donde uno vive, trabaja y estudia hace bien y en esta oportunidad fue a mi segunda ciudad: San Carlos de Bariloche.

Bandera Argentina en refugio Lynch, en Bariloche

"...yo quiero a mi bandera..."


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