Revista Talentos

Viernes surrealista

Publicado el 23 noviembre 2012 por Dolega @blogdedolega

Between shadow and silence

A la doce en punto de la mañana suena el teléfono por primera vez. Antes de contestarlo sé quién es. Es mi acosador personal. ¿Ustedes no tienen? ¡Yo sí!

Me llama tres veces al día, no falla. No importa que ya le haya dicho seis mil veces que la maldita tarjeta que me intenta vender ya la tengo, ¡que ya la tengo, cooooño!

Se lo he dicho por las buenas, por las malas, le he colgado sin dejarle hablar, le he amenazado con irme a consumo.

A él le da igual, el sigue llamando y ofreciéndome un trozo de plástico mágico.

Hoy me ha pillado vestida con mi total look surrealista así que le he prometido que si me limpia la casa él ó la tarjeta me da igual cual de los dos, le saco otra. Pero me dice que no, que solo sirve para comprar y que si aplazo las compras pago un 24% de interés mensual.

-¡¡¡Joooder!!!! Eso es un buen negocio.

Le digo que si vamos a medias, que me apunto, que montamos un chiringo ilegal de tarjetas y nos forramos.

Qué poco sentido del humor tiene el jodío, dice que no, que no lo deja el jefe.

-Menuda mierda de jefe que no te deja hacer lo que te dé la gana después de tu trabajo- le digo.

Pero él, sin hacerme caso, insiste en explicarme las ventajas de tener una tarjeta de crédito que ya tengo desde hace más de diez años y que uso habitualmente.

-Ya, pero es que yo quiero una que planche y que guise, sobre todo que guise. Pero no cualquier cosa ehhh, que de esas me ofrecen continuamente. Como ésta es oro, quiero que guise cosas así como de fusión cook y chorradas por el estilo, porque me supongo que los macarrones y el arroz los hará maravillosamente.

Tic, tac, tic, tac… Silencio.

Vuelve a la carga con lo de la tarjeta. Le digo que si me vuelve a llamar lo denuncio por acoso, que soy una top model y que acabo de descubrir que él no trabaja en un call center de esos, sino que es un admirador psicótico que quiere hacerme sentir insegura y que lo voy a denunciar, que tengo amigos en la policía y que soy sobrina nieta de un alto gerifalte de la interpol. Que lo

estoy grabando todo y que mi Iphone inteligente, en este mismo instante le está sacando una foto y subiéndola a mi perfil de Instagram y mis 14.3569.000 seguidores le están viendo el careto. ¡Que haber si se peina un poquito, hombre!

Se empieza a descojonar vivo de risa

-Si si, tú ríete, que cuando te aborden a la salida del curro y te metan en un coche negro, te inyecten el suero de la verdad y cinco pastillas de Viagra y te aten a una silla a interrogarte con una chavala desnuda al fondo, ya verás como cantas la Traviata, listo. Te vas arrepentir de todo lo que has hecho sufrir.

Se ha callado. Yo creo que es el miedo que le ha entrado de verse en esa situación. De repente oigo un camión a la puerta de casa. Me vienen a traer mi lavavajillas nuevo.

-Oye te tengo que dejar, que me vienen a traer las últimas propuestas de Karl Lagerfeld para la temporada otoño/invierno 2014. Adiós.

-¿Te puedo volver a llamar?

-Nooooooo, joder. ¿No ves que lo nuestro es imposible?

Cuelgo y voy corriendo a abrirles a los del lavavajillas. Entran, sacan el viejo, ponen el nuevo y cuando lo están probando y configurando la pantalla de los programas, va el técnico y me dice.

-¿En qué idioma lo quiere?

Y la mala fortuna hace que todavía no me haya quitado el total look surrealista.

-¿Qué idiomas tienes?

El chico me mira raro, tic, tac.

-No sé. Todo el mundo dice español…

-Ahhh ¿Y entonces para que preguntas?

Lo noto descolocado, que no sabe qué hacer.

-Espere…

Se pone con el manual de instrucciones, tic, tac.

-¡Huy! Tiene muchos. Español, Inglés, Francés, Alemán, Rumano, Polaco, Kazajo

-¿Has dicho kazajo?

-Si

-Ahí, en kazajo, déjalo ahí.

-Me mira fascinado. Nunca hubiera sospechado lo que le está ocurriendo. Ya tiene algo diferente que contar cuando llegue a casa hoy.

Se ha marchado y aquí estoy yo, terminando el post de hoy.

Los dejo, tengo que irme a ver como coños cambio el idioma de la pantalla del lavavajillas.

¡Que yo no sé como se dice “prelavado” en kazajo!

 


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