Revista Diario

Y el gato dijo...¡No estoy interesado!. Y el perro...¡Ni lo pensó!

Publicado el 20 julio 2013 por Marynela

Y el gato dijo...¡No estoy interesado!. Y el perro...¡Ni lo pensó!
Payn Martín, es un mecánico, de 32 años que tiene un taller de coches en Yeovil, Somerset (Reino Unido), que hace unos días recibió la visita de una cliente, para que le arreglara los limpiaparabrisas de su Ford Focus, que inexplicablemente habían dejado de funcionar de repente, así que abrió el capot del coche y vió que los cables del limpia estaban rotos, habían sido roídos por alguien.
Y el gato dijo...¡No estoy interesado!. Y el perro...¡Ni lo pensó!
Y ese alguien, supo quien era, cuando le vió asomar la cabeza, debajo del depósito del agua del limpiaparabrisas, era una rata, pero no una chiquitita, si no un buen ejemplar, que les hizo dar un respingo y que intentó asustar para que desalojara el motor, pero no hubo forma humana, de que el roedor okupa, abandonara su improvisada casa, incluso pensó en llamar al control de plagas, pero le pareció excesivo, así que ideó el pedirle a un vecino, del taller, que le prestara el gato. Cuando el vecino trajo al gato, lo pusieron en el motor, pero el minino, pasó olímpicamente del roedor se limitó a mirarlo a bajarse e irse por donde había venido, pues seguramente en su felina mente, pensó ¡No estoy interesado, en que un bicho, casi tan grande como yo me coma! Al final con una varilla, que utiliza para abrir puertas de vehículos, consiguió que la rata saliera de su escondite y abandonara el motor, saliendo zumbada a meterse debajo de una furgoneta de Payn.
Y el gato dijo...¡No estoy interesado!. Y el perro...¡Ni lo pensó!
Se había olvidado ya del roedor, cuando pasada una semana, su mujer lo llamó para decirle que su perro Ollie, había matado una rata en el jardín, cuando llegó a casa y vió el cuerpo del roedor okupa, se dio cuenta de que era el mismo del taller, ya que aún conservaba las manchas de aceite de motor, que cuando emprendió la fuga. En fin, que lo que el gato ignoró, el perro lo concluyó, claro que el Ollie es un Staffordshire Bull Terrier y una rata por muy grande que sea, no lo va a asustar.
 

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