Yo estuve alli...merece la pena contarlo?

He estado reflexionando mucho ultimamente sobre lo que significa escribir. Muchos utilizan la escritura como una forma de reflexion o como un medio para analizar la realidad. Muchos lo hacen para exponer sus propias tesis sobre diversos asuntos y otros para crear un ambito nuevo, absolutamente pararelo a la realidad.
Desde que escribo, no siento que pueda encuadrarme en ninguno de estos ambitos y lo cierto es que toco cada de uno de ellos pero no de una forma conprometida.
Eso ocurre con la mayoria de las cosas que hago, tengo un abanico de experiencias, cada una de ellas mas intensa que la anterior, pero nada parece atraparme, ninguna de estas actividades me hace sentirme en mi sitio. En todas me siento confortable y disfruto enormemente, pero llegado el momento, surge otro proyecto, otra experiencia, otro reto, que me seduce y finalmente salto al nuevo espacio como renovada y deseosa de aprender...
El problema es que despues de tanto caminar, siento que necesito generar un hilo conductor, que lo enlace todo. Mi recorrido ha sido como un libro formado por capitulos absolutamente emocionantes, cargados de contenido y fuegos artificiales, pero sin conexion alguna entre ellos. La unica conexion es que todos esos capitulos conforman la persona que soy.
Aun asi, si miro veo un rastro brillante, como el que dejan los caracoles a su paso, tras de si. Ese brillo se produce cuando escribo sobre algo que he visto, que he disfrutado, que he sentido y respirado. Eso me da vida. Porque aunque tengo grandes suenyos y me ahogo en pequenyos charcos, soy de esas personas que disfrutan con cosas apenas perceptibles. Mis amigos siempre me han considerado algo "flipada" y es que mantengo viva la capacidad de asombrarme con lo mas sencillo. En eso, como en otras cosas, sigo siendo una ninya...
Por eso disfruto muchisimo transmitiendo ese mensaje, exportando esas sensaciones que a veces me innundan a los demas, para que lo perciban de alguna forma mas cercana a como lo hago yo. Sin analizar tanto las capas y extrayendo solo las sensaciones...
Con ello, descubro que mas que critica soy exportadora de ilusiones, exaltadora de sensaciones y sentimientos. No se si esto es muy profesional. No lo parece. Y desde luego, no tiene mucho que ver con todo lo que estoy aprendiendo dentro de esta marabunta que es un museo de arte contemporaneo hiperactivo...
Pero no voy a enganyarme intentando alcanzar metas a las que no llego, ni buscando en mi interior cosas que no existen. No creo que pueda ser una critica de arte en el sentido convencional. Me siento mas como una juglar, una contadora de historias, que busca transmitir la belleza, mas alla de diseccionarla...Aunque a veces, la diseccion surge por si sola ante el acto creativo..pero eso es otro tema.
En fin, nuevamente otra declaracion publica de intenciones plasmada en un espacio que siento como abierto y solitario. A partir de ahora vuelvo a lo que soy. O sea, a lo que dice el titulo de esta entrada,(quiza cambie el titulo del blog..) porque yo estuve alli. Y sigo estando, y tengo muchas cosas que contar. Aunque sea para sentirme bien conmigo misma, para disfrutar escribiendo y leyendo lo escrito. Para que mis vivencias no se queden solo en mi memoria sino tambien, en la de aquellos que no estuvieron para verlo, pero que quiza a partir de ahora, pueden disfrutarlo....