Tú sabes que todo empezó por el aburrimiento. Te digo que todo empezó por salir de mi casa y pasar por una buena noche en vez de estar echando sueño un viernes. Mira, si te voy a ser más sincero… escúchame, lo hice porque este fin de semana quería hablar con alguien, jugar un billar y darme dos o tres cervezas mas de las que regularmente me doy.
Déjame decirte como lo hice. Prendí la maquina y sin ver nada mas, llegue a la pagina de búsqueda de parejas. No te voy a negar que me interese en saber sobre la personalidad de las chicas que me contestaban.
Yo se que tu hubieras hecho lo mismo. Seguí con la intención, prepare los campos de búsqueda. Edades que quiero conocer, 26-45, enter; país Puerto Rico, enter.
Chica es que me eche a reír, te lo confieso. Me sentía como jugando en una maquina traga monedas del casino. No me lo vas a creer, pero aparecieron 16,000 chicas que cumplían con mis requisitos.
“Que safra”, yo pensé…, no te rías de mi. Así estuve buscando un rato, construyendo en mi mente las situaciones que estas mujeres habrán tenido que soportar al encontrarse con gente desconocida.
Contra, tu te imaginas que alguna quisiera verme después de lo que habrán pasado, con sabrá Dios que mete cabras. Chica, las sacan y las dañan. Si cualquiera les pone un mensaje con lo que quieren oír, si esta todo lo necesario en la información de su perfil. ¿No estas de acuerdo conmigo?
Bueno, te sigo contando, volví a darle enter y salieron veinte mil candidatas. Algunas de Utuado-Hatillo-San Juan, bueno me canse de ver de donde eran.
Claro que le envié mensajes. Enseguida seleccione una chica al azar y busque el campo donde se permite enviar tus saludos y escribí. -Hola soy de Guaynabo, soltero y tengo ganas de jugar billar hoy dándome una Heineken bien fría.
Eso te sorprende, que fuera tan directo al grano. Pero imagínate la labia que estas mujeres deben estar aguantando y para que propósitos. Para mi sorpresa, esta chica me contesto, tenia ocho años mas que yo, muy buena conversadora y con una niña de diez y seis años, divorciada.
-Mucho gusto soy de San Juan y salgo en treinta minutos, estoy en mi i-pod. Me pase todo el día supervisando más de veinte jóvenes, y de verdad que me parece buena tu idea, pero vamos a darnos par de Bacardi Mojitos mejor.
-Claro que si- acepte, enter.
Y converse un poco sobre mi persona, sobre las cosas que estaba haciendo últimamente, logre darle bastante confianza a la chica como para que siguiéramos con la intención de encontrarnos.
Me entretuve un rato más enviando el mismo mensaje del billar y la Heineken. Y si tu supieras con los temas y requisitos que me salían para sencillamente encontrarme y jugar un billar, pero las comprendo… porque puede ser difícil encontrar alguien con quien beber en un pub, o con quien no te aburras sin tener tus mejoras amistades siempre al lado.
Me ayudo mucho la página que tengo sobre mi novela juvenil, eso le daba una zona confortable a la chica sobre mi personalidad, para encontrarme, daba más veracidad a mi manera de ser.
A las once de la noche cuando logre encontrarme con ella, estaba lloviendo y para ese momento me estacione primero, así que cuando logramos hablar por celular, le tuve que pedir que me recogiera en la acera para hablar mientras encontraba un parking.
Accedió a mi idea y conversamos en el auto por cinco minutos en lo que apareció un lugar vació.
Luego caminamos una cuadra hasta un billar en el Viejo San Juan, donde para mi sorpresa vendían Bacardi Mojitos. Nos dimos dos corridos y subimos al billar. La pasamos muy bien.
Tengo tiempo este fin de semana...que me dices, ¿Juegas billar?