Despedido
Lo cierto es que estaba decidido.No, miento. No estaba decidido. Pero todo el mundo tenía algo que decir al respecto:Mamá: Ni se te ocurra renunciar a tu trabajo, Mijaíl. No puedes tomar tremendo riesgo, es mejor que sigas haciendo las dos cosas a la vez...
Papá: Haz lo que mejor te parezca, pero yo creo que debes seguir con tu empleo.
Amigo 01: ¿Estás loco? ¿dejar tu sueldazo por esa tienda? No hay forma, Mijaíl...
Amigo 02: Mejor no te digo nada, igual harás lo que tu quieras ¿Me pasas el ají?
Eso era tal vez lo único cierto, la decisión estaba en mi cancha, y con lo terco que soy, seguramente optaría por aquella decisión que se aleje de las preferencias de mi entorno. (O_o se aplica a toda interpretación).
Quedaba solo un día para la renovación de mi contrato y ya tenía sobre mi dos posibilidades importantes. Seguiría trabajando un año más para otros, o finalmente alzaría vuelo a la aventura.A mi tienda no le iba muy bien, parecía haberse estancado con el paso del tiempo, eso de estar a distancia, coordinando lo que se hace y deja de hacer allí, realmente no estaba funcionando. Llegaba los fines de mes y a las justas veía dinero en mis bolsillos y con cierta frustración, usaba lo poco que recaudaba para pagar a mi personal, para el alquiler del local, los servicios de mantenimiento, la universidad de mi hermano y finalmente para una que otra cosa que podía llevar a casa. Pero claro, el 50% de esos gastos, los pagaba íntegramente con mi sueldo.
"Paciencia, Mijaíl, las grandes cosas no se logran de la noche a la mañana".
Me repetía eso siempre que podía, para no caer en la desesperación, pero a veces no era suficiente. Aún así, había descubierto de a pocos, que de alguna forma me gustaba el trabajo que hacía en la tienda. A veces me tocaba hasta cortar papel, engrampar, limpiar y hacer aquellas cosas a las que le rehuía en un principio, pero extrañamente lo hacía con gusto. Porque había algo en esa tienda de 3 metros cuadrados, que la hacía muy especial. Era mía. Bueno, tal vez el local no, pero lo que había logrado de ella, era sólo producto de mi esfuerzo. Entonces, si había logrado algo con mi propio esfuerzo ¿Qué esperaba para continuar?
"Mijaíl, en esta nueva etapa vas a trabajar directamente con la viceministra, harás viajes al interior del país, trabajarás publicaciones sobre los proyecto regionales. Te encargarás de muchas cosas importantes. ¿Aún así deseas dejar este puesto?"- No... ¡Claro que no, Jefa, Me quedo!
Mi sensación de gratitud hacia ella, era realmente grande. Había movido cielo y tierra para que yo siga trabajando a su lado, y me gustaba saber que confiaba en mi. Era realmente difícil decirle que no, mucho más porque una renovación a ese nivel, implicaba indefectiblemente un aumento de sueldo y claro, por la plata baila el mono...
¡PERO YO NO ERA UN MONO!No podía creer lo que había hecho. Justo ese día antes de la firma del contrato, y cuando le advertí a mi jefa sobre mi inminente decisión, ella sacó su as bajo la manga y me dio la propuesta que tanto había esperado. Era imposible para cualquiera dejarla pasar. Para cualquiera, pero salvo mis épocas en las que andaba de puto, yo ya no era un cualquiera, ni un mono, ni nada, pero no podía decir NO. No podía dejar "el camino seguro".
Llegado el Día D, me levanté muy tarde. Apenas pude dormir esa noche, y andaba como sonámbulo por las calles. Normalmente a esa hora suelo tomar un taxi colectivo para llegar a tiempo a la oficina, pero ese día me llegó altamente. Me puse a caminar todo el recorrido, pensando, pensando y cantando bajito:
"Ese fui yo que ha de repetir y Hasta el azar quise perseguir Si me oculte si me arriesgue Lo que perdí no lo llore Porque viví, siempre viví A mi manera..."Y aquí llegó el momento patético del día, cuando mientras destruía la última estrofa de My Way, un ciclista pasó justo por mi lado y me gritó "Tranquilo Sinatra, fíjate por donde vas". O_OSe me pasó el roche muy rápido, no había tiempo para pensar en eso. Estaba ya frente a mi centro de labores, a punto de dar un nuevo paso y di media vuelta de nuevo.
Tenía que ir a un lugar. Un lugar que me gusta mucho y que queda solo a unas cuadras de allí. Lo llamo "el tunel", pues realmente parece uno, es en sí un pasaje solitario rodeado por muchas plantas enredaderas y desde donde se puede apreciar el cielo de una forma particular. La última vez que estuve por allí, fue cuando faltaba uno o dos días para completar mis 160 historias. Ahora, estaba allí para darle inicio a una nueva. Era nuevamente yo, solamente yo en ese pasaje olvidado. Me senté a un lado y pensé."Si tan solo pudiera quedarme aquí más tiempo, si tan solo pudiera dejar de pensar en lo que pasará y me concentrara en pensar en lo que voy a hacer para que pase... las cosas serían mejor..."
- Jefa, tengo algo que decirle.-Sí, Mijaíl... yo también tengo algo que decirte... Pero, mejor empieza tu.- No Jefa, mejor usted, ya luego le digo yo...-Está bien Mijaíl.... bla bla bla bla, y lo siento mucho en verdad, porque.... bla bla bla bla... y yo creo que tu eres un chico estupendo y me da mucha pena pero... bla bla bla bla.Mijaíl, me rechazaron tu renovación. Créeme que hice hasta lo imposible, pero no pude.- Oh... :)- No sabes cómo me siento... pero ahora dime ¿Qué me querías decir tu?- ¡Gracias, Jefa, muchas gracias por todo!Y así... una de esas señales del destino tan inexplicables como las que me han acompañado hasta el día de hoy en mi vida, se hizo presente una vez más. Ya no había nada más que decidir, sólo tenía una salida creativa... :)
001 Antes de ti: Aquel anciano que paseaba orgulloso con su maletín y me hizo pensar que a partir de ahora seríamos ambos personas tratando de mostrar al mundo nuestro talento...