Odioso despertar, repetición, insoportable.
Esta sociedad endemoniada, caras fantasmales, demacradas, temerosos, cansados, otros, totalmente irascibles, violentos, idiotas vertebrados, que olvidan que aún pueden pensar por si mismos. Todos adictos a la ira, adictos a la velocidad mortal de estos días tan extraños, que a veces parecen no terminar jamás.Maquinaria que se alimenta de sangre, la nuestra, mas no sin antes, limpiar nuestras cabezas, vaciarnos.
Vereda de enfrente, ahí estoy (o creo que estoy), sin sentir pena, sin sentir odio, soy nadie en este lugar que obliga a ser algo, a no pensar, solo obedecer, solo caminar y empujar.Quiero irme por el desagüe, quiero que la golpiza comience en este momento, pues sabré que ese es el final de un día. Se que estaré en mi escalón, sé que estaré lejos de aquí, sé que no tendré que mentir y que podre arrancar mi piel.
E.I.
poesiasoscuras.blogspot.com.ar