Hace apenas unas semanas, andaba yo por Praga intentando regresar al lugar donde se hallaba la tumba de Kafka porque mis amigos querían verla. Yo ya la había visto en dos ocasiones anteriores, y por esa razón yo quería ver a toda costa la tumba de Max Brod. Hacía un frío de los mil demonios, nevaba a mares, nos perdimos, y mis amigos filmaron y sacaron fotos de las mil vueltas que dimos ateridos de frío y muertos de cansancio, recorriendo casi unas cuarenta veces el estrecho recinto, y echando pestes sobre mi cabezonería, porque no, salimos de allí y no pudieron ver la tumba de Kafka pese a estar indicado por todas partes su paradero en el camposanto en cuestión.
Entonces, lo que me pareció un sonoro y rotundo fracaso, ahora me parece hasta bonito viendo de nuevo las fotos, sus caras, su mofa, y los vídeos.
" En esa hilera de tumbas no hay nada, no vayáis, que la vi hace dos años y no merece la pena", les dije con voz firme a mis compañeros al atisbar de lejos la tumba de Kafka, y los llevé hasta la de Judah Loew a quien se le atribuye la leyenda del Golem. ¡ Y qué tumba, y qué leyenda!
Y no es la primera vez que les hago este tipo de putadilla a mis colegas, y no comprendo aún lo que no les impide viajar de nuevo conmigo. Son mucho o más inconscientes e reincidentes que yo, ha de ser eso.
Todos estamos en esta sociedad en la que nos ha tocado vivir como para saltar por la ventana o cosas similares y según qué días; el método es lo de menos, pero aguantando un día más sin hacerlo porque sencillamente la capacidad de sorpresa que da el planeta puede llegar a ser infinita, o eso esperamos al menos tras haberlo constatado con anterioridad. Si saltamos, nos perdemos esas sorpresas ya sean buenas, o malas, muy malas o pésimas. A muchos les diría hoy: no saltes todavía, o no te tomes ese champagne con las diez tabletas de orfidal o tranquimazin, o prozac que has ido recogiendo astuta y metódicamente en la seguridad social, y eso hasta ponerme empalagosa, simplona y ramplona, e inclusive sentimental llegando al punto de mandarle corazoncitos a todas horas del día, ya que cuando me pongo, me pongo, y puedo desde refutar a Marx y Engels juntos hasta futilizar con frivolidades tales como los modelitos de las celebridades de los Goya, los Oscars, el último desfile de Diorr, o discutir durante varios días seguidos sobre las últimas tendencias en pintalabios, pintauñas, rímel, trapitos y hasta marcas de tintes para el cabello.
Soy una mujer completita, ya veis. Eso sí, no me vendo, y soy de ideas, y no las cambiaría del día a la mañana por gustarle a alguien, y menos aún por agradar a un tío o para amoldarme a él, ¡quiá! Ni se me pasaría por la cabeza tener que retocarlas o moldearlas, o dejar mi estilo, para que todo el mundo me quiera, ya que eso ni cabe en mis principios. Cuantos menos me quieran por eso, mejor. Prefiero la calidad a la cantidad y que me quieran como soy y no por ser lo que los demás quieren que sea o les hubiese gustado que fuese. Esto duele un día y otro, pero te puedes mirar al espejo sin auto-engañarte todos los días de tu vida y a cualquier hora, hasta cuando te levantas con resaca y de un humor de los mil diablos.
No sé quién decía que quien se va sin que lo echen, puede volver cuando le dé la real gana, o algo así. Y es que no creo en casi nada, por poner un ejemplo no creo en la gente que intente solucionarte la vida. Que empiecen a solucionarse la suya, digo yo. Y es que mi corazón, que es muy suyo, y no me estoy poniendo estupenda, ni dando lecciones de moral alguna, sé que es de ley, y el que no lo sepa, que se lo haga mirar, no es problema mío.
Han sido muchos años de blog, mucho tiempo, muchas personas, muchísimas letras, más de mil entradas, y a veces me sorprendo con la cantidad de personas que me han leído o leen lo que he colgado y cuelgo en otros soportes fuera de este blog. Los muy cabrones/as no me lo dicen pero alguna vez se les ha escapado y me citan y se lo saben de memoria. Algunos llegaron hasta aquí y les gustó, y se quedaron, y hoy comparto mi amistad fuera de aquí con 4 de ellos de los cientos que pasasteis por aquí.
Otros, no nos engañemos, han pasado por cumplir, por educación o por deber. Y otras- tías todas ellas, lástima, me apena hasta decirlo pero no soy de las mentir- entraron para husmear, cotorrear, copiar, plagiar, buscar tal o tal entrada, hurgar, y sobre todo joder todo lo posible y más haciéndose pasar luego por las buenas de la peli. Esto es lo que suele pasar siempre, que la verdad jode, y el caramelismo aunque sea una burda mentira, es lo que le gusta oír a la mayoría.
Pero no por todo esto echo el freno hoy, ni muchísimo menos, no estoy enojada absolutamente con nadie, nadie me ha hecho nada, ni me ha cabreado, ni nada por el estilo, no os montéis la pirula o el coco solitos que nos conocemos, solo que ya llegó el momento de salir de ahí dentro, al menos durante un tiempo, y concentrarse en cosas que no os voy a contar ni de casualidad. Sabéis que un blog requiere mucho tiempo... y a cambio debe proporcionarnos algo, como todo en la vida, y cuando ya no cumple esa función o nos dispersa en otras, hay que parar y hasta otra, hasta luego, o hasta siempre o nunca, quien sabe.
Hoy por hoy ya no me extraña casi nada, ni el éxito de los libros de autoayuda, ni la nueva tendencia entre la que hoy medio mundo oscila, y se pelea y se lleva a matar para ver quién o qué es mejor o superior al o a lo otro, a saber, la de los que pertenecen al realismo sucio bukowskiano que huele a alcohol y es más próximo a la vida, o los que pertenecen a la new vague en la que la metafísica ramplona y simplona similar a los libros de auto-ayuda se repite hasta la saciedad en las bocas de los que dicen ser felices, ya que la felicidad existe sí o sí para ellos y te la quieren meter por un tubo, te guste o no, hasta que logres ver la vida del color que ellos la ven, ocurra lo que te ocurra, con tal de que la veas como ellos pretenden que la ven.
Hoy se lleva la tendencia de vivir el presente, es lo que hay y lo que toca, guste o no. He escrito ya mucho al respecto y sobre los sarpullidos y la grima que me produce esta moda de inicios del s XXI. Así y por esa regla de tres, las relaciones se tiran a la basura, la gente, el pasado, y con la mochila ligera, se vive el presente. Yo lo he intentado, tiré la mochila, y sigo igual, lo intenté porque entre otras cosas antes de que refute algo he de probarlo, dado que igual tenían razón y la equivocada era yo, como ha sido el caso en múltiples ocasiones, y al César lo que es del César pero esta nueva costumbre que una ve en los escaparates de todo lo que se menea, libros, arte, blogs, etc, si bien me parece muy limpita ya que da un toque glamuroso y ordenado en todos los ámbitos de los seres que la practican, en el fondo, no es más que otra mentira más, como la de que lo que más vale es lo que yo siento, ( aunque no entienda un pedo de arte ni de nada) como si con sentir, hala, ya estuviera todo arreglado, y pues como que no, eso en mi tierra se ha llamado prepotencia y vanidad toda la vida, y ser un animal. De ser así de sencillo todo, la vida no valdría un pito.
Me ocurre otro tanto de lo mismo cuando escucho o leo otro de los clásicos tan de moda operante hoy día. Y es el de "si no me llega, es que no me vale". Ya te digo la mitad de nuestra vida en esos casos habría que haberla tirado a la basura.
Sé que muchos de vosotros os creéis y pensáis que soy una estirada, pero no. El que me conoce de veras sabe que en el fondo, hasta se puede hablar conmigo y según qué días, soy rarita, no estoy bien de la azotea, se me va la pinza, la olla, la onda... y esto ya lo escribí en mil post también, cuando no se llevaba.
Ahora que todo el mundo es rarito, va de loco, o quiere serlo, pues va y yo no, y reivindico toda mi cordura habida y por haber (al menos la que me quede) y quiero que se me vea como a una persona con "normalidad al 100%. Si ahora está de moda estar loco, yo quiero estar cuerda.
Cambiando de tema, en estos momentos en los que todos estamos defendiendo una educación de calidad, cuando alguien se me pone por delante y leo también por todos lados- porque también es lo que se lleva y está de moda- que no hace falta leer a ciertos clásicos de todos los tiempos, y que encima se vanaglorian de no haber leído, ni falta que hace, y los comentarios que les dejan son subliminales, del tipo : "pues yo tampoco, y ni falta que hace, te aplaudo" , "Prefiero leerte a ti..."
Que se instala entonces esa otra yo en mi cuerpo, y con todas las ganas del mundo empezaría a soltar mamporros a trocho y mocho y a diestra y siniestra ¿estamos locos o qué?
La gente autodidacta es digna de todo mi respeto y más, sin embargo la gente bruta, y contenta y ufana de serlo, sin ideas, y que encima va por la vida de copy-paste pues como que me eriza el vello. He pasado algunos de los mejores momentos de mi vida con un vagabundo amigo a quien le doy sábanas, mantas, le invito a cenar y le presto libros, a cambio de charlar con él y aprender de su manera de ver la vida hoy y que me enseñe lo que escribe. Me miran mal, me critica todo el vecindario por hacerlo y me la refriega, la verdad sea dicha.
Pero a esta gente que va de culta y sobrada, (cuando ni leen y presumen de ello, poco importa el género, masculino o femenino) y a la que hay que aplaudir, y además aplauden, me dan ganas de mandarla un poquito a la mierda, tomar viento fresco. Cuando tenemos la posibilidad de disponer en la actualidad de cierta cultura, mimarla y defenderla, no me la embrutezcáis, por favor, ni animéis a este género tan expandido de estultez tan moderna que se lleva tanto hoy día. Si existe gente que prefiere ser bruta, y os tropezáis con ella, no le alimentéis el ego.
Los poderes, gobiernos y sistemas obsoletos se valen de esa manipulación del saber para anestesiar al Hombre y a la Humanidad entera. Y a los amantes sordos, para intentar seguir vendiéndonos ramos de rosas sin espinas.
Claro que sí, si ya lo sé, somos y seremos más felices ignorándolo todo. Y el saber no sirve para nada ni nos hace ser mejores de escuchar a la masa actualmente.
"Sólo sé que no sé nada" decía el viejo filósofo. Pero no nos engañemos, ni dejéis que os manipulen. Porque él, sí que sabía y eso que había leído más que todos los que estamos aquí juntos.
He recibido muchos correos y me voy pero os dejo esto abierto ya que lo preferís todos así.
Por mí que no quede.
Y lo dicho en la entrada anterior, que reitero en ésta, gracias sobre todo a los que me dedicasteis vuestro tiempo, a los que me aportasteis muchísimo, de los que aprendí e intercambiamos, a los que empleasteis parte de vuestro día a día hasta llegar aquí para leerme por placer, y a los otros igualmente gracias, aunque malgastasteis vuestro tiempo llegando hasta aquí sólo con el fin de fastidiar o por falta de seguridad, o para poder cotillear y cotorrear a gusto y así aburriros menos durante el día y tener algo qué hacer.
Y musiquita que no falte:
os dejo con la que me envió M Gs, y gracias, chiqui.
Comiéndoos a todos a besos empecé con el blog en 2008, y me gané el título de la besucona de blogger con varios premios, y con ellos os dejo no sé hasta cuándo...