Hola, mi morenita de colores, hola donde quiera que estés. Debo contarte que tu magnolia nos ha traído mensajes durante todo el año: no cesa de derramar flores, de lanzar suspiros blancos. Se me ha cerrado el mundo en ese árbol, se me ha hecho costumbre cada que salgo hacia el laburo, voltear a mirarla y despedirme (así como lo hago con tu foto), y es cuando descubro las cabecitas blancas: certezas de tu corazón. Mañana, mamá, iremos a recordarte juntos otra vez. Sabes, mamá, con nadie hablaremos nunca como nosotros juntos nos hablamos...Te amo por siempre mi viejita...
DOM.