1: Brindar con un cafe.

Brindis con un Mocca :)

Anoche me reencontré con un viejo amigo. Su nombre es Sandro. Sandro Rodriguez . Era el año 2005 cuando ambos empezábamos a estudiar en la Universidad. En ese momento, yo era un chico muy inocentón e inseguro (muchísimo más que ahora), mientras que él, de alguna forma era muy popular entre todos. No era necesariamente "bonito", pero tenía una seguridad en sí mismo que a muchos gustaba. Era inteligente, tenía perfil de líder, alegre... Puedo pasarme hablando horas de sus innumerables virtudes. Lo único común entre nosotros era que ambos nos habíamos confesado Gays y que nuestros amigos lo sabían.
Todo iba bien hasta que comenzó a trabajar en una discoteca de ambiente. De la noche a la mañana su rutina cambió, se amanecía frecuentemente, conocía gente distinta cada día y poco a poco fue seducido por algunas cosas que eran nuevas y excitantes para él. Dejó de asistir a clases, no hacía sus trabajos y prácticamente se desaparecía por semanas enteras. Alguna vez me llevó a conocer a sus nuevos amigos, pero yo me di cuenta que simplemente no encajaba allí y supongo que él también lo entendió así pues nunca mas me insistió al respecto. Yo era demasiado aburrido para él. Y la combinación entre "feo" y "lorna" era inadmisible en su nuevo mundo.
Sabía que había cambiado mucho, pero nunca pensé que llegaría a tanto. Todo fue de mal en peor cuando un día llegué a la universidad temprano y me enteré de que él se había robado una Laptop del laboratorio. Lo busqué por todas partes, quería saber qué le pasaba pero había desaparecido una vez más. En la universidad la gente comenzaba a inventar las más increíbles historias sobre el. De un momento a otro pasó de ser un chico talentoso a un pobre "marica ratero".
Días después tuve la oportunidad de hablar con él y me negó tajantamente el robo, pero las evidencias eran mas grandes que sus palabras y pronto terminó aceptando su error. Dijo que lo hizo por amor, porque estaba en drogas y su pareja le pedía dinero. Había comenzado a tocar fondo y cada vez era menos él mismo. Estaba demacrado, con los ojos hinchados y desorbitados.  No supe cómo reaccionar en ese momento. Me buscaba para pedirme ayuda, pero yo se la negaba. Sentía miedo. Incluso recuerdo haber hablado mal de él junto a otros compañeros. Me sentí como Pedro cuando negó ser discípulo de Jesús y lo traicionó, claro, tal vez exagero un poco pero en ese momento me sentí una verdadera mierda por mi actitud.
Mi paranoia comenzó debido a que un día, por accidente, escuché en el baño de hombres como un compañero mio, que se hacía llamar "mi amigo", le decía al otro que de seguro yo también era "igual al otro marica". Por el simple hecho de ser  su amigo, estaba condenado. Lo irónico de todo es que creo que tuvieron algo de razón. No era lo suficientemente hombre para enfrentarme a ellos, era aún un marica.
Sandro dejó la universidad y yo seguí mi camino sin él. Años mas tarde, cuando estaba apunto de egresar, lo volví a encontrar, nos pedimos perdón mutuamente. Me dijo que estaba más tranquilo, que había dejado el vicio y que quería volver a salir conmigo como antes, que seamos "patas" de nuevo. Yo acepté salir con él, pero para mi mala suerte en la primera salida me terminó llevando con engaños a un bar gay de malamuerte en el centro de Lima. El ambiente olía a orine fermentado, y la gente lucía completamente stoned... Me molesté y prácticamente huí del lugar, aprovechando un momento en el cual él andaba distraido en los brazos de un desconocido que lo manoseaba a su antojo. Lo malo no acabó allí pues al salir del local, unos desgraciados me cerraron el paso, me robaron mi celular y me golpearon. Perdí mi celular, y nuevamente perdí a mi amigo.
Horas más tarde, ya en mi casa, apareció en mi puerta llorando. Me pidió perdón y me dijo que me necesitaba más que nunca, pues seguía perdido y tenía sospechas de que era portador del VIH. Lloré mucho, me sentí muy triste. Sentí miedo. Sentí que no podría involucrarme mas en su mundo. Sentí que él ya había tomado su camino y no teníamos más en común. Le dije que si en verdad quería mi ayuda, debía comenzar de cero y alejarse de ese mundo y de la gente que lo llevó a ese estado, a quienes seguía llamando "amigos". Prometió hacerlo, pero al día siguiente se fue y no volví a saber más de el.
Hace 1 semana, luego de 3 años me di con la sorpresa de que Sandro me había agregado al Facebook y fue muy grato ver entre sus fotos imagenes recientes de él en la universidad. Había retomado sus estudios y se le veía muy feliz. Me envió un mensaje y me pidió nuevamente volver a vernos. Me dijo que en verdad sentía que había cambiado muchas cosas y necesitaba saber de mi. Así fue que hoy me encontré con él. Esta vez no hubo "perdones", no hubo culpas no hubo nada. Él me dijo que yo había cambiado mucho, que luzco muy guapo y mas seguro de mi ( O_o ). Me sorprendió que me dijera eso pues desde que lo conozco nunca ha tenido ese tipo de calificativos hacia mi. Su egocentrismo confeso no se lo permitía, pero ahora, era mucho más sencillo, más tranquilo, más sereno.
Me contó que sus sospechas habían sido confirmadas. Es portador del VIH y estuvo prácticamente al borde de la muerte debido a su negligencia, pero por suerte, gracias al apoyo de su familia, ahora se siente mejor y ha vuelto a tener una carga viral indetectable. Vive en pareja con un doctor desde hace 3 años. Ha regresado al entorno familiar y le va estupendamente bien en la universidad. Me dio mucho gusto por él y lo felicité.
Esta noche comprendí que probablemente ya no volvamos a ser los grandes amigos de antes. Ambos hemos cambiado demasiado, pero aún así, el aprecio y cariño mutuo persistirán por siempre. Eso es seguro.
A él le dedico el lugar #159 antes de tí. Porque gracias a él comprendí que en verdad se puede tocar fondo y salir adelante si es que realmente se tiene los cojones para hacerlo. Entendí que el ser gay, no es una opción. No eliges ser gay, pero si eliges cómo quieres llevar tu vida y a dónde quieres llegar. Esa sí es tu "opción".
Me dijo que podía contar esta historia, por eso ahora la conocen. Gracias Sandro.
#159: SandroRodriguez.
Enviado desde mi BlackBerry de Claro.