PREFACIO
A esas mujeres que hacen su metamorfosis de crisálida a mariposa tan solo para vengarse de un desengaño. Mis respetos. A esas mujeres que despliegan sus alas cada noche obligadas a cubrir las necesidades de un hijo. Mis respetos A esas mujeres que decidieron volar de noche llevadas por sus propias decisiones y placeres. Mis respetos. A todas esas mujeres, en general, que, por estas o diferentes razones trabajan en bares nocturnos, Vaya mi reconocimiento por la infinidad de veces que han prestado su oído para escuchar al atormentado, su mano para confortar al triste, su risa para alegrar una amargura y por último su cuerpo, donde muchos encontraron, quizás, su único refugio. Y por si acaso, al leer estas páginas, alguna de ellas se reconoce a si misma o a alguna de sus compañeras, sepa que por razones obvias he cambiado todos los nombres. Pero todo lo demás no es simple casualidad.
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MARIPOSAS DE LA NOCHECapitulo 1