Revista Literatura

1- Crónicas del Magín Milenario. EPISODIO 1 “La Venganza”

Publicado el 11 agosto 2015 por Cronicasdmm

Crónicas del Magín Milenario

EPISODIO 1

“La Venganza”

El Sol se ha escondido dejando una oscuridad total, la ciudad está totalmente en ruinas, sin señales de vida humana y vegetal solo hay destrucción, muerte y un fuerte hedor a putrefacción. Edificios en llamas, calles y avenidas totalmente destruidas y llenas de escombros. El cielo está cubierto de densas nubes negras que dejan caer lluvia ácida la cual carcome toda la superficie. La tierra negra, sin vida, y donde antes había personas, hay cadáveres, donde antes había árboles ahora solo hay fuego, donde había autos ahora hay chatarra humeante y a lo lejos, donde se ve un gran castillo en ruinas, se ven cientos de destellos de luz que aparecen y desaparecen en diversos lugares.

–   ¿Qué será? No puedo pensar ya que el frío que siento me hace temblar, no sé si de frío o de miedo ya que… ya que no sé dónde estoy ¿Qué es esta oscuridad? –En eso ve a cinco sujetos que pelean contra un ser de luminosidad azul. – ¿Qué es lo que mis ojos ven? ¿Quiénes son esos cinco sujetos iluminados por auras de colores? ¿Por qué pelean contra ese ente? ¿Por qué, por qué siento que esto es real y aún así me estoy alejando de ellos?– El joven de corto cabello castaño oscuro, vestido con un pijama azul, de aspecto delgado, siente que una fuerza lo aleja de aquellos sujetos, se aleja tan rápido que lo único que alcanza a escuchar es una voz sutil que le dice.

–  Pronto, pronto sabrás las respuestas.

CAPITULO 1

“Imágenes extrañas”

Ciudad de Santiago de Chile. Lunes 4 de Julio del 2191, 06:02 AM.

Es el inicio de un nuevo día en la ciudad de Santiago, pero este nuevo día no es percibido por Alexis Astorga, un joven de 11 años de edad, de cabello castaño oscuro que duerme plácidamente en su cama. Su habitación está a oscuras, producto de las cortinas que impiden que la luz entre. De pronto, la televisión se enciende iluminando un poco la oscura habitación permitiendo apreciar la cómoda, un tanto el closet, una computadora y un vídeo grabador cercanos a la televisión. El sonido que produce la televisión hace que Alexis algo molesto se tape su cabeza con las mantas, pero después decide destaparse y mirar al techo y pensar.

 –  Cada día tengo sueños más raros. – Luego se sienta en la cama, se rasca la cabeza y bosteza de buena manera para después sacarse la parte de arriba del pijama, quedando vestido solo con una camiseta blanca y la parte de abajo del pijama. Después se pone de pie en plena oscuridad, al hacerlo el piso de madera cruje sin que le llame la atención, va en busca de la camisa del colegio que esta puesta sobre una silla de oficina cercana a su cama. Mientras lo hace piensa.

–  ¿Lo que no entiendo es por qué, desde que cumplí los once años, esto se repite con más frecuencia? Será que algo que me preocupa…uhmm ¿Quién sabe? –Mientras vaga en sus pensamientos, se coloca la camisa blanca de colegio sin prestar atención a la televisión que esta sintonizada en un canal infantil y a un volumen levemente elevado. Finalmente Alexis termina de vestirse, se coloca sus zapatos que están debajo de la cama y camina hasta el interruptor que está ubicado un poco más arriba de la televisión que está encima de la cómoda, al llegar solo basta pasar su mano que es leída por un laser especial y la luz se enciende permitiendo ver un largo mesón que cubre toda la pared que está cerca de la salida, en ese mesón de superficie de madera clara pero gruesa, hay una computadora y al lado de esta hay un par de parlantes, siguiendo un poco más al lado izquierdo, hay un mueble de color negro de compartimentos abiertos donde tiene toda clase de libros del colegio y algunos muy viejos, antiguos CD de música de anime y un teléfono muy antiguo que está a un rincón. Al parecer Alexis era un admirador de objetos del siglo XX, era una de sus pasiones. Arriba de la cabecera de la cama hay un cuadro de un dibujo de una chica que esta vestida con un hermoso vestido de gala color violeta, esta tiene el cabello color lila y sus ojos son de color rojo vino, de mirada tierna e inocente y de nariz pequeña y respingada. Arriba a un costado del cuadro está el nombre de esa joven llamada “Rei” que es nada menos que una de las protagonistas de una serie de Animación Japonesa muy famosa de a finales del siglo XX.

Ya vestido con el uniforme de su colegio que está compuesto por una camisa blanca, pantalón azul marino, un chaleco tipo vaquero de color rojo sangre y zapatos de color negro azulado. Recoge su mochila de color roja con negro, la cual está encima de unas pesas, luego apaga la televisión usando su control remoto. Al momento de hacerlo su visión cambia radicalmente encontrándose en una tierra desolada, cubierta de una densa oscuridad, donde solo puede ver sus manos, inmediatamente después alza la vista y ve a esos cinco sujetos pero solo sus contornos iluminados por colores, pero la visión es algo fugaz y nuevamente se ve en su cuarto sacando su “Keigogi” (Traje para practicar Karate) del closet y luego vuelve a apagar la luz, sin antes decir.

–  Solo son sueños, ¿Pero por qué me siento nervioso? –Alexis se presta a bajar al primer piso, el cual está totalmente iluminado. Al bajar, va al baño que está casi frente a la escalera pero ve que está ocupado, entonces se sienta en la silla a esperar, al momento de sentarse, la puerta del baño se abre y de ella sale una persona de unos 41 años, de aspecto trabajador, recién afeitado, de cabello ondulado de color negro algo canoso, vestido de jeans clásicos y camisa blanca con líneas de colores. Cuando esta persona sale, mira hacia donde esta él y mira el Keigogi y le dice.

–  Buenos días hijo. ¿Tienes práctica después de clases? –Alexis ve a su padre y con rostro soñoliento le contesta.

–  Hola papa, si tengo práctica así que creo que llegare tarde. ¿Ya salió del baño? –Su padre que se llama René Astorga, le contesta que sí, y entonces Alexis entra al baño para lavarse. Al entrar se ve en el espejo y con su pie derecho cierra la puerta.

Después de salir del baño, mira la escalera, luego vira hacia la mesa y se encuentra con el desayuno servido por su padre que luego de abrir la puerta principal se despide diciendo.

–   Adiós, nos vemos en la noche. ¡Ah! Y que te vaya bien en tu práctica como en el colegio. Cuídate mucho hijo. –Alexis se despide de su padre, después muy tranquilo, se presta a encender la televisión y comienza a desayunar mientras ve, con mirada soñolienta el mismo canal infantil que tenía sintonizado en su cuarto. Media hora después, una mujer, de unos 39 años, de cabello castaño claro y ojos café, vestida con una bata blanca, toda desaliñada, sale del cuarto que esta frente al baño. Antes de entrar, saluda a Alexis con la mano, diciendo.

–  Hola hijo, buenos días. –Alexis recién le presta atención ya cuando su madre ha entrado al baño.

Luego de unos minutos, ya está listo para irse al colegio, se coloca el terno que tiene el escudo de dicho Instituto escolar. Este signo está compuesto de un triángulo dorado con un libro abierto por un lado y un ramo de trigo por el otro, estaba en eso cuando escucha por televisión algo relacionado con una protesta que hará el día de mañana la CUT pero no presta mayor atención ya que su madre le dice que habrá mucho tráfico mañana. Luego de colocarse el terno hecha su Keigogi a la mochila, se coloca los audífonos y enciende su reproductor de imtX sin antes despedirse de su madre que está en bata desayunando, cerrando consigo la puerta principal. Al momento de hacerlo y salir hacia fuera ve un sobre en el piso, se inclina y lo recoge para ver el destinatario de la carta, y se sorprende al ver unas letras antiguas de color azul con brillo que formaban su nombre, esto lo extraña ya que no suelen llegarle cartas, a excepción de esa vez que su prima, que vive en el norte del país, le mando una. Alexis decide no abrirla, es más se la guarda en un bolsillo del terno y se dirige a la reja del ante jardín, algo lo hace devolverse nuevamente a la puerta principal, la abre entrando con sorpresa a la casa. Ve que esta su mama en el comedor y aunque se cruzan la mirada nada se dicen, es más Alexis sube la escalera y se dirige a su habitación, enciende la luz y busca en su closet, de ella saca su espada de kendo. Rápidamente apaga la luz y baja por la escalera casi corriendo, se despide de su madre con un beso en la mejilla y se va, ella al verlo tan apurado le dice.

–  Nunca cambiaras. Siempre serás el mismo niño distraído de siempre. –Su hijo solo atina a sonreír y luego sale para caminar hacia la reja pasando por el lado del jardín que está adornado de cientos de flores de todos los colores, Alexis no le presta atención a las flores solo abre la reja y luego la cierra consigo, harto seguido pronuncia PLAY y su imtX comienza a sonar en sus audífonos escuchándose una bella canción cantada por una melodiosa y bella voz de una mujer. Esta canción tranquiliza y da nuevas vibras al espíritu de Alexis, dándole también una sensación muy agradable pero muy difícil de describir. Su rostro se vuelve muy sereno mientras camina por el pasaje donde vive, estaba por salir hacia la calle cuando de pronto dice PAUSE, se saca uno de los audífonos y mira muy seriamente hacia el lado izquierdo donde se puede ver a lo lejos un cerro cubierto de un verde muy oscuro, llamado San Cristóbal, su mirada se torna extraña como si se preguntara el motivo de por qué ha mirado hacia el cerro. Pero luego le da lo mismo y vuelve a colocarse el audífono en el oído y pronuncia PLAY, y así se va, recorriendo todo el lugar por donde vive. Pasa por el lado de una cancha de fútbol de tierra, que está al frente de donde vive, luego pasa por el frontis de una escuela de mujeres para después cruzar hacia la derecha, a unos departamentos y caminar, hasta llegar a la calle principal, la cruza para llegar al paradero de transporte donde mucha gente espera el transporte público, Alexis se instala entre la gente, ve hacia el frente hacia la plaza donde está la iglesia de la población. En eso algo lo hace nuevamente decir STOP en su imtX, se saca el audífono derecho del oído, y ve nuevamente al cerro San Cristóbal pero al ver que llega el autobús, se vuelve a colocar el audífono en el oído, dice PLAY y sube al autobús.

Alexis estudia Sexto Básico en el Instituto Politécnico de Enseñanza Completa Metropolitano de Santiago, más conocido como IPECMS que se encuentra a los pies de la pre-cordillera, alejado del mundanal ruido de la capital. Entre el Instituto y su casa hay un viaje de aproximadamente una hora y media en autobús la cual se cumple a cabalidad y al bajarse del autobús, junto a otros estudiantes, comienza a caminar por una calle rodeada de césped seco, en ese camino solo se encontraban estudiantes con el mismo uniforme y nada de autos ni otras personas con diferentes vestimenta, solo estudiantes. Estaba caminando por ahí, muy serenamente, cuando de pronto y por tercera vez dice STOP, se saca su audífono izquierdo del oído y ve hacia la pre-cordillera y aunque no entendía la extraña sensación que sentía decide continuar y en tal solo diez minutos de caminata llega a la entrada del Instituto donde muchos estudiantes, niñas, niños, jóvenes, se aglomeraban. IPECMS tiene una edificación que desde el cielo parece una S, de paredes café rodeada de áreas verdes. La entrada principal esta al fondo donde termina el Edificio junto al gran escudo del instituto, cuando Alexis camina a ese lugar, mira hacia las ventanas del cuarto piso donde solo unas ventanillas pequeñas se pueden ver, en eso ve a un pájaro rojo que surca por el techo del Instituto. El pájaro le llama la atención y eso hace que pase a llevar algunos estudiantes que se dirigían al mismo lugar que él. Al entrar, sube de inmediato al segundo piso, pero en eso choca con una niña a quien se le caen los libros que llevaba. Alexis los recoge mientras deja su espada de madera en el suelo, esta niña de perfume suave y cabello rubio que le llegaba hasta el cuello, se fija en la espada y le pregunta.

–  ¿Oye prácticas Kendo? –Alexis mira a la niña de cabello rubio de bellos ojos verdes y con harta rapidez mira el cuerpo esbelto de la joven, en eso escucha la voz sutil de ella que le dice.

–  Perdona no me he presentado, me llamo Susana Alvarado y curso en 5º C ¿Tú cómo te llamas? –Alexis un poco nervioso le contesta.

–  Yo me llamo Alexis Astorga y estoy cursando 6º A. –Susana le contesta, mientras le da la mano, Alexis acepta con gusto, mientras la chica le dice.

–  Mucho gusto Alexis, gracias por haberme ayudado a recoger mis libros. ¿Oye no te importa, pero practicas el Kendo, no? –Los dos se colocan de pie, Alexis recoge su espada de madera la mira por unos instantes luego mira a Susana y le contesta.

–  Sí hace tres años que practico Kendo ¿Por qué lo preguntas? –Susana le dice “que por nada” y luego se va. Alexis la sigue con la mirada y luego cuando desaparece de su vista, se da vuelta hacia el frente y dice.

–  ¿Qué onda? –Siguiendo su camino, llega al tercer piso, luego se presta a caminar por el pasillo, mientras lo hace ve las palmeras que se alzan hacia más arriba del cuarto piso, ve a los estudiantes que siguen en el patio central esperando la hora para ir a sus respectivas salas. Minutos después llega a la sala de clases, entra sin saludar a algunos de sus compañeros que ya están adentro y se sienta en su puesto. Al lado de su puesto esta un joven de contextura algo obesa, de pelo liso color negro y ojos marrones, este lo mira y le dice.

–  Oye Alexis, ten cuidado. –Alexis extrañado por lo que escucho de su compañero le pregunta.

–  ¿Por qué Alejandro? –Este le contesta con otra pregunta.

–  ¿No estabas conversando con esa chica? –Alexis recuerda el rostro de Susana y luego le contesta.

–  ¿Y qué tiene de malo conversar con ella? Es una simple chica. –Alejandro algo preocupado se acerca más a Alexis y le dice en voz baja.

–  No es cualquier chica. Ella es la novia del campeón de Kendo del Instituto. Me refiero a José Salinas, el que está en séptimo B. –Alexis se queda en silencio, pero después mira a Alejandro y le dice.

–  Yo no participo en esos torneos así que muy campeón que sea para mí solo es un aprendiz. –Alejandro muy sorprendido le dice.

–  ¿Cómo puedes decir eso? –Alexis se extraña por las palabras de su amigo, lo mira y le pregunta.

–  ¿A qué te refieres? –Este le contesta.

–  ¡Claro! Tú nunca has querido participar en el torneo del Instituto… ¿Además no sé por qué? –Alexis mira hacia el frente de una manera muy tranquila y sin ver a su amigo le dice.

–  No lo sé. –Lo piensa y luego mira a su amigo y muy tranquilo le dice. -Supongo que no me nace participar. –Después se coloca de pie para después decir. -Además no me interesa su novia, más que mal las chicas son todas iguales. -Alejandro sonríe diciendo.

–  Sí en eso tienes razón las niñas de ahora son unas bestias chupadoras de dinero. –En eso un cuaderno golpea con algo de violencia la cabeza de Alejandro. La causante es nada menos que una compañera de clases, de bonita figura, que usa unas gafas de color café, de cabello castaño claro y ojos verdes, esta, muy molesta le dice a Alejandro.

–  Conque chupadoras de dinero, eh. ¿Qué te crees al decir que todas somos así? –Alejandro muy nervioso pide ayuda a Alexis, pero este ya no estaba en su puesto, lo busca con la mirada hacia la pizarra y ahí estaba, caminando con sus manos en los bolsillos del pantalón yendo hacia la salida de la sala.

–  ¡Alexis! ¡Oye ayúdame, no me dejes solo! –Alexis sigue caminando en forma lenta, con las manos en los bolsillos, en eso mira a Alejandro y le dice con una sonrisa entre labios.

–  Eso no me concierne. –Alejandro un poco mal humorado dice.

–  Alexis no seas malo, mira que esta… –Pero este vuelve a ser golpeado por la chica que molesta le dice.

–  ¡Oye tengo nombre okey, y ese es Karla Brant y que se te meta en tu cabeza machista! –Mientras ellos arreglan sus diferencias. Alexis ya fuera de la sala, posa sus brazos en la baranda del pasillo, mirando fijamente un cerro pequeño llamado Cerro Cordillera y mientras lo hacía piensa.

–  No me gusta participar en torneo, si eres bueno te rodea mucha gente, no me gusta eso y si pierdes… –Su mirada se vuelve intensa hacia el cerro mientras se pregunta. – ¿Qué raro, por qué siento que algo va a pasar? –En eso llega otro compañero de clases, de contextura delgada, un poco robusto, cabello ondulado, ojos café y de mirada soñolienta. Este lo saluda, y Alexis responde al saludo con su mano izquierda. Su amigo lo ve como si estuviera en otro mundo, se acerca y le pregunta.

–  ¿Té pasa algo? Té noto cansado –Alexis le contesta.

–  No nada Fernando, pero últimamente algo me hace ver… –Alexis se queda en silencio, baja la vista y Fernando al verlo le pregunta por su actitud y es ahí cuando Alexis le contesta con una mirada tranquila. -Mejor te lo digo después… Ahí viene el profesor. –Fernando queda curioso pero después ambos entran al salón de clases. Alexis iba a hacerlo, pero algo nuevamente lo hace ver hacia el cerro y ve que muchas aves salen revoloteando, un segundo después vira su vista hacia la sala y entra junto con el profesor.

En pleno descanso, Alexis esta solo en la azotea admirando la belleza del cielo, en eso escucha los pasos de una persona que se va acercando, a pesar de que escucha los pasos no se da vuelta pero los pasos se sienten más y más cercano y aun así no se da vuelta hasta que escucha una voz aterciopelada, muy dulce y refinada, que le pregunta.

–  Oye disculpa. ¿Tú eres Alexis Astorga, verdad? –Alexis se voltea a mirarla y ve a una niña de cabello color rubio, pero de un tono muy claro que hace parecerlo de color blanco y de ojos azules. La niña de por sí es un poco más pequeña en estatura que Alexis pero parece que es de su misma edad, este extrañado por la apariencia dulce de la niña, la cual no ha visto nunca en el colegio, le pregunta.

–  Yo soy Alexis y tú ¿Cómo te llamas? –La pequeña niña le contesta.

–  Mi nombre… tú ya lo sabes. –En eso despierta, algo exaltado, encontrándose solo, de pie en la azotea del Instituto. Al ver que está solo, se toca la frente que está un poco sudada, y luego dice.

–  De nuevo la misma niña. ¿Por qué sueño con ella cuando estoy aquí? –Alexis mira la hora y se fija que ya está retrasado para su próxima clase. Por eso baja rápidamente al cuarto piso, en eso se le une otro joven que parece ser un poco mayor que él, y mientras bajan por la escalera, este se presenta.

–  Hola me llamo Jorge Guajardo mucho gusto. –Alexis también se presenta pero a la rápida sin fijarse en ninguna característica de Jorge, al llegar al cuarto piso, los dos se separan y a lo lejos se despiden. Luego se dirige corriendo a la sala de clases, se presta a bajar al tercer piso; al llegar, ve a lo lejos a Susana que estaba acaramelada con quien aparentemente es su novio José Salinas, ambos están sentados en un banco en el patio. Alexis al verlos coloca una mirada de desagrado y dice.

–  ¡Váyanse a una habitación privada por favor! ¿Esos no deberían estar en clases? ¿Pero que estoy diciendo? Yo también debería estar en clases. –Instantes después Alexis llega a la sala, estaba por abrir la puerta cuando escucha la voz de aquella niña que se le apareció en la azotea, que le dice.

–  No te preocupes, todo estará bien. –Alexis queda mirando fijamente la puerta y después la abre, llegando justo cuando la clase estaba por comenzar.

En plena clase de lenguaje.

Alexis mira hacia la ventana que está al lado a unos metros de él y sin darse cuenta escribe en su cuaderno la letra N, pero algo lo hace soltar el lápiz que cae sobre el cuaderno produciendo un intenso ruido y todo a su alrededor cambia. Encontrándose en un lugar lleno de soledad, lleno de destrucción y muerte se ve a él mismo parado frente a un paisaje de desolación y devastación, se fija que toda su ropa está totalmente rasgada y no estaba solo, cinco personas más estaban, solo a unos paso frente a él, pero todos se ven borrosos, después los cinco se encienden en fuego de colores, al pasar eso, inmediatamente el piso se cubre totalmente de sangre, en segundos todo el lugar es iluminado con una intensa luz dorada, Alexis muy sobresaltado despierta lanzando un grito ensordecedor, al abrir sus ojos, se ve de pie y a sus compañeros que lo miran con extrañeza y burla, luego ve al profesor, que preocupado le pregunta.

–  ¿Alexis té pasa algo? –Este muy agitado y algo vergonzoso le contesta.

–  No, no pasa nada. ¿Perdone profesor, pero puedo ir al baño? –El profesor le da permiso pero antes le dice en forma muy seria.

–  Ultima vez. –Alexis muy ruborizado le promete que no volverá a pasar. Al salir de la sala corre haciendo oídos sordos a las burlas en la sala y llega al fondo del pasillo donde está el baño, entra e inmediatamente se detiene en el lavamanos, se mira en el espejo y se dice a sí mismo como si buscara una respuesta en su rostro reflejado en el espejo.

–  ¿Qué me pasa? Por qué sueño esto ahora, solo lo hacía en las noches o en la azotea pero nunca en clases. –De pronto siente un fuerte dolor en la cabeza que lo hace caer al piso bruscamente, y en su mente aparecen con mucha velocidad miles de imágenes, es tal la velocidad que no puede verlas, no puede distinguirlas. Estas imágenes van produciendo un intenso dolor que se hace casi insoportable y de pronto despierta muy sudado y temeroso, de pie frente al espejo, al verse tan asustado, se pregunta.

–  ¿Qué… qué… que me pasa, que es esto, que es? –En eso escucha la misma voz hermosa y aterciopelada que escucho antes, que le dice.

–  No te preocupes todo estará bien. –Extrañamente la voz tranquiliza enormemente a Alexis, llenándolo de alegría y tranquilidad, después de que se lava su rostro regresa al salón de clases, esta vez más tranquilo y extrañamente sin recordar nada

Continuara el 17 de agosto…

Derechos de propiedad de obra literaria reservados.

Crónicas del Magín Milenario episodio 1 (c)

2014


1- Crónicas del Magín Milenario. EPISODIO 1 “La Venganza”

Volver a la Portada de Logo Paperblog