Alaska, 3 d'octubre de 2018,
Entre una foto y otra han pasado 10 años. El 28 de enero de 2008 escribí mi primer post en un blog al que llamé Educador social en Alaska. Lo que ha pasado desde entonces con ese blog ni mi hermano Rafa ni yo podríamos haberlo soñado siquiera. Que del blog saliera un libro, podía pasar. Que nuestra compañía, Factoría Los Sánchez, convirtiera en obra de teatro aquellos textos también entraba dentro de lo posible. Que estrenáramos la obra en Cataluña y que después girara por toda España ya fue un puntazo. Pero que 10 años después, temporada tras temporada, siga colgando el cartel de “Entradas agotadas”, perdónenme, pero es que es pa cagarse. Yo creo que hay tres razones que explican este éxito inaudito. La primera es el talento descomunal de Rafa como intérprete (sí, ¿qué pasa?, es mi hermano, ¿y?). Hace ya años que no interpreta a Quique, el personaje principal: es Quique. La segunda es la sala Almazen, el teatro que nos abrió las puertas hace 10 años. Hemos representado Educador social en Alaska en algunos de los mejores teatros de España, en universidades y en Palacios de Congresos. Pero nada como esa pequeña joya instalada en el corazón del Raval. Y la tercera razón es, como no, el público, que aunque sea un topicazo, ha hecho suya la obra desde el primer día. Puedes controlar algunas cosas de una obra de teatro, pero el cariño y el entusiasmo el público te lo da o no te lo da. Y nosotros hemos tenido una suerte que es la leche. Joder, que hay gente que la ha visto hasta cuatro veces y dicen que no se cansan de verla. Gracias Rafa. Gracias Almazen. Gracias, muchísimas gracias, querido público.
Todavía conservo la costumbre de enviar un whatsapp -antes lo llamaba porque el wats no existía,-para preguntarle a Rafa como ha ido después de cada función. Solo puedo decirles que, después de 10 años, todavía me emociona cuando mi brother me escribe: ¡Brutaaaaaal!
El 5 de octubre volvemos al Almazen. Nos vemos en el teatro.
Foto: Vicente A. Jiménez
http://factorialossanchez.blogspot.com