Al otro día, después de las 10 de la mañana, el Sol hace despertar a las flores que abren sus petalos para recibir la luz de ella, los rayos entran a la habitación de Alexis que ya es dado de alta y abandona la habitación y el hospital vestido con unos jeans plomo, camiseta azul marino, y zapatos café. Sale del hospital en compañía de su padre que esta vestido con un pantalón café y camisa blanca a rayas muy delgaditas de colores verdes, negro y amarillo. Cuando los dos salen del hospital. Alexis siente los rayos del sol y esto hace que se cubra su rostro para ver mejor el Sol, hacia días que no veía el Sol tan brillante. Luego el padre y el hijo entran a un auto azul enviado exclusivamente por la Armada, al momento de entrar su padre le dice.
– Bueno ahora iremos a la casa para que pases el día con nosotros. –En el viaje Alexis se da cuenta que en dos semanas que no salió del hospital toda la ciudad había recobrado su actividad, ahora había más gente, algunos estaban con ropa de civil y otros de uniforme, su padre le dice que ya no es obligación estar de uniforme que si uno quiere puede usar ropa de civil. Alexis le dio mucha alegría y una extraña nostalgia ver que lentamente la ciudad estaba volviendo a la normalidad como si esos días oscuros habían quedado atrás. En eso recordó su casa y donde él vivía y por eso le pregunta a su padre en qué condiciones esta su casa, su padre le contesta que todo está normal, que con los adelantos que hay ahora todo se reconstruyo en dos días. Alexis al saber esto se tranquiliza y ve hacia fuera de la ventana más tranquilo, como si esas palabras le sacaran un gran peso de encima, en eso su padre le dice.
– Mañana por la mañana iremos a la base, ahí conocerás a Orean, espero que no te asustes al verlo, es un buen tipo, muy amable. –Alexis sin saberlo comenzaba a sentir ganas de conocer al tal Orean, pero bueno llegara el día pensó. Luego su padre le pregunta. – ¿Alexis leíste la lista de útiles? –Alexis se extraña por tal pregunta y por ello pregunta.
– ¿Cuál lista de útiles? – Su padre le contesta.
– Tienes la carta ¿Cierto? –Alexis busca en su bolso y la saca de uno de los bolsillos, su padre toma la carta, abre el sobre y luego saca una hoja, la desdobla, la lee y luego saca otra del sobre, la desdobla y la lee y luego se la pasa a Alexis y este la lee.
– A ver… Tres túnicas simples de trabajo (Negras con ribetes blancos), un par de guantes de piel de Urok. ¿Padre que es Urok? –Su padre le contesta con mucha naturalidad.
– Es una piel de una bestia, es bastante resistente y muy abrasadora. –Alexis levanta los hombros como si dijera bueno, después sigue leyendo.
– Ocho Uniformes oficiales de Rosswood. 4 de verano y 4 de invierno. Tres “Keigogi” blancas con cinturón blanco, zapatillas de batalla (negras). Eso del uniforme no me queda claro pero debe ser el mismo de siempre, a ver, ahora los libros… pero que larga lista:
– Libro “Reglamentario Nivel 1” de Ambrosio Marbel
– “Historia del Pensamiento Universal” de Tomás Adamo
– “Guía contra las Artes Oscuras Nivel Básico” de Rolando Wishkins
– “Lenguajes de la mente” de Miranda Paleta
– Libro de “Hechicería básica” de Albert Imanori
– “Hierbas y Plantas, todo un Paraíso” de Daniel Laghi
– “Historia de la Magia” de Maribel Osardon.
– “Astros del Universo” de Carlos Valdivia.
– “Ciencias Oscuras” Volumen I de Lucifer Balpo
– “Todo sobre las Artes Manticas” de Augusto Grandior
– “Todo sobre las Artes Marciales y sus secretos” de Jasón Lee.
– ¿Padre estos libros son caros? –Su padre lo mira y le contesta.
– No te preocupes por eso.-Y Alexis prosiguió leyendo la lista de útiles.
– 1 Espada de hoja curvada dorada de 30 centímetros de largo sin filo, 1 Alfombra de terciopelo blanco unipersonal. 1 juego de frascos y tubos de vidrio, 1 juego de protectores negros, 1 Piedra Astral. ¿Piedra Astral, que es eso? –Su padre le contesta.
– Es tu piedra hermana, para que lo entiendas mejor, te daré como ejemplo los Magos que usan una vara de madera para hacer sus conjuros, en cambio los Magín usan una Piedra Astral, la cual ayuda a intensificar los poderes mentales de él que la usa. –Alexis ve la hoja y ve que también necesitara una vara mágica, le pregunta a su padre de por qué la vara a lo que su padre contesta.
– En la Academia Rosswood se enseña ambas artes, casi siempre la piedra y la vara vienen juntos. –Alexis sigue leyendo y ve que puede llevar una mascota de pequeño tamaño ya sea un gato, sapo, hámster, etc.
– ¿Papa aquí dice que tengo que llevar una mascota? –Su padre lo mira y le contesta.
– Pues claro, así que anda pensando en una. –Alexis piensa que es un problema pensar en ello, pero ya verá cuando vaya de compras, pero…
– ¿Pero dónde comprare todo esto? –Su padre solo sonríe ante la pregunta para después contestarle.
– ¿Dónde lo compraras o donde debes ir para conseguir todo eso? Esa es la pregunta correcta hijo mío.
Después de una hora y media de viaje llegan a la casa, y se bajan del auto. Alexis, al bajarse, ve hacia el lugar donde ocurrió la batalla, ve que todo estaba como si nada hubiera pasado pero en eso los recuerdos de aquella batalla se le vienen a la mente, fugazmente vuelve a ver lo tranquilo que esta el lugar, pero los recuerdos lo entristecen un poco, luego se acerca a la reja, la abre pero esta no abre, mira a su padre y este trata de abrirla pero no se abre, al no abrirla piensa.
– ¿Qué raro? Por qué está cerrada ¿Abran salido? –Alexis mira a su padre que saca la llave de su bolsillo y abre la reja, el primero en entrar es Alexis, luego lo hace su padre. Alexis al no escuchar ningún ruido le dice a su padre.
– Parece que no hay nadie papa. –Su padre lo mira, decide con su llave abrir la puerta, pero al sentir que esta con llave la puerta concuerda con él diciendo.
– Tienes razón. ¿Pero les dije que iba a buscarte al hospital? ¿Que habrá pasado? –Alexis se entristece un poco al ver que no hay nadie en la casa. Su padre al verlo baja la vista en silencio, luego abre la puerta y al no ver a nadie en el pasillo ni escuchar un solo sonido, se preocupa, Alexis cabizbajo decide pasar primero y al momento de pasar un gran grito se hace escuchar.
– ¡SORPRESA! –Alexis queda perplejo al ver a toda su familia, seres queridos y amigos en su casa, recibiéndolo con una fiesta sorpresa. Su sorpresa es tal que no atina a nada, ni siquiera a abrazar a su madre ni a su hermano que lo abrazan con un cálido abrazo pero después despierta y una gran sonrisa aparece en su rostro. Y así abraza a sus seres queridos uno por uno, y cuando estaban en el brindis por el regreso de Alexis, este se percata de la ausencia de una persona en especial pero aun así se hace que no ve nada y después brinda con su familia y amigos y seres queridos, en eso ve a Jim y le pregunta.
– Oye no veo a Katherine. –Jim se le queda mirando y luego le contesta.
– Está enferma, eso nos dijo Francisca. ¿Pero por qué preguntas por ella? –Alexis lo mira y algo nervioso le contesta.
– No por nada, pensé que… –Alexis mira a Jim que parecía no creerle mucho.
– Ah no me hagas caso… ¡Salud! –Alexis toma todo el contenido del vaso y luego va en busca de otro vaso aunque solo era para escapar de las preguntas de Jim quien quedo con muchas dudas.
La fiesta de despedida de Alexis duro todo el día, a las dos de la tarde se sirve el almuerzo que consiste en nada menos que un buen asado de todas las variedades, y para más tarde una buena once con galletas y refrescos y una torta de piña, la fiesta de pronto decaía, pero luego volvía a prenderse y todos lo pasaban muy bien.
En la noche, y aunque la fiesta seguía en su apogeo. Alexis decide estar solo en el ante jardín tomando una botella de refresco, mientras la música suena fuerte y pegajosa adentro de la casa pero para Alexis es mucho mejor mirar las estrellas, algo que no había hecho con tanta tranquilidad desde hace días. En eso escucha la voz de Susana que le dice.
– ¿Alexis que estás haciendo aquí tan solo? –Este la ve y se fija que lleva una botella de refresco, luego mira hacia el cielo estrellado y le dice.
– Estoy mirando las estrellas, esta será la última vez que pueda verla desde mi casa. –Susana se le queda viendo, su mirada resplandece al ver a Alexis que mira fijamente las estrellas. De pronto este mira a Susana y esta se sonroja y oculta su mirada. Alexis en tanto vuelve a mirar hacia el cielo nocturno y ella con voz nerviosa le pregunta.
– ¿Sientes miedo? –Alexis escucha la pregunta y mira extrañamente a Susana que repite la pregunta a lo cual Alexis contesta.
– ¿Miedo? ¿Por lo que voy a pasar? –Susana asiente con la cabeza y Alexis sigue hablando. –Miedo… no es la palabra, es más siento pena por no estar con ustedes en la Academia, yo solo iré a Rosswood a aprender cosas que ni siquiera sé que son. Según mi padre es un mundo nuevo que conoceré, pero… –Alexis vuelve a mirar las estrellas pero Susana solo se le queda viendo en forma muy tierna mientras él vuelve a hablarle. –….ahora que pienso en ello siento un poco de temor, temor a que se hayan equivocado de las habilidades que ellos creen que tengo. –Susana le toma la mano y luego lo mira con ternura y dice.
– Ellos no están equivocados. Tú eres tan habilidoso en las peleas y a tu edad, nadie tiene esas habilidades, creo que en ese mundo encontraras a personas con tus mismas habilidades y quizás algunos que te superen. –Alexis mira a Susana y esta se le queda viendo también, luego ambos dirigen sus miradas al cielo estrellado y en eso pasa una estrella fugaz cruzando el cielo, los dos la aprecian en su esplendor y sin soltarse las manos.
Capítulo 9
“Salón de los 88 Arcanos”
Y llega el día tan esperado y Alexis ya está listo para irse a la Base Centenario, su casa temporal, hasta que llegue el día donde deba partir a la Academia Rosswood. Con equipajes en el piso, Alexis se despide de su familia, y la primera persona con quien lo hace, es su madre quien algo sensible le dice.
– Prométeme que te vas a cuidar. –Alexis mira a su madre para decirle en una forma muy atenta.
– Descuida mama, me voy a cuidar, no se preocupe, nos vemos en navidad –Ella abraza con fuerza a su hijo y le dice.
– Eso espero, eso espero. –Alexis se siente muy cómodo en los brazos de su madre, le da tiernas palmadas en la espalda y luego se separa de ella, después abraza con fuerza a su abuela quien no para de llorar, luego abraza a su abuelo quien le dice al oído.
– Muchas cosas tendrás que saber, cosas de tu familia y de ti que no sabes… aprenderás habilidades que no imaginabas que podías hacer, espero que lo logres, Te quiero mucho Alexis. –Alexis no entendía mucho el mensaje de su abuelo pero igual sonríe y después entra al auto mientras su padre guarda su maleta en el portaequipaje del auto. Su hermano mayor ya está sentado en el asiento del copiloto. Alexis entra al auto y su hermano de inmediato le dice.
– Alexis hay algo que no te he contado de Orean… –En eso entra su padre que les dice.
– Bueno todo listo… nos vamos. –René decide quedarse en silencio dejando a su hermano menor con el medio signo de interrogación. El papa de Alexis enciende el auto y este lentamente parte y Alexis mira hacia atrás, por la ventana, su casa, lugar donde se crío y que nuevamente abandona para ir a la base Centenario. En eso su padre le pregunta a René.
– ¿René nos acompañaras a la base o te dejo en la Biblioteca Nacional por tu tarea? –René lo piensa un momento y luego contesta.
– Creo que los acompañare, total también debo ir a…. ¿Alexis esos no son tus amigos? –Alexis presta atención y ve a Jim acompañado de Patricia y Barler. Sus amigos que se acercan al auto que se detiene. Alexis abre la ventana y Barler le dice.
– Oye Alexis, te estaremos esperando, así que no te pierdas. – Le sigue Jim que le da un apretón de manos a través de la ventana.
– No te olvides de nosotros. – Alexis les dice desde la ventana del auto.
– Descuiden, pórtense bien. – Sus amigos le dicen.
– Igualmente. – El auto nuevamente parte saliendo al pasaje “El Álamo” para luego doblar hacia la izquierda en dirección a la calle principal “E.S Raimundo”. Al momento de que el auto dobla, Alexis escucha una voz conocida para él que viene de atrás y lo hace ver a esa dirección.
– ¡Alexis, Alexis!– Era Katherine quien vestida con un largo vestido color blanco le grita mientras corre para alcanzar el auto. Alexis abre la ventana, saca su cabeza y le dice a viva voz.
– ¡Adiós Katherine, cuídate mucho! –Katherine se detiene y muy sonriente y con la mano despidiéndose a lo alto ve como el auto se aleja y aunque sabe que Alexis no lo escucha le dice.
– Vuelve algún día, para poder tener una cita contigo. –Katherine baja el brazo mientras el auto se va alejando
Media hora después llegan a la Base Centenario, el auto entra a los estacionamientos subterráneos. Ya cuando el auto es estacionado y el motor es apagado. Alexis se baja del auto, lo mismo hace su hermano. Luego sale el padre de ambos quien con llave en mano abre el portaequipaje. Alexis saca su maleta luego caminan pasando por una gran variedad de autos, de todo tipo y colores. En eso un sujeto saluda a René Padre, diciendo.
– René, hombre ¿Cómo estás? –Alexis ve como su padre saluda al hombre que tiene un rostro agradable, de elegante bigote negro, de ojos amistosos color marrón y cabello castaño claro, que viste con el uniforme negro de la Armada.
– Segundo ¿Cómo estás? –Segundo y René padre se dan un apretón de mano, luego Segundo ve a René hijo y luego mira a René padre y le dice.
– Veo que tu hijo mayor se ha puesto muy fuerte. ¿En qué año está en Rosswood? –René hijo es quien contesta.
– Pase a tercer año señor. –Segundo luego mira a Alexis y su rostro cambia como si mirara a alguien famoso.
– ¡No puede ser! ¿René, él, Alexis es tu hijo? –Segundo ve a René padre con una mirada de sorpresa aunque podría decirse que también de impacto mientras el padre de Alexis contesta.
– Así es, es mi hijo menor. –Segundo mira a Alexis, se acerca a él y con el mismo rostro de sorpresa lo saluda con la mano. Alexis contesta al saludo de la misma forma.
– Nunca pensé que el niño que le gano a dos de tres Emuloides Trillizos sea tu hijo menor. –Alexis no sabía que decir, en eso Segundo le sonríe para después decir.
– Conocerte es un gusto Alexis, espero que mi hijo llegue a ser como tú. –El padre de Alexis pregunta.
– ¿Tu hijo? –Segundo le contesta pero sin quitar la mirada a Alexis.
– Así es mi hijo menor fue aceptado en Rosswood. Alexis espero que conozcas a mi hijo. –Luego mira a René padre y le dice.
– Nos vemos René. Mucho gusto en conocer a tus dos hijos, se nota que tienen tu sangre, sangre de Astorga. – Segundo se va hacia el lado contrario a ellos tres. Alexis le pregunta a su padre quien es esa persona pero es su hermano quien le contesta.
– Es un Mago. –Su padre interviene diciendo.
– No es un Mago cualquiera, Segundo tiene un puesto en el Supremo Ministerio del Pensamiento Original Magín, de Magia y Hechicería. Es el Relacionador Público de ese Ministerio con los otros Ministerios de las otras razas, en especial con los Numanos. Es una gran persona pero no tan fuerte, aunque eso dicen. – Alexis le llamo la atención la palabra Numanos, su hermano al verle esa expresión le dice al oído.
– Son seres humanos normales que no tienen poder mental ni poder mágico. –El padre los mira a ambos con una sonrisa y luego les dice a los dos.
– Para mi Segundo es muy fuerte, no lo aparenta en ese rostro sereno que tiene, pero cuando defiende lo suyo es fuerte, muy fuerte. –René le pregunta cómo es que sabe tanto a lo que su padre le contesta. –Porque fue compañero mío en Rosswood al igual que Orean, bueno vamos al ascensor mira que ya estamos en la hora. –Alexis va junto a su hermano, en tanto su padre va un poco más delante de ellos, los 3 se acercan a un ascensor, que está a unos cuantos pasos de ellos, mientras caminaban René le dice a su hermano.
– A pesar de que estoy en tercer año todavía mi padre me sorprende, nunca lo he visto pelear pero tiene un aura inquietante. –Alexis lo mira y veía a su hermano muy serio, luego ve que las puertas del ascensor se abren y el primero en entrar es su papa y luego ellos. Las puertas se cierran consigo. Alexis no siente nada, no sabe si sube o baja y se le vienen los recuerdos de la primera vez que estuvo en la base, aunque esa vez para él todo era extraño, no como ahora, que todo ya lo conoce.
Luego de unos segundos las puertas se abren y los tres entran a un pasillo de piso negro y paredes blancas. Alexis queda impresionado, ya que el pasillo no lo había visto en su corta estadía de apenas un día y medio en la base y el techo era de 4 metros de altura y muy lujoso. Su padre al verlo sonríe para después decirle.
– Este es el último piso, en este piso están las habitaciones más resguardada de la base, es distinto el pasillo por esto. –Alexis no le quedó claro el asunto de la altura del techo, pero no se demoró mucho en saber el motivo de la altura del techo. Lo primero que le llamo la atención fue un sujeto totalmente cubierto de pelo negro pasando frente a ellos. Alexis lo ve caminar como si nada, ya que harto seguido, ve a otro sujeto grandote de unos tres metros de altura. Alexis queda en silencio y su piel se torna muy pálida. Su hermano le dice.
– Ese que está lleno de pelo es un Domersus, es una raza que vive en el Ártico, y el otro es un gigante. Mira acá viene Orean. –Alexis ve hacia donde le indica su hermano y al momento de ver cabello azul y piel blanca, su rostro se enfurece y sin pensarlo se lanza en contra de Orean pero siente un agarrón por la espalda que lo lanza hacia atrás.
– ¿Qué haces, idiota? –Alexis ve a su hermano que lo tiene agarrado de la espalda. Alexis muy molesto le dice.
– ¡Pero es un Emuloide, hay que detenerlo antes de que nos haga daño! –En eso escucha a su padre que le dice.
– ¡No es un Emuloide, es un Amuloide! –Alexis ve el rostro de su padre que muy serio le explica. –Un Amuloide es la fase evolucionada de un Emuloide, ellos no necesitan de trajes para respirar y si los vez mejor parece un humano de piel muy blanca con el pelo teñido de azul y ojos amarillos… yo te dije que Orean te iba a sorprender. ¿O no? –Alexis se queda mirando fijamente a Orean. Lo estudia intensamente con su mirada. Orean ya estaba frente a ellos, este está vestido con una camisa blanca con un chaleco de color café y pantalones negros algo destartalados pero lo que más llama la atención es que mide un metro noventa centímetros y aunque el rostro de Orean es muy amigable al igual que su mirada, este se dirige a René padre para después decirle.
– Veo que no le dijiste René. –Alexis ve a su padre que con una sonrisa le contesta.
– No servía de nada decirle lo que eres, antes de que te conociera. Bueno Alexis él es Orean Aoriano, él es…
– Soy uno de los 7 guardianes de Rosswood, ayudo a Ludendorff en todo lo necesario y además cuido todo lo que se refiere a Rosswood. –Alexis a pesar de escuchar voz tan amistosa no confía en él, en eso Orean lo saluda diciendo.
– Alexis sé que me vez como a tu enemigo, lo sé por tu mirada, pero no soy como los Emuloides, claro mi raza viene de ellos pero somos totalmente distintos y estoy en contra de lo que ellos te hicieron y le hicieron a tus amigos. –Alexis luego escucha a su padre que le dice.
– Así es Alexis, Orean incluso peleo en contra de los Emuloides. –Alexis al ver que su padre y su hermano confiaban (parece ser) completamente en Orean, se tranquiliza y le da la mano a Orean quien recibe el saludo con una profunda alegría a pesar de que Alexis todavía siente algo de desconfianza.
Los cuatro siguen caminando por el pasillo del último piso. Alexis a pesar de que no conocía el último piso de la base estaba más atento a lo que su padre y Orean hablaban, los dos parecían buenos amigos ya que la conversación trataba de tiempos pasados. En eso su hermano mayor le dice al oído.
– Orean Aoriano y nuestro padre, son amigos de infancia, estudiaron juntos. –Alexis ve que las miradas de los dos se centran en Alexis y el primero en hablar es Orean que le dice.
– Alexis ¿Estás listo para ser famoso en Rosswood? Todos en el mundo mágico ya conocen tu nombre. –En eso su padre le dice.
– Déjalo Orean. Alexis ya tiene suficiente con lo que ha pasado. –Orean sonríe y luego le pide disculpas a Alexis, en eso su padre ve el reloj y luego dice.
– Bueno debo irme. Alexis te dejo con Orean, ¿Tu René, vienes conmigo? –René despierta como si estuviera dormido y luego se junta con su padre, luego ambos se despiden de Alexis y se van en dirección contraria a ellos. Alexis luego al ver que sus padres doblan hacia otro pasillo ve a Orean que le dice.
– Bueno vamos a enseñarte tu nuevo hogar temporal, y luego iremos a otro lugar más importante. –Alexis le pregunta el lugar al que van después y Orean le contesta.
– Al Salón de los 88 Arcanos, es importante que debamos ir.
– ¿Qué es eso del Salón de los 88 Arcanos? – Orean le contesta.
– Es un lugar muy especial, no quiero contarte nada, quiero que lo veas por tus propios ojos. –Luego llegan a la habitación y Orean le dice. –Esta es tu habitación temporal, deja tu equipaje adentro y luego iremos a nuestro próximo destino. –Orean saca una tarjeta de su bolsillo la pasa por la ranura y se abre la puerta. Alexis entra y ve una habitación con un gran ventanal donde solo se ven algunas nubes y la punta de un edificio lejano. En tanto Orean le dice.
– Hasta la mañana del 5 de Agosto, esta será tu casa, es algo modesta, no tiene los lujos de otras habitaciones pero… –Alexis se le adelanta diciendo.
– ¿Modesta? Está bien así, es lo que necesito. –Orean se le queda viendo y luego despierta como si algo le llegara a la cabeza.
– Bueno Alexis, es mejor que partamos a nuestro próximo destino, te llamara mucho la atención.
Mientras caminan por el pasillo Orean le pasa la tarjeta del departamento a Alexis, quien la mira y se la guarda en su bolsillo. En el camino Orean le cuenta algunas cosas sobre Rosswood, de sus estudiantes y maestros, oyó nombres un tanto raros y muy extranjeros y cosas q solo pensaba sucedía en los animes. Luego de unos minutos ambos llegan al ascensor, las puertas se abren y los dos entran. Las puertas se cierran y Alexis estaba por decir al primer piso cuando Orean se le adelanta diciendo.
– Piso “Slovo” por favor. –Alexis lo mira con extrañeza. ¿Piso Slovo? ¿Qué piso era, y donde estaba? Alexis vivió unos días en la base y nunca escucho un piso llamado Slovo, donde quedaría se preguntó. O tal vez es una broma pero pareciera que no ya que el ascensor extrañamente siente que están bajando, cosa que no había sentido desde que está en la base. Y el viaje extrañamente abarca a lo menos unas dos horas, por tanta espera, Orean le sigue contando sobre Rosswood y de su director Ludendorff. Ese nombre ya le parecía aburrido, lo nombraban tantas veces y no le decían nada sobre esa persona pero igual le interesaba escuchar, aunque miraba fugazmente el ascensor por que el viaje ya le parecía largo desde un principio.
– Ludendorff aparte de ser un gran Magín es mi mejor amigo. –Alexis lo queda mirando y Orean como si supiera sus pensamientos le dice. –Alexis como tu vez mis orígenes son Emuloides, o sea, ellos aunque no lo creas son algo amistosos pero solo con los que tienen contacto con otras razas, los que no la tienen no soy muy amistosos. –Alexis, que en ese momento sintió una sensación como si estuvieran andando hacia la izquierda, le pregunto.
– ¿Bueno pero tú sabes por qué nos atacaron? –Orean le contesta.
– Realmente no lo sé, eran pacíficos pero con mala fama de ser salvajes, también esa fama decae en nosotros. Por eso no muchos se atreven a hablar conmigo pero Ludendorff es el primero que me ofreció su amistad y el trabajo que hoy ostento sin olvidar a tu padre y a otros que me aceptaron cuando estudiaba en Rosswood. –Alexis en ese momento se da cuenta que a pesar de que recién conoce un mundo nuevo, en ese mundo como en el que siempre ha vivido, existen cosas malas como el rechazo de un ser por sus antepasados o su raza. Dentro de sí Alexis pensó.
– Espero que no todo sea malo en ese mundo. –En eso las puertas se abren y descubre un pasillo cuyo pido esta hecho de adoquines, al parecer muy antiguo. El pasillo era de tinieblas, muy poca luz, y la poca que había era de grandes sirios. Orean hace sonar sus dedos y de ahí aparece una esfera de luz radiante. Alexis queda impresionado le iba a preguntar que había hecho pero Orean le dice.
– Bueno Alexis, bienvenido al Salón de los 88 Arcanos. –Alexis mira hacia el fondo del pasillo y solo ve oscuridad y se pregunta ¿cómo puede ser una Sala si solo estaban en el pasillo y solo había oscuridad? –Orean le dice que sigan caminando y luego le dice.
– Alexis tienes que decir “Salón de los 88 Arcanos (más tu nombre y luego) aquí vengo para ser aceptado” pero bien fuerte y claro. –Alexis mira a Orean, este solo sonríe y luego se para al centro del pasillo siguiendo las indicaciones de Orean y luego dice a viva voz.
– ¡Salón de los 88 Arcanos soy Alexis Astorga, aquí vengo para ser aceptado! –Cuando la voz de Alexis finaliza, una corrida de sirios se encienden así como también el techo que se ilumina con una hilera de fuegos incandescentes, Alexis ve que el pasillo iluminado es completamente de adoquines tanto de murallas de piedra. Cuando Orean y Alexis siguieron caminando vieron que el pasillo de entrada era angosto pero largo, no más de un metro y medio de largo y metro de ancho. A medida que se acercaban al final del pasillo. Alexis le pregunta cuál es la diferencia entre un Mago y un Magín, necesitaba zanjar esa pregunta ya que no estaba contento con respuestas anteriores y Orean le contesta.
– Difícil pregunta, mi buen amigo. Un Mago tiene dotes mágicas que para la ciencia no tiene respuesta, sus hechizos los hace a través de su poder mágico y pociones, en cambio un Magín, nace con dotes mentales o los desarrolla, tiene un desarrollo cerebral que les permite hacer muchas cosas tanto o iguales que los Magos pero con una diferencia. La ciencia acepta a los Magines, pero no lo divulga para mantener el secreto, por la sencilla razón de que sus poderes son gracias al desarrollo cerebral que poseen, en cambio a los Magos no. –Alexis escuchaba con atención pero algo le quedaba en el tintero y se lo hace saber.
– ¿Pero los Magos se llevan bien con los Magines? –Orean baja la vista en señal de la respuesta no era muy feliz.
– No del todo, hay unos que se resisten a aceptarlos. Mira Alexis, como en tu mundo acá existen cosas malas y una de esas cosas es la discriminación de razas. Los Magos y Magines tienen la estúpida actitud, bueno algunos, no todos, de discriminar a una persona por no ser de linaje de una familia antigua de Magos sino por ser mestizos, o sea de sangre sin linaje. Lo mismo pasa con los Magines aunque con menor presencia que en los Magos. Los Magines son una clase que apareció mucho después que los Magos. Al principio los Magos y Magines no se llevaban bien, hubieron toda clases de combates entre ellos a través de los siglos, pero eso es historia. Ahora ambas clases de hechiceros se aceptan en la mayoría de los colegios, aunque no faltan los que conservan sus raíces de enseñar solo un arte pero en sí, la relación entre Magines y Magos ha mejorado aunque siempre hay excepciones al caso. –Alexis queda satisfecho de lo que Orean le contesta, tenía algunas dudas pero pensó que era mejor cambiar de tema ya que Orean pareciera no gustarle hablar de lo malo de su mundo, aunque para Alexis no le llamaba mucho la atención ya que donde hay una persona buena también hay una mala, ese era su pensamiento. –Se iban acercando al final del pasillo y Alexis puede ver a una persona que pareciera ser un guardia que mide casi 1.90 metros, que esta vestido de ropaje color azul cielo y sus manos que son grandes estaba con unos guantes de seda blanco pero su rostro lo tiene cubierto con una capucha azul cielo con un signo bien raro de color rojo. Orean le dice
– Ese es un Inem, son criaturas de la noche que protegen todo aquel lugar sagrado o de riqueza histórica, son extremadamente bondadosos y serviciales pero cuando necesitan proteger riquezas son capaces de convertirte en piedra si te atreves a robarles o a enojarlos. Los Inem no lo veras en ningún libro de numanos porque ellos no los pueden ver ni saber de su presencia, son invisible ante los ojos de aquellos que no tienen poderes. La fama de convertir en piedra y sus voces que no son muy lindas de escuchar hace que muchos les teman o les tengan mucho respeto.
– Ya veo ¿Y por qué las capuchas? –Orean contesta a la pregunta de Alexis, diciendo.
– Es para protegerte de sus rostros sino te convierten en piedra, no sé mucho de la tela pero bueno lo que sí sé es que se comunican de igual a igual con cualquier persona del mundo, conmigo hablan con el lenguaje de los Amuloides, saben millones de lenguas. –Alexis le entro algo de miedo los Inem, pero pregunta si ellos tienen rostros a lo que Orean algo temeroso contesta. –Pero te dije que tienen rostro, solo lo ven aquellos que son convertidos en piedra o por lo que tiene la suerte de ser considerados las personas más valiosas para ellos, si te muestran el rostro son capaces de defenderte de todo incluso de la muerte. Son pocos los que han vivido hartos años por ellos y bueno también haber visto sus rostros y seguir viviendo. –Alexis quedo pensativo, en su mente pensó que si él tendría esa oportunidad de ver sus rostros algún día. No se dio cuenta cuando ya estaban frente al Inem que al verlos, pregunta.
– ¿El señor Alexis Astorga? –Alexis asienta con la cabeza y el Inem le dice. –Entonces acompáñame. –Alexis mira a Orean que con la mano le dice que vaya. Haciendo caso, Alexis va hacia el Inem y lo sigue aunque temeroso le dice a Orean.
– ¡Orean no me dejes acá! –El Inem con voz apagada le dice.
– El señor Orean no puede venir, solo usted puede ver lo que es suyo. –Alexis mira al Inem que lo pasaba en estatura, y algo sorprendido le pregunta.
– ¿Lo que es mío? –Alexis no podía creerlo ¿Lo que es mío, solo mío? Ni siquiera sé lo que es mío. –Orean se queda en el pasillo mientras Alexis sigue al Inem hasta unas escaleras que van hacia abajo que tienen forma de caracol. Cuando comienzan a bajar por las escaleras Alexis necesitaba hablar para calmarse un poco y le pregunta al Inem aunque con mucho nerviosismo.
– ¿Eh tú tienes un nombre? –El Inem se detiene de pronto y Alexis pensó que había sido una tontería preguntar o abrir la boca. Una tonta pregunta sería su condena, su fin. Y tal como lo esperaba el Inem comienza a darse vuelta. Alexis estaba tan pálido como la nieve misma y el Inem no pronuncio palabra alguna, hasta que.
– Es primera vez que me preguntan mi nombre, ¿Por qué lo hizo? –Alexis queda perplejo por tal pregunta, sin darse cuenta su palidez decreció inmensamente recobrando su color natural.
– ¿Cómo, como nunca se lo preguntaron? –El Inem mueve su cabeza diciendo que no, Alexis siente como su corazón se tranquiliza mientras el Inem le contesta, siempre con su voz siniestra.
– Así es señor Astorga, muchos creen que somos malvados y que mejor hay que guardar distancia o si no pueden ser convertidos en piedra si nos molestan, pero eso no es cierto. Somos personas como cualquier otra pero usted a pesar de saber todo eso igual habla conmigo. –Alexis mira al Inem y con mucha naturalidad como si hablara con un humano le dice.
– Pero no tiene nada de malo hacerlo. Bueno tengo que confesar que al principio me entro miedo el hablarle pero como estamos los dos solos necesito desahogar mi mente de preguntas. ¿Bueno y cuál es tu nombre? –El Inem le contesta.
– Rino es mi nombre señor. –Alexis le ofrece la mano y Rino se queda vacilante pero después acepta sacando una mano grande con guante de seda y le estrecha la mano. Alexis luego de tal grata charla ve que se dirigen a un lugar donde habían 88 monolitos de piedra que formaban un gran circulo de unos 35 metros de diámetro, al centro había una especie de circulo de hierro asentado en la superficie rocosa, no abarcaba más de 4 metros de diámetro en cuyo centro había una especie de panel circular de observación donde la persona debía estar de pie y sosteniéndose de una especie de barreras a su alrededor, esto estaba debajo de un arco triangular de 10 metros de altura en las afueras del circulo había otro salón que al parecer era solo para observar. Cuando llegan finalmente. Rino le dice.
– Alexis Astorga bienvenido a la Sala de los 88 Arcanos. En esta Sala se sabrá la intensidad del poder que tienes como también algunas características de tu personalidad y a base de eso obtendrás todo la lista que recibiste de Rosswood como también obsequios. –Rino ve que Alexis comienza a explorar cada uno de los 88 arcanos y el Salón mismo, en eso este pregunta.
– ¿Y cómo es que esta Sala sabe que darme o no? –Rino le contesta mientras lo sigue.
– Cada arcano buscara en tu mente lo que Rosswood pide, los 88 Arcanos investigaran en lo más profundo de ti, tu espíritu, el nivel real del don que posees, en resumidas cuentas el salón hace un análisis exhaustivo de tu persona. –Alexis mira en su magnificencia los 88 monolitos, los recorre uno a uno, eso sí con el permiso del Inem, ve son como piezas de domino pero gigantes, de 9 metros de largo por 6 metros de ancho por 3 de alto, de piedra maciza color azul esmeralda y que tienen unos signos algo raros y le pregunta al Inem que son. Y este le contesta.
– Los 88 monolitos se llaman 88 Arcanos pero en realidad representan a las 88 Constelaciones, cada monolito tiene el sello de la Constelación a la que representa. Ahora usted debe ir al centro, donde está el triángulo, allí debes permanecer, te sujetaras de las barandas y no podrás moverte por ni un motivo, para que eso no suceda tendrás que sujetar tus tobillos con unas correas que están en el lugar y posar tus manos en el panel, hay unas huellas donde tienes que posarlas. Alexis va al centro donde Rino le dijo, mientras Rino va hacia otro Salón más pequeño ubicado a las afueras del círculo de los 88 monolitos donde observara lo que sucederá. En tanto, Alexis llega al panel y ve que es de cristal y hay unas marcas de dos manos y unas correas que era para los tobillos, se los coloca y en eso busca a Rino, lo ve y le pregunta a viva voz.
– ¡Rino solo tengo que colocar las manos ahí donde me dijo! ¿no es así? –Rino le contesta con un gesto con los dedos y Alexis nuevamente mira el panel de cristal con esas manos como marca y sin pensarlo dos veces coloca sus manos en cada lugar y lo que sucede es…
– No sucede nada. –Se dice a si mismo Alexis mirando a su alrededor pero de pronto, en segundo siente un dolor tan intenso que lo invade en todo su cuerpo, es tal el dolor que no puede ni gritar ni moverse y como por arte de magia los 88 monolitos comienzan lentamente a moverse causando un estruendoso sonido de piedras arrastrándose en círculo alrededor de donde él estaba y con cada segundo que pasa la velocidad en que se mueven aumenta y aumenta. Para Alexis, este movimiento de los monolitos solo le causaba más y más dolor. Luego de un solo minuto, los 88 monolitos que estaban alrededor llegan a moverse a una velocidad magistral de mil kilómetros por hora tomando una luminosidad distinta de la una y la otra y al mismo tiempo el cuerpo de Alexis comienza a brillar suavemente de un color amarillo que pasa al azul y así sucesivamente hasta tomar un color rojo y aunque el dolor que comenzó al inicio ahora es 4 veces más intenso Alexis trata de no perder el conocimiento ni tampoco caer de rodillas pero el dolor es tal que lentamente sentía que su propia vida estaba escapando de él…
CONTINUARÁ… EL CAPITULO 9 CONTINUARÁ EL PROXIMO LUNES 19 DE OCTUBRE.
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Crónicas del Magín Milenario episodio 1 (c)
2014