1)ASALTAR LA NEVERA:Uno de los métodos más conocidos de todos los tiempos. Desde que el mundo es mundo, recurrimos a llenar el estómago para calmar los nervios. Os comento de antemano que este método no sólo no sirve, sino que además te hará sentirte culpable: primero la cantidad ingente de calorías y grasas consumidas( los atracones nunca son de comida sana: fruta fresca, verduritas al vapor...etc), y segundo, habrás perdido un montón de tiempo y energía para nada. Ponte a estudiar.
3)MANOSEARTE COMPLUSIVAMENTE PELO Y CARA:El resultado será un pelo brillante ( léase grasiento) y una piel irritada y también más “brillante” que no te ayudara para nada.
4)ENGANCHARTE AL PRIMER BODRIO QUE DEN EN LA TELE:
5)ORDENAR TU CUARTO:Tu cuarto, ese santuario lleno de desorden que tanto te ha costado dejar a tu gusto y que no se ha ordenado en la historia, de repente te impide concentrarte en el temario del examen. Cierto es que el desorden desconcentra, pero ponerte a ordenar y limpiar no te ayudará a aprobar el exámen.
6) ATENDER A LAS VISITAS:Te da igual si es tu tía abuela Fernanda o la vecina del quinto. El caso es que tu vena “amable y hospitalaria” sale a la luz una vez al año, y no debería ser hoy.
7) COGER EL TELÉFONO CADA VEZ QUE SUENA:
8) DUDAR A ÚLTIMA HORA:El último día y en el último momento decides ampliar información sobre lagún concepto importante. ¿Para qué? Si no sabes ni lo más básico... Reconoce al menos que pegarte en las uñas las pegatinas de la fruta (homenaje a Joaquín Reyes) sería mucho más productivo.
9)PONERTE ENFERM@:Esto es lo peor que te puede pasar, porque no tiene remedio. No es extraño que tengas dolor de estómago de los nervios y de toda la comida guarra que te has metido antes. Dalo todo por perdido y aprende para la próxima vez.
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