Hay días de esos en los que nuestra capacidad de creación se encuentra bajo mínimos. Días áridos, días tontos o días insulsos, como un pan sin sal.
En este post habrá pocas fotografías (por eso lo he llenado de colorines), pero sí 10 ideas que nos podrán ayudar a darnos un empujoncito cuando acechan esos momentos en los que nos encontramos bloqueados , o no nos sentimos lo suficientemente inspirados. Las he ido recopilando de aquí y de allá y siempre me han funcionado.
Ni son todas las que están (dependerá de nuestro caso particular), ni están todas las que son. ¿Por qué 10? ¿Y por qué no?
Espero que os ayuden en esos momentos de “sequía”.
1.- Para aprender, para inspirarnos, para dejarnos con la boca abierta, la visita a museos y exposiciones de las obras de los grandes maestros del arte y la pintura siempre será una actividad edificante y tremendamente divertida. Nos ayudará a comprender un poco mejor la magia de la luz, la composición y el color.
Y para muestra un botón: ¿Recordáis la obra del gran pintor Vermeer “La joven de la perla”? Visitad este enlace y veréis que perfecto ejemplo de pose para un retrato.
2.- Conoce bien tu equipo. Si, lo sé, aunque lo de tomar el manual de instrucciones de la cámara y leerlo de arriba a abajo puede parecer la peor de las ideas para pasar una tarde libre, no hay nada mejor para descubrir todas las posibilidades de expresión de las que disponemos con nuestra cámara. Prepárate un buen té, música suave, lápiz o marcador, y ten la cámara cerca para ir trasteando. El manual de mi Nikon D7000 está subrayado por todos los lados ¡y en diferentes colores!
3.- Aprende e inspírate de los que saben más que tú. ¿Qué encuentras la página web de un fotógrafo que te gusta? A favoritos ¿Qué te ha dejado alucinado una determinada galería de Flickr? (Este es un buen ejemplo de una galería que me deja con la mandíbula desencajada…) A contactos… Una luz que te cautiva, una composición que te atrae, pregúntate por qué y trata de aprender cómo hacerlo.
4.- Sal sin la cámara a la calle durante un tiempo determinado (un día, una semana, un mes… depende de tu nivel de dependencia…) y mira a tu alrededor para “ver” fotografías. Sufre, quéjate, maldice tu mala suerte por no tener la cámara contigo… Pasado el suplicio, sal a la calle acompañado de tu fiel amiga y dispara con ganas…
5.- Arriésgate, fotografía de manera diferente, fuera de tus “normas”, aunque te parezcan locuras. Si no sale bien, ríete de ti mismo. No pasa nada si el resultado es una catástrofe, siempre se aprende algo nuevo. Y aunque suene a frase de libro de autoayuda barato: Sé positivo, la negatividad bloquea.
6.- Estudiando en la facultad, aprendí la técnica del “Brainstorming”. Aunque seas uno sólo, toma un papel y comienza a escribir las ideas que se te ocurran sobre un tema a fotografiar determinado. Deja que una idea te lleve a otra, y tal vez termines con algo que no esperabas…
7.- Practica con aquello que te sea más difícil, que te haga sentir más incómodo. En mi caso me siento tremendamente cómoda con la fotografía de still life y terriblemente asustada cuando hago un retrato. Un poquito de masoquismo al año, no hace daño.
8.- Apúntate a un proyecto personal o colectivo de fotografía determinado: 365 (una foto al día) o 1 foto a la semana, un grupo de Flickr con una temática determinada…O crea tu propio proyecto y síguelo. La necesidad hará que se activen las neuronas…
9.- Siempre llevo una Moleskine conmigo donde anoto las ideas que se me van ocurriendo. Pero como soy un desastre andante, cuando la olvido grabo una nota de voz en el IPhone, y cuando olvido el IPhone, apunto mi idea en la mano… hasta que llego a casa y utilizo Evernote donde clasifico todo lo que se me ocurre.
10.- Regla 3D:
Descansa, diviértete y dedícate tiempo. Sentirse bien también activa nuestra creatividad.