10:48 5/9/2013

Como he comentado anteriormente en conversaciones entre amigos, públicas y privadas, la pérdida de intensidad de las protestas en las calles de los seguidores de los Hermanos Musulmanes no significa que finalmanete acepten la democracia, ni sus ejemplos como la rebelión popular de la pasada primavera, ni que hayan aceptado que Mohamed Morsi no volverá a ser el rais (el enviado de Allah como llegaron a decir de él). Desde el principio he mantenido que una vez todo fuera a menos en las calles egipcias lo siguiente serían atentados contra instituciones gubernamentales e intereses extranjeros.
Hoy, hace poco más de dos horas, ya hemos tenido el primer atentado del que seguro algún sheikh, algún predicador o algún orador, dentro de unas horas, hará una justificación positiva como forma de reivindicar al Islam político representado por la pareja, hasta ahora indisoluble, Hermanos Musulmanes y Partido Libertad y Justicia. Y lo justificarán obedeciendo al cuarto "mandamiento" del código de los Hermanos Musulmanes: "La jihad es nuestro camino".
El primer objetivo con coche bomba ha sido el Ministerio de Policía habiendo hecho otros destrozos en propiedades privadas que, tal y como recoge el Qur'an, son sagradas. El castigo les ha llegado a dos terroristas que han sido muertos por la onda explosiva del artefacto.
Los que no nos hemos cansado de explicar qué tipo de personas eran estos islamistas esperamos las reacciones a la noticia por parte de ese occidente que les apoyó política y financieramente. Tal vez John Kerry o Catherine Ashton deban venir de nuevo a Cairo para hacer un reset y empezar de cero. Lo que no tengo muy claro es si serían muy bien recibidos... Por torpes.