Revista Diario

12: Quien no te conoce, que te compre.

Publicado el 04 agosto 2012 por 160


12: Quien no te conoce, que te compre.

La maquina de 32 mil cocos (porque su tinta no huele O_o)

Estoy a punto de iniciar un nuevo desafío en mi vida. Por primera vez estaré a cargo de mi mismo pues tendré mi propio negocio. Se trata de una imprenta que mis tíos me encargaron empezar desde cero. Pero realmente es desde cero, pues la tienda esta completamente vacía. Esto significa que debo ocuparme de comprar las maquinas, acondicionar el local, registrar la empresa y contratar el personal. 
No es de extrañar que me encuentre algo asustado por este nuevo desafío, pero ¿Adivinen qué? una de las promesas que guardé en la caja, decía que para cuando cumpla 27 años, debía ser mi propio jefe y manejar una empresa exitosa. Se que tal vez sea muy poco tiempo el que me queda hasta diciembre, pero ya saben que nada es imposible, así que he decidido alejar cualquier pensamiento fracasado y concentrarme sólamente en trabajar duro y parejo.
Pensando así, el día de hoy me reuní con uno de los proveedores de equipos de impresión que, según un amigo mio, es un capo en ese rubro..  Y claro que se vendió como tal. Desde que le di la mano supe que el tipo manejaba muy bien su poder persuasivo, con la forma correcta de modular su voz, manteniendo la mirada fija sobre su presa ( O_o o sea, "su cliente") y con ese florito que canta "Esta es la ultima oportunidad que tienes de comprarlo a ese precio" , destacando cualquier ventaja, por mas absurda que parezca, con tal de que creas que en verdad, el no comprarles será la peor decisión de tu vida.
El sujeto trataba de convencerme de comprarle la impresora de 32 mil dolares (cuando yo a las justas apuntaba a una de 5 mil o_O) y yo no hacía más que seguirle el juego pues no quería desmerecer su esfuerzo y porque mi tío, quien me acompañó a la visita guiada, parecía hipnotizado por las palabras del domador de impresoras (#Win). Es que todo lo que hacía el tipo era repetir un guión casi perfecto que todo buen vendedor se sabe al revés y al derecho (hasta el tan importante "no subestimes a tu cliente por más que parezca que no tiene mas de 5 mil dolares para invertir" :P ).
Mientras seguía adelante con el tour, vino a mi un recuerdo muy entrañable. Alguna vez hice exactamente lo mismo que ese vendedor, alguna vez fui un domador, pero de biblias...  Vendía biblias en varios cementerios de la capital y no me avergüenza decirlo, a pesar de que en su determinado momento si me sentía algo arrochado por la idea, el vender biblias de casi 300 soles en cómodas cuotas de 30 soles mensuales, es decir 1 solcito diario que resulta siempre una vanidad de la vida (aún recuerdo bien mi floro), me salvó la vida y me enseñó mucho más de lo que tal vez hubiese podido aprender en aulas más convencionales. Esto ocurrió cuando yo aún tenia 17 años, estudiaba en la Universidad San Martín de Porres la carrera de Ciencias de la Comunicación, pero desde el primer momento en que pisé las aulas, supe que no había elegido la carrera por vocación, sino como la única manera que encontré de forzarme a ser más extrovertido.
Yo pensaba erróneamente que el estudiar esa carrera me ayudaria a superar mi timidez, pero claro, eso nunca sucedió, por el contrario, pasé el primer ciclo siendo un tipo completamente aislado del mundo, una sombra sin sentido entre tanto cachimbo yuppie que disfrutaba al máximo de chupetas, salidas y tonos inn. Nada que ver conmigo.

12: Quien no te conoce, que te compre.

Esta es la Biblia que me salvó la vida :)

Un día, justo cuando pasaba al segundo ciclo de la carrera, mi padre perdió uno de sus empleos y entramos en una crisis económica gravisima que impidió que pudiera seguir estudiando. Me sentí fatal. Recuerdo que lloraba mucho pensando que no tenia futuro y que nunca podría lograr nada ( Y claro, me acordaba de las promesas que guardé en la bendita caja).
De pronto, al ver que la situación económica en casa se ponía peor, tuve que salir a buscar trabajo, pero siendo menor de edad, sin experiencia en absolutamente nada, era prácticamente imposible encontrar un trabajo formal. Postulé a muchos lugares, incluso a supermercados y tiendas por departamento, pero cada vez que me hacían la prueba del arbolito o del hombre bajo la lluvia, terminaban pidiéndome que no los llame, que ellos lo harían después (o_o). Al final, harto de que encima de ser un fracaso en los estudios, no pueda conseguir un empleo, acepté la oferta de "Vendedor de Biblias, pues era la única que me permitía trabajar siendo menor de edad y por lo menos, me garantizaban un sueldo fijo. No me pedían experiencia, ni me hacían dibujar nada para ver si andaba loco, simplemente me pedían que sea muy optimista y que tenga pinta de "sano". Me exigieron vestir con camisa, corbata y andar siempre bien peinadito y con esas condiciones, comenzaron a capacitarme en el arte de engañar-persuadir a la gente.
Aprendí la forma de abordar a los clientes, la forma de llamar su atención, la manera de ofrecerles el producto y que sientan en verdad que se trataba de una excelente inversión para el alma (O_O). Fue prácticamente una escuela para desahuevarme y volver a nacer. ¡No saben cuanto me ayudó! Y si bien en un principio, de la teoría a la práctica sentía que existía un profundo abismo, pronto le encontré el sentido a todo y logré las metas que me proponía. Con los días, terminé venciendo mi timidez, abordaba a cualquier persona que entraba o salia del cementerio, les vendía las biblias y no era de extrañar que al mes lograra por lo menos vender unas 20 biblias. Un gran reto para muchos que veían mis cifras con especial admiración.
¿Mi técnica Milagrosa?... Abordaba a la gente que salia del cementerio luego de ver a sus familiares y les invitaba a un grupo de oración de la iglesia a la que supuestamente yo pertenecía (que me perdone Dios, por la mentira o_O), luego les pedía que lean la biblia conmigo y elijan una hoja al azahar. Muchos, al llegar a esta parte, se sorprendían por el mensaje que de casualidad ellos mismos elegían leer de entre todas las páginas, y yo, muy charlatán como era, les aseguraba que esas palabras eran las que sus seres queridos Q.E.P.D querían dedicarles. La biblia terminaba convirtiéndose en un medio de comunicacion real con sus finaditos así que después de llegado a este punto, eran muy pocos los que se negaban a la posibilidad de obtener un ejemplar para su casa.  Esa sólo era una de las tantas técnicas que tuve que aprender para lograr mis ventas, y con eso poder ayudar a salir de la crisis a mi familia. No creo haber hecho nada malo, después de todo, ¿No era cierto acaso que la mejor forma de acercarte a Dios, es a través de su palabra?
Tras esa experiencia, me convencí aún más de que las cosas siempre pasan por algo. Si no hubiese sido porque mi papá perdió su trabajo, tal vez habría seguido desperdiciando mi tiempo en esa Universidad y tarde o temprano hubiese abandonando la carrera. Por el contrario, al ingresar a ese trabajo, que en un momento odié como no se imaginan, aprendí a ser mas desenvuelto y a creer más en mí mismo, perdí mi timidez y conocí a mi primer amigo heterosexual, al cual le conté sobre mis preferencias sexuales y que me comprendió y orientó de una manera muy madura y respetuosa. Su nombre es Jonathan, y puede que se trate de la persona más importante de esta primera parte de mi vida. Gracias a él también decidí estudiar en la Universidad San Marcos y no dejar de superarme por excusas bobas como "no tengo dinero" o "No Puedo". Allí, en esa casa de estudios, es donde verdaderamente comencé a formar mi camino. Pero bueno, ese momento de gloria lo contaré con mas detalle en un próximo post.
Volviendo a mi realidad actual, pensaré muy bien antes de tomar una decisión sobre la máquina que compraré para mi imprenta. Como dice el dicho: "Entre gitanos no nos vamos a leer las manos, amigo vendedor" ;)  
 #152 antes de ti: Jonathan
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