"La mañana ya llegó, hoy puede ser un gran día"
Nunca sabremos para lo que estamos destinados; qué función desempeñaremos en un futuro no muy lejano. Quizás esto parezca una broma cruel de un destino que nos espera a la vuelta de cualquier esquina y esboza una malévola sonrisa cuando nos ve actuar en nuestro día a día, perdidos como abejas sin panal. Quién sabe si nos depara la gloria, la felicidad, la verdad, o por el contrario nuestros peores miedos se vuelvan realidad. Solo se que lo único que no nos puede arrebatar es nuestro "ahora"; lo tenemos delante de las narices, húmedo, frío, doloroso, constante, asfixiante, agobiante... pero en definitiva Vivo. Todo pasa tan rápido que no da tiempo ni a comprender como hemos caido dentro del recipiente cerrado y sellado. Menos mal que siempre está ella para consolarnos, para aliviarnos, para mecernos en su regazo, sosegarnos con calma y calmandonos con paz. Y si mañana muero en el intento por favor decidle que siempre la quise.