Revista Literatura

13- Continuación Capítulo 12 “El ataque del nuevo Fénix”

Publicado el 02 noviembre 2015 por Cronicasdmm

–  ¿Por qué lo hiciste? – Alexis no sabía que pensar, no sabía que decir, estaba ido, al ver a un muerto que ahora se acercaba hacia él, muy nervioso le dice.

–  ¿Qué hice qué? No entiendo nada, tú estás muerto Jorge, yo te vi morir. –En eso escucha otra voz conocida para él, que lo vuelve más nervioso y más pálido.

–  ¿Por qué lo hiciste Alexis? –Este se da vuelta, su rostro notaba miedo y mucha sorpresa ya sabía de quien provenía la voz pero no podía ser él, …

–  ¡FERNANDO! pero tú… tú también estas muerto. – Pero Jorge y Fernando, vestidos de igual manera con pantalón negro y camisa blanca. Ambos no respondían nada, solo preguntaban ¿Por qué lo hiciste? De pronto dos personas caen del cielo. Alexis al verlas siente que su corazón no puede más del susto, ya que eran nada menos que: Alfaro y Francisco, igual de vestidos como los anteriores y obviamente también, se suponía, estaban muertos. Para Alexis era algo muy duro de ver ya que con sus propios ojos había presenciado cada una de las muertes de las personas que estaba viendo. Las cuatro personas seguían con la misma pregunta.

–  ¿Alexis por qué lo hiciste? – Lentamente lo rodean y él estaba inmóvil con su mirada llena de pavor, no sabía que estaba pasando y solo decía.

–  ¿Hacer qué? ¿Hacer qué? De que me hablan, además ustedes están ¡¡¡MUERTOS!!! –Y otra voz se escucha a lo lejos, una voz fuerte y profunda pero desconocida para Alexis.

–  ¿Por qué mataste a mis hermanos menores? –Los 4 “amigos muertos” abren un espacio al centro y Alexis que estaba en el suelo por el pavor que tenía, ve a un tipo de cabello azul oscuro y ojos azules, pero no de piel blanquecina como él esperaba, sino de piel blanca como cualquier persona humana. La mirada inundada de odio y una voz también muy ofensiva le exige respuesta a lo que Alexis quien le contesta con una voz algo temerosa.

–  ¿Quién eres tú? –El tipo solo lo ve y le dice.

–  Tú sabes muy bien quién soy. –Alexis en su mente sabe quién es y es ahí cuando su tono de voz se afirma diciendo.

–  A uno lo mate por qué mato a mis amigos y a otro, simplemente, por defensa propia. –La mirada de Alexis comienza a intensificarse y su voz se vuelve más tranquila pero muy seria. – Ahora contéstame tu ¿Quién te crees tú al impedir que mis amigos descansen en paz? –La pregunta era clara para el Emuloide quien le dice.

–  Yo no tengo nada que ver con ellos, solo sé que están bajo mis órdenes, por ahora, gracias a alguien que también te quiere muerto. –Y sin más se lanza sobre Alexis pero este salta y el Emuloide queda de espalda a un Alexis que también le da la espalda pero que no ataca y solo le pregunta.

–  ¿Cómo eso de que alguien más me quiere muerto? –De pronto siente una patada en su espalda que lo lanza a chocar de frente con un árbol y la voz del Emuloide le contesta.

–  No lo sé, pero aparte de mí, tienes otro enemigo. –Alexis postrado de espalda al suelo, ve al cielo y aunque no sabía que estaba pasando, realmente no le importaba, solo tenía que… ganar. Se pone de pie y mira a los 5 enemigos que tenía delante. Al ver al Emuloide, las ganas de pelear se le acrecientan pero al ver a sus amigos, las ganas de pelear se le esfuman, no podía pelear contra sus amigos, aunque estaban muertos. El Emuloide muy sonriente le dice.

–  Muy inteligente, esa persona sabía que no podías pelear, eres un niño muy sentimental. –Lo que escucha del Emuloide, pica mucho a Alexis quien responde.

–  ¿Y qué pensarías al ver a tus hermanos al lado mío peleando contra ti? –La sonrisa del rostro jovial del Emuloide se borra por completo. Alexis en tanto quería saber por qué ellos estaban vivos cuando debían estar muertos y aprovecha de preguntarle a Jorge mientras lucha con él.

–  ¿Jorge quién te volvió a la vida y cómo? –Pero Jorge le contesta.

–  Eso solo lo sabrás en el infierno, maldito. –Y se lanza en contra de Alexis, este al verlo acercarse decide defenderse y antes que llegue Jorge a tocarlo, le pega una patada de media vuelta y lo lanza a un extremo. Alexis pisa suelo y pide perdón, pero en eso ve a Francisco y Fernando que se prestan a saltar para atacar. Alexis al verlos dice.

–  Si quieren pelear, entonces pelea tendrán. –Su mirada se intensifica aún más, pero de pronto, en segundos, se ve rodeado por sus 5 enemigos que lo atacan a la vez. Alexis salta y los 5 chocan entre sí, produciendo un temblor en la tierra. Alexis sin saber que paso con ellos, pisa suelo y no alcanza a hacer nada cuando siente un codazo en pleno rostro que lo hace caer de espalda al suelo, después escucha la voz del Emuloide que le dice.

–  Alexis se te olvida que soy más rápido, más poderoso y más hábil que mis hermanos y que tus supuestos amigos. –Alexis se pone de pie, su nariz sangraba pero aun así, con mirada intensa le dice en tono serio de voz.

–  Mis amigos están muertos y yo no soy el mismo desde que pelee contra tu hermano. –Alexis siente un poder que nace dentro de él y a la vez un intenso brillo azul nace de su oreja donde tenía la piedra Astral. Rápidamente y en segundos su cuerpo expulsa una onda de choque que deja el cuerpo de Alexis rodeado por un brillo azul. El Emuloide al ver esto y los ojos de Alexis que brillan como dos estrellas azules, decide atacarlo pero Alexis se mantiene firme tomando una postura donde su brazo izquierdo cruza el cuerpo y su mano la coloca cerca de la cintura, el brazo derecho queda levemente estirado hacia atrás, la rodilla izquierda sobresale hacia delante, el pie de su pierna izquierda queda detrás de la rodilla sin levantarlo del piso, la pierna derecha queda estirada hacia atrás y el cuerpo queda levemente inclinado hacia delante, la cabeza queda casi al mismo nivel que la rodilla izquierda y levemente inclinada hacia abajo, y sus ojos fijos en su enemigo y así los dos chocan produciendo una intensa onda de choque con una intensa luz que lo cubre todo. Segundos después, Alexis abre los ojos, ve el cielo azul y las nubes que lo cruzaban, no sentía dolor alguno pero si algo cálido que escapaba de su cuerpo, y en su espalda sentía algo muy húmedo pero cálido. Los brazos y piernas no le respondían, trata de mirar hacia un lado pero tampoco puede, estaba inmovilizado, y solo oye un sonido como si estuviera el océano muy cerca de él, su vista se torna débil y aunque no quería admitirlo, sabe que pronto va a morir. A lo lejos una voz le dice.

–  Mucho poder tienes pero no sabes usarlo, y lamentablemente no podrás aprender nada porque aquí morirás… que pena, el chico que sobrevivió morirá en un charco de su propia sangre. –El charco de sangre lo rodeaba, un charco que se hacía más grande con rapidez. El Emuloide estaba por darle la última estocada, cuando de pronto, es interrumpido por un sonido agudo de águila que hace despertar a Fernando y a los otros que estaban inconscientes. Los 4 “no muertos” ven al cielo un ente energético que se acerca a gran velocidad hacia ellos, el pánico los invade y huyen. El Emuloide, en cambio, mira lo que se acerca por el cielo, y luego con sorpresa ve a Alexis que es rodeado de una luz dorada. Nuevamente ve al cielo, confundido y sin saber qué hacer. Hasta que sin saber por qué, da un salto hacia atrás, y luego ve al ente luminoso que se coloca delante de Alexis. El Emuloide aprecia como el ente luminoso de energía pura explota en un fuego incandescente, y del fuego se levanta un ave Fénix majestuoso, en su gran esplendor quien, en segundos, descarga toda su energía mezclado con un intenso sonido en contra del Emuloide que se cubre como puede del intenso fuego. Segundos después el Emuloide abre los ojos y no hay ave Fénix ni ningún cuerpo, solo un charco de sangre.

Capítulo 13

“Reencuentro”

Un rugido se siente a orillas del tren, un rugido que se enciende en un fuego intenso en forma de tornado que se alza por metros en el aire. René, y todos los que estaban en el lugar se cubren como pueden del tornado de fuego, que así como apareció se desvanece, algunos pocos, ven a un León albino de ojos rojos que rodea el cuerpo de una persona. René que estaba a unos metros les dice a los que estaban cerca del león, que no hagan nada. Se acerca y el león como si lo reconociera deja acercarse al cuerpo. René ve que es Alexis, su hermano estaba muy pálido y que de su cuerpo seguía sangrando pero en menor medida, ve al león y le dice.

–  ¿Tú lo estas curando cierto? –El león asienta que sí. René sonríe y luego ve el rostro de su hermano que estaba con los ojos abiertos y con la mirada perdida. Abraham se acerca con cuidado, el león lo ve y al sentir la mirada del felino, le dice.

–  ¿Tú eres Skee, cierto? –René lo mira y le dice contesta.

–  Parece que sí, y el mismo lo está sanando. –Abraham se acerca al cuerpo de su amigo, lo mismo hacen Amy y Miriya. De a poco todos los estudiantes rodean la zona, algunos maravillados por la majestuosidad de lo que parecía ser la mascota de Alexis, y otros preocupados por el dueño de la mascota. Amy se fija que Alexis no reacciona.

–  ¿Parece no responder? –René se acerca a su hermano, mira sus ojos y luego le contesta a Amy.

–  Está bien, solo esta inconsciente, parece que está en otra parte, espero te vaya bien hermanito.

Alexis abre los ojos, y ve un cielo color violeta mezclado con oscuridad. Se sienta en el árido piso y ve que está en la cima de lo que parece un monte. Lo que ve es un gran paisaje desolado, y a lo lejos cientos de hileras de tornados. Luego se mira a sí mismo, todavía esta vestido con el uniforme de Rosswood, solo que sucio y con rastros de sangre y un agujero en el pecho, se toca su pecho y ve que no hay herida alguna. Trata de recordar, recuerda al Emuloide, la batalla, su muerte inminente y un gran destello de luz pero nada más. Mira al paisaje y decide ponerse de pie y caminar, aunque sin destino alguno pero aun así tenía que caminar.

–  ¿Dónde demonios estoy, y que es este lugar? –Mientras camina ve hacia la derecha la hilera de grandes tornados, decide detenerse, duda mucho si seguir caminando, estaba decidiendo eso cuando escucha una voz conocida para él. Repentinamente, y de la nada, aparece frente a él una niña de cabello rubio de tono muy claro casi parece ser de color blanco. La niña de pequeña estatura se acerca lentamente a un atónito Alexis quien le pregunta – ¿Quién eres tú? –La niña con una dulce y preciosa voz le contesta.

–  Eso ya tú lo sabes Alexis. –Alexis no sabe que pensar y extrañamente sus recuerdos de niño infante vuelven a su mente como si hubieran sido solo ayer, recuerda que era un niño solitario, que siempre jugaba solo, que en un día cualquiera, llega una niña a jugar con él. La imagen era muy clara, era ella, la misma niña que esta frente a él, pero eso, eso paso hace tiempo, pensó. ¿Cómo esta niña no ha cambiado o crecido un poco? ¿Su nombre, cuál era su nombre? Se esforzó. Mientras la niña lo miraba plácidamente como si estuviera muy feliz. Alexis en tanto no podía saber cuál era el nombre de la niña. Hasta que sin saber su boca tartamudeo algunas palabras, Ts-Ts- Tsu… Tsuba… TSUBAME. –Alexis mira a la tierra árida, medita lo que piensa y luego ve a la niña y le dice.

–  Tu nombre es Tsubame. –La niña da unos saltitos de alegría formando círculos alrededor de Alexis y el paisaje cambia drásticamente, ahora todo era un bello paisaje lleno de césped y cientos de pajarillos cantando. Alexis se siente extraño, sospecha que la niña hizo el cambio, y la niña le dice.

–  No te equivocas, fui yo quien produjo el cambio. –Alexis se le queda mirando y la niña le dice. – ¿Por qué no nos sentamos en el césped? –Alexis acepta sin decir nada, la niña lo hace también y por arte de magia saca una flor de donde solo había césped y esta la mira con su suave mirada y le dice.

–  Soy Tsubame, digamos que soy tu protectora angelical, o como se podría decir tu ángel guardián. Esta es una de las formas que tengo, y es la que más me gusta, me siento una niña que puedo hacer travesuras… –Su mirada se pone intensa pero agradable y luego le dice. – Alexis tu eres especial, un gran chico, contigo me divertí mucho, pero te perdí y no podía jugar contigo pero ahora estás conmigo. –Alexis no sabía que decir, solo eso de Ángel protectora fue mucho para él, pero la niña como leyendo sus pensamientos le dice. –Muchas preguntas tienes, pero solo te contestare 3, así que vamos comienza. –3 preguntas, pensó Alexis, demonios tenía muchas más que solo 3 preguntas. Trato de pensar bien cuales iban a hacer, pero son muchas las preguntas que tenía en su mente, hasta que se decide y pregunta.

–  ¿Qué paso por qué desapareciste de mi vida? –La niña sonrió de sobremanera y sin más le respondió.

–  Yo perdí contacto contigo cuando eras un niño de solo 4 años, y es porque existe lo que se llama Inocencia pura, que es un poder especial que tienen todos los bebes, que los hace ver cosas que los adultos o ya de un poco más de edad no ven, y que lamentablemente se reduce al mínimo cuando tienen contacto con su alrededor, a veces a unos les dura más que el otro pero en tu caso es distinto, me dejaste de ver a los 4 años y entre esa edad hasta los 6 años fuiste un niño como cualquier otro, pero en el transcurso del sexto año de tu vida, tu poder real estaba despertando. –Alexis recordó que a esa edad comenzó a hacer artes marciales, nunca comprendió el por qué su papa lo metió en artes marciales si era un niño hiperactivo pero ahora lo sabía, quizás era una prueba de si tenía el poder mágico de la familia o no. En eso la niña le dice. –Así es Alexis, tus padres como magín y mago que son, debían saber si tenías también el don y fue la forma que encontraron, cada vez que tenías un cumpleaños podías verme en tus sueños y también ver otras cosas. –La sonrisa en la niña desapareció repentinamente y se silenció. –Alexis quiso preguntar pero pensó que no era la ocasión, así que pensó en su segunda pregunta, ¿Cuál podría ser? Y se le ocurrió preguntar.

–  ¿Tú estuviste conmigo en los sucesos con los Emuloides? –La niña no mostraba sonrisa alguna pero igual le contesto.

–  Si estuve contigo pero solo te ayude en ocasiones, yo no puedo intervenir completamente en tu destino, si puedo darte una mano cuando estés en peligro. Mi deber es cuidarte del mal, de cuando estés en peligro, pero no puedo cambiar tu destino que haces con tus decisiones. Claro que te ayude pero no puedo decirte cómo ni cuándo. –Y la niña no dijo más. Alexis miro que la niña estaba seria. Solo había dos preguntas en su mente, pero una tenía más peso que la otra, pero decidió preguntar la de menos peso. La niña sonrió, parecía que la pregunta de peso no quería responder.

–  No recuerdo nada, hace poco pelee con un Emuloide y solo recuerdo fuego mientras sentía que mi vida se extinguía, realmente no sé dónde estoy y como llegue acá. ¿Qué hago acá? –La niña suspiro y mirándolo fijamente le contesta.

–  Bueno ese fuego que viste, era nada más y nada menos que tu flarinus que había nacido y te estaba salvando. –Alexis tomo la noticia con una gran sonrisa, Skee había nacido y lo había salvado, no sabía cómo pero en eso mira a la niña que lo mira con seriedad y luego cuando ve que tiene su atención le dice. –Skee, tu mascota, en este preciso momento te está curando de tu herida mortal, no se aleja de tu lado ni un milímetro, te está protegiendo mucho y debido a que estarás inconsciente dos semanas Ludendorff adelanto tu prueba de destino que normalmente se hace antes de la cena y la cual también hace que los niños se reencuentren con sus Ángeles protectores quienes hacen la prueba del destino. Sin saber ya has pasado una prueba la cual era saber mi nombre, la… –De pronto de la nada un Emuloide aparece detrás de ellos. Tsubame ve al Emuloide con horror pero siente la mano de Alexis que la toma, y la lleva corriendo lejos del Emuloide que lo sigue sin cesar, Alexis sin saber que creer dice.

–  Emuloides aquí, ¿Pero cómo? –Tsubame le contesta.

–  Estamos en un planeta, ni yo sé cuál, solo sé que me da las posibilidades de mostrarme, no tenía idea que había Emuloides aquí. –Alexis no tenía dudas, Tsubame no mentía, ya que su rostro notaba pánico. Además el Emuloide es uno de clase superior y pelear con él y con Tsubame cerca no sería fácil, pensó. De pronto aparece otro a unos metros frente a ellos. Alexis da un gran salto con Tsubame tomada de la mano, en el aire la abraza y la protege y luego caen deslizándose por el césped pasando entre las piernas del Emuloide. Luego, con Tsubame en sus brazos, ve a los dos Emuloides acercándose.

–  Emuloides gemelos. ¡Demonios! No tengo ánimos de pelear. –Tsubame le dice.

–  Entonces no lo hagas. –Alexis la mira y le dice.

–  Debo hacerlo, tengo que protegerte. –Y sin más deja a Tsubame de pie y camina en dirección a los Emuloides pero estos se esfuman sin dejar rastro. Alexis se da vuelta y ve a Tsubame muy sonriente que le dice.

–  Has pasado las dos pruebas Alexis. Eres como yo predecía, te importa mucho el no herir o lastimar a la gente, las defiendes a toda costa, incluso, arriesgando tu propia vida. Eso es valentía, además elegiste hacerme una pregunta que yo no quería contestar, eso es pensar, no por el bien tuyo sino por el que está contigo, te entregas por los demás, usas tu instinto y te gusta ayudar y proteger, esos son los elementos de los que nacieron bajo la Alianza del agua, los VANSCINT. Alexis eres el nuevo integrante de la alianza del agua, pero debes tener cuidado, de volverte caprichoso y ansioso por descubrir los misterios, ten cuidado con esos rasgos que tiene un Vanscint. –Alexis no sabía que decir, de pronto comienza a levitar por los aires y junto a él Tsubame. Los dos flotando como si nada. Alexis miraba como ese mundo se mostraba en su toda dimensión, en eso escucha a Tsubame que le dice. –Alexis muchas cosas nuevas experimentaras en Rosswood, tendrás amigos nuevos y también uno que otro enemigo, es una comunidad mágica donde lo imposible es posible, donde lo inimaginable es imaginable. Espero lo pases bien y ya nos veremos, cuando me necesites solo di mi nombre y estaré contigo. –Tsubame resplandece fuertemente y Alexis cierra los ojos, en completa oscuridad, oye la voz de Tsubame que le dice. –Por protegerme de los Emuloides te responderé esa pregunta que querías hacerme pero no te atrevías hacer por mi bien. Esas ilusiones que has tenido y te han perturbado, no son productos de tu imaginación, es tu destino futuro, incierto pero cercano, como vez es destrucción y miseria, me entristece pero es un futuro lejano, muy lejano que tendrás que afrontar, pero como digo es bastante lejano pero a la vez cercano, aun así no debes olvidar que tu destino lo haces tú con tus propias decisiones. Te quiero chiquito –Un silencio inunda los oídos de Alexis, la luz destellante de Tsubame no lo dejaba ver, esto le producía muchos nervios y temor pero de pronto abre los ojos y ve, para su sorpresa, un planeta entero, el universo en sí, en vivo y en directo, pero después mira a su lado y ve solo lo que parece ser un hospital o una sala de alguna enfermería, era extraño, en el techo estaba el universo en su majestuosidad y al lado una mesa y lo que parece ser una enfermería y paredes azul oscuro. En eso ve a una joven de largo cabello castaño claro, muy hermosa, delgada que estaba mirando a la ventana, vestía una túnica negra y pantalones negros y una camisa que pareciera de seda ya que irradiaba mucha blancura que denotaba con el negro y hacia un buen juego. A los pies de su cama ve a un felino blanco durmiendo. Sin saber que decir se sienta en la cama, posando su cabeza en la pared. Tal acción despierta al felino y este ronronea. Alexis no sabe porque, pero siente conocer al felino y sin más que pensar dice.

–  ¿Skee, eres tú? –El felino se le acerca y se convierte en una ardilla albina, que se posa en su mano. En eso oye a la mujer decir.

–  Tienes un flarinus muy bien criado, te felicito Alexis. –Alexis mira a la chica que ahora estaba a los pies de la cama, viéndolo, sus ojos color pardos eran muy hermosos y su sonrisa muy bella, debía de tener unos 20 años más o menos.

–  ¿Quién es usted y dónde estoy? –La joven se sienta a un costado de la cama y luego le contesta.

–  Estas en Rosswood, han pasado dos semanas desde el incidente donde Skee te salvo de una muerte definitiva contra el ultimo Emuloide trillizo. Skee curo todas tus heridas pero tu consciencia quedo con Tsubame, tu ángel protectora. Mientras tú estabas con ella, tus amigos y compañeros llegaron a Rosswood sanos y salvos. Desde de ese día. ya pasaron, como te había dicho, dos semanas, o sea te has perdido dos semanas de intensas clases.

–  Alexis cerró los ojos en señal de cansancio. La chica al verlo pensó no contar mas pero…

–  ¿Y quién es usted? –La chica sonrió, dudo si iba a aguantar lo que faltaba decirle, pero vio a Skee quien seguía tranquilo en el hombro de Alexis, entonces le contesto.

–  Yo soy tu… bueno mi nombre es Francis Astorga. –Alexis como si despertara, le dijo.

–  ¿Astorga? Tienes mí mismo apellido, eso quiere decir que… no creo, estoy en un error, conozco a mis tíos y no tengo ni una tía llamada Francis. –Pero Francis baja la vista sonriendo y luego le dice.

–  Yo soy la hermana menor de tu papa. –Alexis queda boquiabierto, no tenía idea de que su padre tuviera una hermana y menor. Francis al ver su expresión le sonríe y le dice. – Él no te ha hablado de mí, por la sencilla razón de que le pedí que no lo hiciera, yo quería conocerte a ti, pero no quería que supieras nada de mí. Soy la última, la más menor de mis hermanos, tu tío Gilberto es mayor que yo por 20 años. Yo tengo 22 años. –Alexis sacaba la cuenta y lo que sabía de la familia de su papa, no concordaba en nada. Francis sonríe de nuevo y le dice. Mientras que Skee cambia a un felino albino y se queda acostado en los pies de Alexis. –No saques cálculos ni dudes en lo que te dijo mi hermano o sea tu padre. Lo que pasa es que yo no nací como tú naciste. Nací en un feto mágico y es que mi madre lo decidió así, cuando mi mama tenía dos meses de embarazo le diagnosticaron una dificultad y es que habían gemelos pero uno no se estaba desarrollando como debía, esa era yo. Los médicos que eran magos y Magines decidieron trasladarme desde el feto de mi madre a un feto mágico, claro que hacerlo había un precio y el precio es que me iba a demorar 20 años en desarrollarme y poder nacer. Tu abuelo y tu abuela aceptaron, y el traslado fue un éxito y como medida de protección me dejaron en el único Hospital de Magia Magín de Londres, uno de 7 estrellas del mundo mágico. Ahí estuve 20 años desarrollándome sin saber que mis padres y mi gemela morirían meses después. Tu Tío Ángel se le lego el cuidado de mi persona, y a medida que crecían ellos me cuidaban hasta que por fin nací y me otorgaron el nombre que mi madre quería: “Francis” aunque ni ellos saben por qué me dieron tal nombre –Alexis queda anonadado con lo que su supuesta tía le decía. Francis siguió. –Así tus tíos y tu padres me criaron pero solo en el mundo mágico, hasta que entre a Rosswood y aquí me he quedado, a la joven edad que tengo he llegado a ser la mano derecha de Ludendorff y es que como nací de un feto mágico, mis habilidades mágicas y magines se acrecentaron mucho, tengo fama de Hada. –Francis se queda en silencio pareciera que su explicación había finalizado. Alexis quedo con la mirada fija al frente, repasando todo lo que Francis le había dicho. Todo era increíble pero también tenía un dolor intenso en la cabeza. Skee noto esa sensación en él y luego de convertirse en un perro de pelaje rojo, le ladra a Francis quien al ver esto, le dice a Alexis.

–  Creo que Skee me dice que ya basta por hoy de explicaciones, debes descansar Alexis. Ah se me olvidaba, estas en la sala de enfermería y como ya recobraste la consciencia quiere decir que mañana estarás de alta y podrás levantarte. Lo demás lo hablaremos mañana.–Después de eso le da un beso en la frente y se retira en silencio.

Aunque estuvo dos semanas inconsciente para Alexis la primera noche en Rosswood la estaba viviendo ahora, una noche solitaria, donde el universo en su máximo esplendor estaba en el techo y solo Skee, su mascota, estaba a su lado, la cual dormía plácidamente, ahora convertido en un perro blanco. Alexis le entretenía que Skee cambiara de muchas formas de animales, y parecía que Skee lo sabía porque aun dormido cambiaba de formas, de un gato, a una tortuga, a un tigre, o a un puma, o a un león. Lo que si le llamo mucho la atención que siempre mantenía ese color blanco. Lo contemplaba, le agradecía siempre el haberlo salvado y de alguna forma entendía por qué pasaba durmiendo.

–  Creo que te di mucho trabajo en tu primer día de vida, amigo. Se suponía que yo debía cuidarte pero ahora eres tú el que me cuida. –En eso escucha unas voces. Skee despierta y pareciera que era gente amistosa por qué Skee, esta vez convertido en perro, movía la cola y daba ladridos.

–  Oye, oye no me empujes, mira que nos pueden pillar. –Otra voz femenina contesta.

–  Tú eres el que habla, así que cierra esa boca y avanza. –Otra voz femenina contestaba.

–  Quieren callarse los dos, parecen matrimonio.

–  Cállate Amy, no digas tonterías. –Alexis ve que entran tres personas a la enfermería, su cama es la segunda a la izquierda así que los ve con mucha claridad. Y como si nada les dice.

–  Ya me preguntaba cuando los iba a ver a ustedes. –Los tres chicos se dan vuelta hacia Alexis y Abraham ruborizado le recrimina a Miriya por el ruido que esta hizo.

–  Vez, ya lo despertaste por tu culpa. –Miriya lo mira de abajo hacia arriba y le dice.

–  Tu eres el culpable de haberlo despertado. –Los dos se quedan discutiendo mientras Amy se acerca a la cama y le pregunta a un atónito Alexis.

–  ¿Te despertamos? –Alexis mueve la cabeza diciendo que no, y luego le dice.

–  Es difícil dormir cuando tienes el universo en tu techo y una mascota que cambia constantemente de forma. –Amy mira a Skee que se había quedado dormido nuevamente pero esta vez en forma de una anaconda blanca.

–  Me da gusto que estés bien Alexis. –Le dijo Abraham y luego Miriya a su lado le dice.

–  Quedamos algo asustado por tu condición. Skee no dejo que nadie se te acercara, solo nosotros y tu hermano pero nadie más. Ludendorff fue al único que Skee permitió que se acercara a ti, aparte de nosotros, y después pareció hablar con tu mascota porque Skee dejo que la enfermera te atendiera. –Abraham le brillaron los ojos, como si tuviera algo muy importante que decirle a Alexis, y no espero y le dijo.

–  Ludendorff es genial, fascinante, sabes pensé que era un viejo destartalado, decrepito y todo pero…

–  ¿Así que pensaste eso de mi señor Rojas? –Los 4 chicos miran a la entrada de la enfermería y había una persona cubierta por la negrura de la noche. Da unos pasos adelante y Alexis aprecia su largo cabello castaño claro, que le llegaba a los hombros y ojos celestes, una mirada muy tierna, que inspiraba mucha confianza, esta vestido con un traje negro con detalles azules y capa violeta. Abraham se encendió como tomate y dijo.

–  Señor, yo, bueno, es que yo pensé que… –Pero la persona con voz sutil y calmada le dice.

–  No te preocupes, el famoso Ludendorff con su gran poder y sabiduría de por si debe ser un anciano entrado en edad, me ha pasado muchas veces jovencito, así que no te preocupes. –La mirada de Ludendorff se pone algo intensa para después decir.

–  Pero ustedes deben estar en sus dormitorios, durmiendo, no son horas para que tres almas inocentes estén en la enfermería visitando a otra, debería castigarlos… –Ludendorff ve a Abraham, Amy y Miriya que miran al suelo, deja correr el silencio por unos segundos más y después les dice. –Pero no lo haré, es comprensible que quieran visitar a un amigo, así que por ahora los dejare ir sin castigo. –Ludendorff muestra una sonrisa al ver los rostros alegres de los tres y luego hace un gesto con su mirada diciéndoles que es mejor que se vayan. Los tres se van sin antes despedirse de un sorprendido Alexis. Ludendorff los sigue con la mirada y Alexis en tanto traga saliva, no sabía porque, pero se sentía nervioso pese a tener a Skee al lado quien, a pesar de lo acontecido seguía durmiendo. En eso siente la intensa mirada de Ludendorff encima de él. Alexis no sabía que decir o donde mirar, solo atino a bajar la mirada y luego escuchar la voz de Ludendorff, una voz que expresaba confianza.

–  Mucho gusto en verte consciente Alexis. –Este no sabía que decir, la presencia de Ludendorff lo incomodaba y lo ruborizaba a la vez. –Nos hiciste pasar por momentos delicados, pensábamos que ibas a ser el primer estudiante muerto antes de comenzar las clases. –Alexis lo miro con miedo, Ludendorff al verlo se sienta en la cama y le dice.

–  No te preocupes, hace mucho tiempo que nadie muere en Rosswood, pero si no fuera por Skee tú estarías muerto… Cuidaste muy bien de tu Flarinus cuando estaba en huevo, es un animal muy servicial que te tiene un gran amor. No hay mascota tan fiel como él. –Alexis a pesar de escuchar las palabras de Ludendorff, no podía creer que la persona que estaba a su lado era el famoso Mago Magín pero en su mente pensó que era un anciano bondadoso y Ludendorff como si leyera la mente le dice.

–  Mi edad es anciana pero mi cuerpo no lo es. –Alexis se sintió avergonzado y pide disculpas, diciendo.

–  Señor, lo siento pero es que es tan joven ¿Cómo es que no ha envejecido? –Ludendorff suspira y luego de un silencio contesta.

–  Eso algún día te lo contestare, pero en algo tienes razón, soy anciano pero no lo aparento y eso también te lo diré algún día. Porque ahora vamos a lo que he venido. –Alexis se extrañó por lo que oye pero no quiso preguntar así que lo deja hablar. –Han pasado dos semanas desde que las clases comenzaron, estas muy atrasado por la sencilla razón de que hay clases todos los días excepto sábados y domingos, así que tendrás clases intensivas, durante esta semana, de las 11 clases que tienes, casi todas te tocaran conmigo hasta que te pongas al día.

–  Clases con Ludendorff ¡Demonios, no tengo la menor idea de nada y ¿Me tocaran clases intensivas con el director?! –Alexis estaba nervioso, la idea era muy loca, pero. – Bueno si es lo mejor, acepto tener clases con usted señor director. –Ludendorff se ríe ante la respuesta y luego le dice.

–  Está bien, cuando te den de alta comenzaremos. –Luego camina hacia la entrada de la enfermería pero se detiene mira a Alexis y le dice.

–  Eso sí, no era una petición, más bien es una orden, pero qué bueno que estés de acuerdo. –Alexis queda viendo como las sombras del pasillo cubren el cuerpo de Ludendorff. Después mira al cielo donde ve el universo y luego se acuesta y se pregunta a sí mismo.

–  ¿Qué habrá pasado con el techo?

CONTINUARÁ…

EL CAPÍTULO 13 “REENCUENTRO” CONTINUARÁ EL PRÓXIMO LUNES 09 DE NOVIEMBRE DEL 2015.

Dejen sus comentarios y sugerencias sera de gran ayuda. Espero les guste la lectura escrita por mi. Sigan leyendo e invitando a quienes les guste una buena lectura.

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Crónicas del Magín Milenario episodio 1 (c)
2014

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13- Continuación Capítulo 12 “El ataque del nuevo Fénix”

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