Un deseo en la sola noche
Cuando el sueño, dorado y doloroso,
que es la vida, vaya a su fin llegando ¿dirás tú que fue hermoso tu camino? ¿Dirás que nacer mereció la pena? ¿Y esos seres que iluminan tu vida algunas noches, con luz breve y frágil, -que duran sólo un fulgor en tus cielos, porque así vuestro azar decreta y quiere- sentirás allí en tu hora sus rostros, todavía brillar sus luces?... Nada sabes en esta solitaria noche; sólo el destino ineludible humano. ¡Que allí sea la luz reunida, dulce será morir, derrotar las tinieblas!