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La mañana        A Viky.   La voz de un profesor pesado que da lecciones -voz que nada significa, delgada y estúpida- y bajo órdenes reprimir intenta el espíritu de los niños, que a otra voz en su interior oyen libre y única, por instinto a esa es la que siguen, ¡benditas voces!, que hasta aquí llegan, desde el patio, llenando el vacío de este dormitorio oscuro. Entra la luz tamizada por cortinas verdes, llenando la atmósfera de magia y de misterio, de la razón monstruos engendrados, pensamientos incesantes, acelerado el pulso, los nervios tan a punto de reventar... Busco en la lectura paz y sueño, que otro estado de mí se apodere. Leo traducciones de Nerval.    Mejor. Mi espíritu se va calmando, llenándose de la belleza y de lo eterno, correspondencia de mí ahora con mi dormitorio, la luz de la poesía a mi alma acunando dulcemente, ¡oh amante y vida! Ida la noche, las amigas y la ginebra, solo estoy con mi día. A solas con mi espíritu. Porque el hombre siempre vive a solas con su espíritu, y no es completa el alma sin esta certeza abrumadora; aunque existan padres, madres, hijos, hermanos; en esta vida siempre se vive a solas con lo que uno es, ¡loco o cuerdo, estable o inestable! -Tras la lectura, con la venida de mi amante, ya estoy al fin calmado, y no temo por mi vida. De qué fragilidad está hecha nuestra esencia, cuán fácil se quiebra nuestra cordura.    A Gerard de Nerval, pobre, la vida le pudo, la muerte se dio con sus propias manos una madrugada. ¿Esperó quizá salvación en la poesía? ¿Acaso la buscó para salvarse? En aquellos momentos, lo que pasó en su cabeza, hacia dónde sus recuerdos se fueron, qué tuvo en su alma, nadie habrá de conocerlo; una última vista acaso -pienso- hacia las regiones infinitas de lo imposible y de lo eterno.    Descanso tenga su espíritu en la imperturbable paz de los muertos. -Acaba ya la mañana, mediodía llega, todo pensamiento se deshace con el hambre. Esta lección la aprendieron bien los gobernantes que ha habido en la historia, de esto no cabe duda. Bien. Iré a la cocina. El día ha comenzado.