Arnolfo di Cambio, arquitecto de la Catedral de Florencia (1289) talló el belén más antiguo que se conserva en Santa María la Mayor de Roma.
El buey, símbolo de San Lucas Evangelista, es símbolo de la paciencia y el trabajo. El asno, animal que acompaña a la Virgen en el nacimiento, es símbolo de humildad.
2. El día de Navidad fue oficialmente reconocido en el año 345, cuando por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno se proclamó el 25 de diciembre como fecha de la Natividad de Cristo.
4. Los restos de los Reyes Magos estuvieron durante trescientos años en Constantinopla, en lo que antes era Bizancio y ahora Estambul, en Turquía. Luego fueron trasladados a Milán hasta 1162, en que el emperador Barbarroja saqueó Milán y entregó los restos de los Reyes Magos al arzobispo Reinaldo de Dassel, quien decidió que dichos restos fueran trasladados a Colonia, Alemania. Los restos de los tres Reyes Magos descansan en un cofre de oro y plata que pesa unos 350 kg, y se halla en una capilla que hizo construir a tal efecto el emperador Carlomagno en Colonia, Alemania.
5. El 25 de diciembre de 1492 se celebró la primera Navidad en tierras americanas. Colón realizaba un reconocimiento de los archipiélagos de la zona, cuando una mala maniobra dañó irreparablemente a la carabela "Santa María". Los indígenas le ayudaron a rescatar la carga y a construir un fortín donde quedaría parte de la tripulación. Se utilizaron las maderas del barco para levantar dicho fuerte, y se terminó de construir el 25 de diciembre. Por esa razón se llamó al fuerte "Fuerte de Navidad" (Natividad). Allí celebraron con gran emoción la Navidad de 1492.
6. La Misa del Gallo se llama así porque esa misa solía caer «ad galli cantus» al canto del gallo, de donde le quedó su sugestivo nombre que nada tiene que ver con el hecho de que en algunos países acostumbraran comer gallo al horno en la cena de Nochebuena. La costumbre de la celebración de la Misa de Gallo proviene de los ritos de los templos de Jerusalén. Allí los católicos celebraban tres misas el día del nacimiento de Jesús: una en la noche en la cueva de la natividad, santificando el nacimiento, otra al amanecer como signo de la resurrección y una tercera en el templo, siendo ésta el oficio solemne del día.
8. Las tarjetas navideñas fueron inventadas por sir Henry Cole, quien en el año 1843 encargó a un amigo pintor que le dibujara y pintara una escena navideña, que luego mandaría a reproducir en una imprenta, para después escribirle unos breves deseos de felicidad y firmarlas y enviarlas a los amigos y familiares.
9. El pavo de Nochebuena tuvo su origen en México en el S. XVI. Los aztecas se lo hicieron probar a Hernán Cortés, a quien le agradó y lo llevó a España.
10. El turrón fue incorporado a la mesa en el siglo XVI.
11. Los cotillones de Nochevieja empezaron a organizarse en restaurantes franceses a principios del siglo XX
13. En el siglo II un sacerdote cristiano llamado Nicolás abandonó Italia, para difundir en Asia la palabra de Dios. Siendo misionero, fue trasladado a Mira, para ser nombrado obispo. Murió un 6 de diciembre, fue proclamado santo e inspiró la figura de Papá Noel. La figura de Santa Claus, con la estética que ahora conocemos, es una invención estadounidense del siglo XX, si bien se basó en la vida y la leyenda de San Nicolás. Actualmente, se designa al mismo personaje en los distintos países, como Santa Claus, Papá Noel o San Nicolás. Aunque en ciertos lugares el día de San Nicolás se celebra el 6 de diciembre. El nombre Santa Claus es una contracción de Sanctus Nicolaus, y se refiere específicamente a San Nicolás de Bari, quien fuera Obispo de Mira en el S. IV, personaje de una enorme bondad y protector sobretodo de los niños.
14. Cada 24 de diciembre, miles de turistas se trasladan a Oberndorf, cerca de Salzburgo (Austria), donde hace casi dos siglos fue compuesta la canción “Noche de Paz”, quizá el villancico más conocido del mundo.
15. “Noche de Paz” fue traducida a 330 idiomas; la canción de Navidad austríaca fue creada casi por casualidad, porque se había estropeado el órgano de la iglesia. En 1818, dos días antes de Navidad, el viejo órgano de la iglesia de San Nicolás, la parroquia del padre Joseph Mohr, pasó a mejor vida. Para no decepcionar a sus feligreses, el sacerdote pidió a su amigo Franz Xaver Gruber, maestro y organista del vecino pueblo de Arnsdorf, que compusiera una melodía para un texto de Navidad.
En la misa del gallo de ese 24 de diciembre, Joseph Mohr, cura con voz de tenor y que tocaba la guitarra, y Gruber, que poseía una bella voz de bajo, interpretaron por vez primera en alemán “Noche de Paz”. El hecho era totalmente inhabitual en la época, cuando los textos religiosos se redactaban todavía en latín. Pero Mohr consideraba que una letra simple y comprensiva era lo más adecuado para sus feligreses.
En 1831, un coro que se dedicaba a cantar aires populares tiroleses incorporó el villancico del padre Mohr a su repertorio durante una gira por Prusia. De allí, la canción viajó a Nueva York, donde fue interpretada por un coro tirolés en 1839 pero donde sus autores y su origen permanecieron desconocidos.
Treinta y seis años más tarde, la corte real de Prusia, que buscaba el original de la partitura, consultó al párroco de San Pedro de Salzburgo, quien, para sorpresa general, respondió que Mohr y Gruber, muertos en el anonimato respectivamente en 1848 y 1863, eran los autores del villancico que se había atribuido al compositor austríaco Michael Haydn.