15 de febrero:

Publicado el 15 febrero 2012 por Hada

281 AÑOS DE SANTIDAD OFICIOSA...

Hoy será un día muy especial para mí. Además de ser una jornada bastante ajetreada en la que me voy a ver obligada a no parar durante casi 12 horas, realizaré una visita un tanto "diferente".

Resulta que mis adoradas monjitas hoy celebran el 281 aniversario de la muerte de Sor María de Jesús, comunmente conocida como "La Siervita". Pero te preguntarás qué tiene de especial el aniversario del fallecimiento de una simple religiosa. Pues bien, te explico lo más resumidamente posible.

La Siervita nació en el municipio tinerfeño de El Sauzal el 23 de marzo de 1643, falleciendo un 15 de febrero de 1731, cuando contaba con 87 años de edad, tras una vida de absoluta entrega a su fe y de absoluto sacrificio y renuncia. Fue en febrero de 1668 cuando entró en el convento, para un año después tomar el hábito y vivir desde entonces fiel a sus votos y en una constante penitencia, en la que no faltaron las flagelaciones, el ayuno o el cargar con una pesada cruz de madera por los jardines. Asimismo, al igual que ocurre con otros místicos, Sor María de Jesús entraba en ocasiones en éxtasis, describiéndose la emanación de cierta luminosidad de su rostro, como una elevación destacable de la temperatura corporal.

Por otro lado, su vida cuenta también con diversos episodios premonitorios, junto a un curioso sueño tras el cual desarrolló un estigma en el costado y una más que posible bilocación atestiguada por el famoso corsario Amaro Pargo (leal amigo de la monja), además de algunos escritos místicos estudiados por sus biógrafos y custodiados por las monjas.

Sin embargo, lo realmente excepcional es que, desde hace casi 300 años su cuerpo permanece incorrupto y conservado de una forma que, aparentemente raya lo prodigioso, por muy incrédulos que seamos, en especial si tenemos en cuenta las peculiares condiciones ambientales que rodearon al cuerpo durante los primeros años después de la defunción, en nada favorables a su preservación. Su espectacular estado, junto a otros fenómenos extraños igualmente interesantes ligados a ella, como el olor a santidad, hacen de esta monja tinerfeña un caso de indiscutible interés dentro del campo de la fenomenología mística y la religiosidad popular.

Cuentan los textos que poco antes de morir cayó en éxtasis, conservando el pulso y las pupilas claras más de 24 horas, manando sangre fluída al hacer algún corte, y un líquido transparente que mantuvo su fragancia a jazmín hasta varios años después. En enero del año 1734, casi tres años después de su muerte, cuando se procedía al traslado de los restos, se descubrió que permanecía intacta, con las ropas empapadas, flexible, con su color natural, dándose la circunstancia incluso de que un trozo de carne que le quitó una religiosa, conservado en un relicario, parecía haber crecido de forma inexplicable.

Pues bien, si los creyentes deseamos venerar su cadáver hemos de esperar al 15 de febrero de cada año, cuando las monjas de clausura del convento de Santa Catalina de La Laguna -mis queridísimas monjis-, enclave en el que se conserva desde hace siglos, exponen su cuerpo. Y hoy es 15 de febrero.

Por tanto, hoy, como sucede cada año, seremos miles los que peregrinamos hasta el bello templo que acoge a su incorrupto cuerpo.

Habrá gentes de todos los rincones tinerfeños y también de otras islas. Sobre todo, de las otras tres de la provincia: La Palma, El Hierro y La Gomera. La constante cola de personas no cesará ni un segundo desde las cinco de la mañana en que abren la iglesia, hasta las nueve o diez de la noche en que sale de ella el último peregrino.

Han pasado casi veinte años desde el comienzo de su proceso y todavía no ha aparecido ese milagro que convenza a las autoridades eclesiásticas, para que Sor María de Jesús pueda ser beatificada en Roma y suba a los altares. Popularmente hablando, nadie se explica los motivos por los que la Sierva de Dios no ha sido aún beatificada, cuando se cuenta con su cuerpo intacto y un manuscrito que cataloga los 1.251 milagros realizados después de su muerte.

Como pidió públicamente, mi querida Sor María Cleofé, seguiremos rezando todos para que el proceso de la ejemplar monja, que se inició el 12 de diciembre de 1992 y lleva el padre José Mateos y García de Paredes, salga adelante...Amén.


Fuentes:
www.eldia.es
http://6865.blogcindario.com/2007/02/02597-la-siervita-de-dios-el-sorprendente-caso-de-sor-maria-de-jesus.html
http://antonio-miradas.blogspot.com/2009/03/sor-maria-de-jesus-la-monja-incorrupta.html