La verdad es que no pasó mucho tiempo hasta que Nuri me devolvió aquella llamada. Efectivamente se trataba de un contrato para trabajar en una empresa noruega estilo DC. En el mail Sharo indicaba que lo devolviese firmado. Lo primero que pensé es que ya podría haber sido un día antes y ahora estaríamos planeandolo todo Nuri y yo, pero bueno ya no había vuelta atrás. Lógicamente no iba a decidir nada en ese momento, en ese viaje en bus que tardaba más de 12 horas en llegar a Granada. Lo leería al llegar y entonces decidiríamos.
En la primera parada que hizo el bus llamé a Nuri y empezaron a fluir y a mezclarse de nuevo esas emociones de alegría y nerviosismo. Ya no teníamos nada que ver con DC, de hecho aún guardaba el mail de E. que decía que el se quisiera ir de la empresa era libre, con lo que no le debíamos nada a aquellos impresentables. Finalmente llegaría a Granada.
Nuri ya lo había traducido y básicamente era un contrato con la empresa AC por un año con unas condiciones similares que DC. Había pocas diferencias tales como que no me retenían nada del sueldo en concepto de alquiler y gastos. Como lógicamente no teníamos nada lo firmamos y lo mandamos a Sharo y de nuevo a esperar. Desde un primer momento los pofesores Neda y Sharo dejaron claro que ello harían de intermediarios entre la empresa y nosotros, así que no contactáramos nosotros con la empresa directamente. Así lo hicimos.
En aquel momento poco sabía del resto de alumnos del norskkurs, así que desconocía si ellos habían recibido esa oferta o no. Opté por seguir adelante, bastante había tenido hasta ahora. A base de preguntarle a los profesores supimos que íbamos a estar contratados con esta nueva empresa porque ellos en su busca por una nueva para dar un nuevo curso de noruego, habían topado con una que les pidió una muestra de alumnos formados en este idioma y con los papeles en regla. Así cuajaron unas cuantas ofertas para muchos de los alumnos que aún estábamos en España.
En ese momento poco nos planteábamos si sería de fiar o no, tan sólo veíamos que la posibilidad de irnos a Noruega estaba ahí, que casi la podíamos tocar. Según los profesores, teníamos que esperar la respuesta de la empresa y ellos nos la harían llegar.
Esa semana fue de muchísimos nervios. No queríamos decir nada a nadie para que no se estropeara y para también no tener que explicar que todo había salido mal de nuevo. Confiábamos en esa oportunidad, era como agarrarse a un clavo ardiendo. Al fin nuestros esfuerzos y pequeñas desgracias quizá tuvieran un final feliz.Llegó el momento de la verdad y Neda me llamó diciendo que pronto recibiríamos una llamada del jefe de AC para hacernos una prueba de idioma a través de Skype. Al día siguiente de esa conversación recibí un mail de ella notificándome que dentro de una hora se conectaría H. para hablar conmigo por internet. Es sumamente difícil desribir por aquí como fue aquel despertar. ¡Qué nervios! me temblaba todo. Cerré la puerta del salón y les dije a mi madre y a mi hermano que después les explicaría todo pero que necesitaba estar solo porque me iban a llamar de Noruega. Efectivamente, una hora después vería por primera vez a H., al que no tardé mucho en decirle que por favor hablara más despacio porque no le oía bien, cuando en realidad es que me estaba enterando de poco porque hablaba muy rápido. Cuando empezamos la conversación le comenté que Nuri, mi novia también estaba esperando su llamada y que si no le importaba que habláramos los 3. Sin poner ningún tipo de reparo, accedión e hicimos aquella minientrevista los tres y terminamos bastante satisfechos de los resultados. Terminó diciendo que en breve nos llamarían para decirnos fecha y destino. ¡Fecha y destino! ¡Madre mía!. Dijo que nuestro nivel de noruego era bastante aceptable y que no tendríamos muchos problemas. A los pocos minutos llamaron a Nuri y entendió que todo estaba listo y que dónde y cuándo quería viajar y que me llamarían a mí después, y ahí vinieron otros problemas.
No lo entendía y, a parte, mi móvil se cortaba. No sabía si era su cobertura o la mía, la cosa es que la comunicación estaba fallando cuando menos lo tenía que hacer. Nos tiramos como 15 minutos entre "cuelgo que no te escucho" y "mi móvil tiene un fallo". Al final quedamos en hablar por Skype. Esta vez fue escrito y dejó entrever que no tenía muy claro el nivel de noruego, como que no se creia mucho que mi móvil se hubiese levantado con el pie izquierdo ese día. Todo quedó muy en Standby.Llamé a Neda para explicarle la situación, aunque fue a Sharo que pululaba por allí al que le conté todo. Ellos me prometieron que les dirían a los de AC que nos dieran otra oportunidad, que fuimos buenos alumnos durante el norskkurs y que nos hicieran otra prueba. Yo entretanto, conseguí escribirme de nuevo con ellos y lo único que obtuve fue "espera que te contestaremos en breve con una respuesta definitiva". Esto me dió bastante miedo y lo comenté con Nuri. Me culpaba de que aquello no hubiese prosperado. De nuevo había que esperar.
Pasaron casi dos semanas sin tener muchas noticias, cuando Neda y Sharo nos notificaron por mail que quizá esta empresa nos mandaría pero haciendo unas prácticas de idioma en aquel país, ya que habían llamado a varios de los alumnos del norskkurs y tenían serias dudas con el nivel de idioma. La verdad es que lo ví bastante bien, un mes de prácticas de idioma en el que también serviría de acomodación en Noruega estaría genial.
La siguiente noticia que tuvimos fue que solamente se irían algunos de nosotros, unos once. En ningún momento dijeron qué criterios se siguieron pero eso sí, habría algún tipo de selección en los que saldrían los alumnos que viajarían a Noruega. "¿Seremos nosotros?", preguntaba constantemente a Nuri, "lo que tenga que ser será", me respondía ella. Esos días entre mail y mail se me hacían eternos pensando en si sería unos de los candidatos, dicho así parece que iba a entrar en la Casa de Gran Hermano....
Y llegó el día. ¡Vaya que si llegó! Neda mandó un mail que ponía un listado con los alumnos que irían... ¡¡¡Y ahí estábamos nosotros!!!. Pero señores, pongamos un poco el freno. Solo era una lista. Aquella fue una emoción contenida, era un gran paso sí, pero después de todo lo ocurrido no me podía fiar a la ligera de que ya me iba a ir a Noruega. Fue un momento de contarlo con infinita alegría a mi madre, mi hermano, pero diciéndoles que guardaran secreto porque aún quedaba el mail donde me mandarían los billetes. Dios, aún recuerdo aquel día. Fue una sensación extraña, una emoción y alegría desorbitada pero con un toque de desconfianza. Pero algo me decía que esta vez sí, esta vez si estaba cerca.
Para no perder el ritmo, recibimos otro mail en el que decía que en pocos días volaríamos y que en breve recibiríamos los billetes por correo electrónico. En un día o dos recibimos el mail definitivo, ese correo que tanto ansiábamos, el que nos daba pase a la siguiente fase, el de verdad..¡Ya teníamos los billetes!. Ahora sí, saltos de alegría, chillidos por toda la casa, llamar a Nuri con los ojos llorosos, nerviosismo.... en fin, me cuesta expresar en palabras lo que fue aquel día. Es como en el Trópico cuando después de un monzón sale rápido el sol, como cuando escalas una cima y respiras el aire limpio que alli hay... no sé... lo escribo ahora recordándolo y empiezan de nuevo las taquicardias. Ya sí se podía hacer público, era de verdad, era tangible.... ¡Nos vamos a Noruega!.
Creo recordar que el mail lo recibimos un miécoles y volaríamos un domingo. La idea era coger un bus hasta Madrid, cada uno desde Oviedo y Granada respectivamente, el sábado y el domingo ir hacia el aeropuerto juntos tranquilamente. En sólo esos 3 días debía hacer una maleta para frío y lo más imprescindible y despedirme de quien pudiera. Para ello adelantamos mi cumpleaños, que es el 3 de Octubre, a aquel viernes y así poder despedirme de toda la familia. Fue un día simplemente genial, muy emotivo y donde los ánimos no faltaron porque otra aventura empezaba ahí.
Con el equipaje hecho, y despidiendo de nuevo a Graná, me monto en un autobús rumbo a Madrid, esta vez sí para después volar a Noruega con Nuri. Aunque no terminaba de creérmelo, era así. El sábado la Estación Sur de Madrid se convirtió en una protagonista de un nuevo comienzo, un nuevo paso que os seguiré contando en mi próxima entrada....