19 de Septiembre

Publicado el 05 septiembre 2012 por Dolega @blogdedolega

Las coincidencias no me resultan del todo agradables. No es que sea supersticiosa, que no lo soy, es que cuando surgen siempre te quedas ahí pensando por qué ha sucedido.

Resulta que hace ya bastantes días mi Maestro Dessjuest dio la voz de alarma de que el día 19 de septiembre había que publicar un post titulado “Vacaciones” y que si trataba de eso, de las vacaciones, mejor que mejor.

Como soy bastante despistada lo metí en el Outlook para que me avisara un día antes y me recordara que ese día nada de hablar de la inmortalidad del cangrejo, no. Tocaba hablar de las vacaciones.

Más tarde, concretamente el día 24 de agosto, el consorte me envió un correo y me dijo que debería aceptar la oferta que me hacía. Es la misma oferta que me había hecho en mayo y que yo había rechazado. También me la había hecho en varias ocasiones en los últimos años, pero yo siempre la había rechazado.

Siempre había cosas más importantes y urgentes. Siempre me parecía excesivo y además pensaba que habría tiempo para ello. Siempre esperaba la oportunidad para hacerlo todos juntos.

De repente, decidí darle una oportunidad a esa oferta. Una vocecita me decía que merecía la pena tenerla en cuenta.

Consulté el tema con la Niña, que con una amplia sonrisa me animó sin dudarlo. Llamé al Niño que me dijo que si no la aceptaba yo, que por favor negociara con su padre la aceptación inmediata por su parte. Así que de repente me sorprendí a mí misma diciendo que sí a algo que llevaba muchos años diciendo que no.

El límite era el día 24 a la 12 de la noche y eran las 9 de la tarde. Envié un correo para preguntar si podría ser posible y al minuto recibí masiva contestación en modo

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AHHHHHHHHHH SIIIII QUE BIEN!!!!!!!!!!!!!

El Consorte se puso manos a la obra, pero por más que intentaba que las cosas fueran como él quería, el sistema se negaba. Solo podía ser el 19 de septiembre, así que al final tuvo que claudicar y aceptar esa fecha como la única y definitiva.

Remató la operación, no sin antes ponerse histérico por no poder hacer las cosas todo lo rápido que él pretendía. Eran las 11.30 de la noche cuando pudimos guardar la confirmación en PDF.

Una vez pasados los momentos de acción solo quedó la sensación de que no había vuelta atrás.

No había caído en la coincidencia hasta que metí el acontecimiento en el Outlook y vi que ese día tenía dos acontecimientos muy importantes, postear sobre las vacaciones y volver a casa después de 17 años.