La batalla para conquistar el cielo con rascacielos y macro-edificios tendrá un nuevo ganador, temporal seguramente, en Arabia Saudi. Se trata de una torre que medirá 1000 metros de alto, se llamará Kingdom Tower, y está proyectada por los arquitectos de Chicago (primera ciudad de los rascacielos de la historia, antes de New York), Adrian Smith + Gordon Gill Architecture.
El edificio superará el actual techo mundial, situado en Dubai, el Burj Khalifa, y tendrá una superficie de más de medio millón de metros cuadrados. Albergará un hotel de la cadena Four Seasons y diversas áreas residenciales y de negocios con apartamentos, oficinas y el observatorio más alto del mundo. Inicialmente estaba previsto que alcanzara 1 milla de altura, pero por condiciones del terreno tuvieron que conformarse con 1 km, lejos de llegar al edificio que ideó F.Ll.Wright (The Illinois).
Habrá 59 ascensores y los que llevan al observatorio ascenderán a una velocidad de 10 metros por segundo (unos 35 km/h) con lo que el trayecto desde la planta baja hasta dicho observatorio en la cima del edificio llevará tan solo 1:40 minutos. A la altura del piso 157 se encuentra una plataforma que sobresale de la estructura. Con forma circular y un diámetro de 30 metros puede servir de privilegiada terraza, como helipuerto o para jugar al tenis.
Con este nuevo rascacielos desproporcionado y de construcción inmediata se reabre el debate sobre donde se encuentran los límites de la ética y la ecología arquitectónica, y hasta que punto el crecimiento desequilibrado en altura, en vez del crecimiento integrador y ordenado en superficie, puede garantizar un futuro adecuado para las ciudades del siglo XXI.
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