El rubio decía, uno no puede ser completamente libre. Siempre se está dependiendo de los demás y o la sociedad. Y Uno, en realidad no sabe qué decirle a esta persona. Quizás te fuerces en hacerle ver la diferencia entre ser útil para sociedad y que la sociedad te sea útil.
A mitad del día hemos llegado a la brillante conclusión de que, lo importante es que sobrevivimos. A lo que sea. Al fastidio de ser paridos contra nuestra voluntad y la familia que nos toca subsecuentemente, al calentamiento global y a una violenta adolescencia en las mismas calles donde hoy nos roban.
Con frecuencia hemos abortado nuestras vidas, tan fácilmente como la hemos imaginado, y aún así, hemos sobrevivido; y luchado con el afán de un asesino a sueldo, para conseguir la exclusividad de ser un@, individual, único e irrepetible; logrando al fin, la malvenida separatividad, que antes era un castigo.
Y para qué? Para darnos cuenta, que nuestra autenticidad, era una más en el mar sin fin de los auténticos que pueblan este basto planeta; únicos en su obra; muy mal o muy bien vestidos, raros o insulsos, ermitaños o líderes de alguna corte de menos auténticos seguidores; todos individuos individuales, sumergidos y arrastrados por su propia manada.
Siempre me pregunto cómo es posible que existan personas que siquiera consiguen imaginar algo fuera de su pulcra multitud de individualidades. Y peor aún, he oído rubios licenciados en algo, jurando por sus muertos que la libertad es sólo un concepto. Y eso, es tristemente gracioso.