Sé feliz, amor mío, le diría. Deja que tu chico, Harry, Doug, Jimmy o como se llame, te toque por debajo de la ropa. Dale un beso en la boca. Acuéstate con él en el asiento de atrás del coche. Empaña los cristales. Mira crecer la luna. Y date prisa, cariño, no tienes todo el tiempo del mundo. Algún día, muy pronto, tú y Jimmy tendréis que empezar a vivir escondidos. Jimmy tendrá que ocultarse y sólo será visible el señor James; y a ti te pasará lo mismo.
Autobiografía de Marilyn Monroe, Rafael Reig