Yo no olvido al año viejo, porque me ha dejado cosas muy buenas. ¡Ay! Yo no olvido al año viejo porque me ha dejado cosas muy buenas…
Todo mundo cantaba y brindaba al ritmo de la ya tan añejada canción, la misma de cada año nuevo.
Eran las dos de la mañana del 01 de enero de 2019 y volvía en mi. Me daba cuenta de que otro año mas estaba fuera de casa, lejos de mi esposa y mis hijos, aunque no estaba solo. Estaba acompañado de mis hermanos y de mi papá.
El cliente quería una hora mas de música y podíamos complacerlo, pero la realidad es que ya estábamos cansados y mas tarde tendríamos que amenizar otro evento. Así, mi vida de músico.
Mas tarde y después de lograr dormir por un par de horas, desperté. Estaba solo en casa pues mi esposa y los niños pasaron el año nuevo en casa de mi suegra. Solo de nuevo, solo y mis pensamientos.
Tomando todos los lugares comunes y clichés existentes me dije, año nuevo, vida nueva.
Año nuevo
2019 y contando. El clima social y político no pinta de lo mejor en México, sin embargo, me mantengo optimista a que cosas buenas vendrán para nosotros.
Vida nueva
Es la que está, hasta ahora, en el vientre de Martha y esperamos con alegría a nuestro segundo hijo barón, Pablo. Mateo no cabe de la emoción.
Apenas ayer me reincorpore en el mundo laboral, después de las vacaciones decembrinas y los retos y nuevos proyectos ya comienzan a asomar las narices. Los cambios en la aldea también siguen presentes a pesar de que el 2018 se caracterizo por estar lleno de ellos.
Pues seguiré contando.
Ciao!