Revista Literatura

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Publicado el 09 febrero 2011 por Manueljesusluisrodriguez

El pastor en el campo
  La ternura busca ahora, cansado ya de la pasión loca, de la fiebre y de los llantos; un lugar tranquilo donde puedas posar tus ojos, lejos de todo, cerca sólo del sosiego. Allí revolotean las alondras que una vez equiparaste con el amor en tus poemas, cantar y volar escribiste, "es esto el amor que tanto soñáis, cantar y volar, cantar y volar, únicamente." Abandónate en ellas, y tu alma reclina al amparo de sus cantos y vuelos; hay un tiempo para el amor, y hay un tiempo para el reposo. El amor vive ahora como si a tu vera fuese una realidad, pero no amas a nadie, con nadie sueñas, y por nadie mueres. Mira sólo las alondras, y aprende para cuando más propicio sea. Quietud reflejan los árboles, ya desasidos de los símbolos que les asignaste, desnudos ahora viven tal como son, seres enigmáticos que amas, pero no conoces. Amor no es conocimiento como escrito dejaste cuando presumías de amar, y nada amabas por entonces, sino la ensoñación de amar, el sueño de sentirte vivo; a más lágrimas, más vivo te pensaste, más y más vivo. Hoy ves cómo el tiempo ha pasado, y otras cosas piensas de la vida, no significa que entonces erraras y que ahora estés en lo cierto, sino que cada instante de la vida ha de ser vivido según el alma se encuentra, fiel sólo a la visión de uno mismo, ¿quién podrá decir cúal es la acertada y cúal no? De lo absoluto, recela, teme, huye, vuela. Ahora te ha llegado el tiempo del reposo, un ritmo más calmo que el que solías. Acordar vida y ritmo siempre te es necesario, recuérdalo pues para otros tiempos menos lúcidos que este... La luz de este campo imaginado que contemplas también invita a la quietud del alma, y su secreto entrega como flor que se abre, mírala también cómo es parte de tu piel y tu mirada. Luz amiga del campo imaginado. ¿Por qué será que viviendo en ciudad, como vives, suelas en muchos poemas la naturaleza pintar? ¿Convención literaria, o tu alma primitiva que recuerda?... Otro misterio más que sumar a tu vida. Vida que hoy percibes llena de misterios, y así, al menos hoy, la prefieres, tal cual es, misteriosa, inaprensible, como son los ríos.


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