25º poema

A la luz del sol de la tarde y Luz tranquila de la luna
A la luz del sol de la tarde
  Cuando todavía intento recordar lo tranquilo de los días pasados; ese dulce caminar del corazón, latiendo esta vez sin esfuerzo alguno por su parte, igual que aquellas aves viste ayer volando en graciosos grupillos hacia el este... Al fin, hoy, comprendes lo engañoso de todo, cuando sesgado miras las vidas y el mundo, y ocultar quieres la verdad de las cosas; sí, fácil en el pecho mi corazón me late, pero, igual que en las aves de ayer, suavemente, se posa en mí la luz de un sol que muere...
Luz tranquila de la luna
  Aunque hayas supuesto desde entonces que te habrían de llegar las sombras, también ahora comprende, contempla el paso de los días y aprende, aprende el ciclo que sigue cada cosa, y cómo también tú pasas por lo mismo, sombras que hubiste de pasar por ellas... Sombras ya deshechas en la tranquila y leve luz que la luna envía. Mira en ella el refulgir de sus ojos, en luz de luna envueltos, y siente en ti esta calma nocturna, y ese dulce andar del corazón de nuevo. Sí. Mira el hermoso devenir de los ríos.