En estos dos días que he estado yendo en la tarde a mi trabajo he almorzado con mi hijo mientras vemos la televisión, de las pocas cosas de la vida que son hermosas el estar con él me hace ver lo afortunada que soy. Y veo cómo mi hijo también lo disfruta. No hay nada ni tristeza en el mundo que pueda tomar estos momentos de felicidad de mi corazón. Lo amo tanto y estoy tan orgullosa de él.
Y después de almorzar nos reímos de Copito cuidando su panesito.
&version;