27. La Parabola del Perro Chusco

Publicado el 17 agosto 2012 por 160

El perrito chusco

Hoy en la mañana me encontré con un perrito chusco, sucio, hambriento y con una patita lastimada.
Me miró, lo miré, y me gustó tanto que saqué mi celular y le tomé una foto. Él se quedó quietecito, esperando a que termine la toma mientras me observaba extrañado, sus ojitos tristes me dijeron que así nomás nadie se paraba a dedicarle unos minutos de su tiempo. No tenía comida conmigo, así que sólo se me ocurrió rascarle la cabecita y alimentarlo con un poquito de amor porque era seguro que también le hacía mucha falta.
Luego de esto, intenté seguir mi camino pues si bien estaba saliendo temprano al trabajo, un paro de transportistas hartamente anunciado durante la semana, me obligaba a tomar precauciones con mis tiempos. Seguí mi camino, pero el perrito chusco no se alejaba de mí, me seguía a cada paso que daba deseando que continúe  acariciándolo, que le siga dando unos minutos más de mí. Torpemente intentaba hablarle y le pedía que se vaya, que no podía seguir a mi lado, pero no entendía palabra alguna, ¡era terco! Aumenté la velocidad de mis pasos, pero igual, a pesar de su cojera, él insistía en seguirme...
Finalmente llegué a la estación del tren, y pensando que el perrito chusco querría entrar conmigo y terminarían botándolo a la mala, tal y como hacen con otros perros, me quedé con él al borde de las escaleras, mientras ideaba una forma inteligente de dejarlo sin que se dé cuenta. De pronto, un chico muy gordito y de aspecto bonachón, pasó por nuestro lado cargando consigo una bolsa llena de panes que de seguro serían su desayuno. Me miró sonriente y de inmediato centró su atención en el perro que tenía a mi lado saltando y moviéndome la cola. Encantado por la actuación del perrito, sacó uno de los panes que tenía en su bolsa y lo tiró al suelo. El perrito chusco no lo pensó dos veces y tras comerse el pan con tremendo placer, se fue feliz tras aquel tipo que satisfizo ese vacío que tenía en su... estomago.

El perrito chusco buscando su bienestar...


¿No les parece conocida esta historia?  Claro, a veces sin darnos cuenta nos aferramos demasiado a algo que simplemente no es para nosotros, y dejamos pasar las verdaderas oportunidades.
El perrito chusco, por instinto, se fue en busca de aquello que le convenía más y dejó atrás a quien sólo quería deshacerse de él... ¡Eres un maestro, perrito chusco! Te juro que te presentaré a Priscila, ambos se merecen xD
137 Antes de ti: Perrito chusco [ Dedicado a todos los perritos chuscos que han leído este post, espero les sirva de algo =)  ]
PD. Escribo este post mientras espero a una decoradora de interiores que está a cargo del diseño de mi nueva tienda, estoy contento por el avance pero esta noche... ¡Hace frio!
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