Puse esas cosas en una bolsa y un recordatorio en mi lista de compras de la ferretería. Hoy hice la diligencia y me acerqué a la encargada del mostrador y le expliqué que las cosas que estaban en la bolsa eran cosas que para mi eran un misterio, pero que estaba segura de que a ella y sus compañeros iba a ser divertido ayudarme a descifrar qué había allí. Dicho y hecho, a los pocos minutos habían tres expertos intentando ayudarme. Al final descubrí que era cada una de las cosas. Y que no necesitaba ninguna de ellas. Unas piezas se las regalé a los expertos y las otras las traje para tomarles foto para este post y desecharlas.
Claro, no sugiero que vayan a la ferretería nada más para eso. Yo fui a comprar pintura y aproveché. Pero si tienen cachivachitos de este estilo y no tuvieron la precaución de etiquetar qué es cada cosa, los vendedores de una ferretería es una buena idea.
Reto: Mis respetos a quien sepa qué es el cachivache de la esquina superior izquierda.