Para mantener la forma y la energía del organismo durante todo el año, es necesario nutrirse bien a base de minerales. El magnesio, el zinc y el hierro, contribuyen a recuperar la energía y recuperar el buen estado de ánimo. Te invito a conocer cómo combatir el cansancio y mejorar otros aspectos de tu salud, incluyendo estos minerales en tu alimentación.
Magnesio para combatir el cansancio
El magnesio permite preservar el equilibrio nervioso y muscular. La falta de magnesio es la primera causa de fatiga, conllevando la aparición de dolores musculares, al tiempo que favorece los efectos del estrés y de la ansiedad. El magnesio es indispensable para el equilibrio físico y emocional.
El cuerpo está compuesto de 25 g de magnesio, de los cuales el 60% está almacenado en los huesos, ayudando a mantener la estructura. Variando en función de la edad y del sexo, lasnecesidades de magnesio son importantes en la mujer embarazada, las que están amamantando y las personas mayores.
Como el magnesio no es un producto naturalmente producido por el organismo, es esencial aportar cotidianamente y de forma regular las cantidades debidas. Por lo general, hace falta de media 6 mg por kilo y por día. Una persona que pesa 60 kg debe consumir 360 mg de magnesio al día.
El magnesio se encuentra en el cacao, los cereales integrales, las almendras tostadas, las lentejas, los garbanzos, y los productos a base de harina de trigo.
Zinc para el buen humor
Menos conocido que el hierro y el magnesio, el zinc es un oligoelemento indispensable para el organismo. El sistema inmunitario tiene necesidad para defenderse de las agresiones externas, para el tiroides, las funciones neurológica y para aportar buen humor. El zinc es un oligoelemento que previene ciertas enfermedades como el cáncer u otras afecciones.
Igualmente, es un buen aliado contra los catarros, reduciendo el tiempo de los estados gripales. En la mujer embarazada, el zinc favorece el crecimiento y el desarrollo del feto, pero también durante la infancia y la adolescencia. También, combate la depresión, la rabia, y aporta alegría de vivir. Asociándolo con vitamina B6, el zinc favorece la producción de colágeno, de elastina, de queratina y ofrece una piel impecable.
El zinc puede consumirse en forma de complemento dentro de un complejo de minerales que contenga 15 mg de zinc o el 100% de los aportes cotidianos. Ciertos alimentos contienen zinc como las ostras, los mariscos, la carne, los gérmenes de trigo, el queso, y las nueces.
Hierro para mantener la forma
Uñas y cabellos frágiles, cansancio e infecciones, son el resultado de la falta de hierro. Se trata de un oligoelemento de los más importantes para el organismo. Presente en la sangre, el hierro permite a los glóbulos rojos transportar oxígeno a las células.
Existen dos tipos de hierro: no hémico y hémico. El primero está presente en las verduras y los huevos. El segundo está presente en los productos de origen animal como la carne y el pescado, representando el 40% al 50% del hierro total. La forma mejor absorbida por el organismo es el hierro hémico, que encuentra en las carnes rojas, el hígado de ternera, los mejillones y las legumbres.
Pero este consumo se completa con alimentos ricos en betacarotenos y vitamina C, como la asociación de ostras con limón. Sin embargo, se aconseja no asociar el hierro y el cobre, porque impide la asimilación del zinc.
Una salud de hierro, un buen estado de ánimo, y mucha energía corporal son necesarios para una vida feliz. De cara al invierno que está a punto de entrar, conviene vigilar nuestros niveles de minerales, y sobre todo, cuidar mucho una alimentación bien equilibrada.