(32 Fangs)
de David Wellington
Vampire Tales
1. 13 balas
2. 99 ataúdes
3. Vampiro zero
4. 23 horas
5. 32 colmillos
En la brutal conclusión de la serie de vampiros iniciada con 13 balas, Laura Caxton y su némesis, la vampira Justinia Malvern, se encontrarán en el decisivo y sangriento enfrentamiento final. Laura Caxton lo ha perdido todo en el transcurso de su lucha contra Justinia: la vida de su familia y amigos, su libertad... puede que hasta su humanidad.
Pero incluso ahora, reducida a una existencia solitaria como fugitiva, Laura no se rendirá. De hecho, tiene un plan que obligará a Justinia a ir a por ella y que provocará que las dos enemigas se enfrenten por última vez. Pero Justinia es astuta y también tiene sus planes, planes que incluyen a algunos de los amigos supervivientes de Laura, un batallón de policía y un ejército de esclavos no muertos.
Con lo mucho que me gustó el primer libro, leer las continuaciones me ha dado un poco de miedo: antes de leer cada nueva entrega, me preocupaba que me decepcionara y no estuviera a la altura de la anterior. Sin embargo, nunca fue así. Con este último libro las expectativas están más altas que nunca, y tengo que decir que 32 colmillos las ha cumplido con creces: es la conclusión redonda para una saga redonda.
David Wellington no se anda con chiquitas y nunca lo ha hecho. Si buscáis fantasía juvenil o vampiros amorosos, os habéis equivocado de saga. Los vampiros de Wellington son sanguinarios, siempre lo han sido y en esta entrega no se quedan atrás. Es lo bueno que tiene este autor: escribe exactamente lo que quiere escribir, sin preocuparse por que sea comercial o no. Por si os interesa, podéis leer una entrevista que le hice al autor aquí y aquí.
El punto fuerte de este libro es, sin duda alguna, su protagonista, Laura Caxton. Ya la he alabado repetidamente en mis reseñas de los libros anteriores, así que para no repetirme diré que merecería la pena leer la saga entera simplemente por ella. De hecho, Laura es probablemente una de las mejores protagonistas que he leído en mi vida.
La enemiga mortal de Laura, la letal vampira Justinia Malvern, también tiene un gran protagonismo. Además, en este libro logramos conocerla mucho más. David Wellington es aficionado a alternar capítulos de flasbacks con la historia principal, y en esta ocasión los flashbacks nos narran la vida de Justinia Malvern a través de los años, desde su época de humana hasta la época actual, pasando por su conversión y sus primeros años como vampira.
Los secundarios no se quedan atrás, y entre ellos quiero destacar a Clara, la antigua pareja de la protagonista. La verdad es que en esta ocasión pasa de ser secundaria a casi una protagonista más, y eso me ha gustado porque da mucho juego y recuerda mucho a los inicios de Laura como cazavampiros.
En cuanto a la trama, los seguidores de esta saga ya sabéis lo que os encontraréis. Para los que no, puedo prometeros que en este libro encontraréis una trama muy bien hilada, con acción a raudales y tensión y emoción en cada página. Lo que se dice una joya, vamos.
En definitiva, y parafraseándome a mí mismo, 32 colmillos ha resultado ser, pese a lo altas que estaban mis expectativas, una conclusión perfecta para una saga perfecta. Ahora solo falta por ver qué nos tiene preparado David Wellington para el futuro. Yo, desde luego, tengo claro que me haré con su próximo libro tan pronto vea la luz.
Historia: Personajes: Estilo: Ritmo:
Opinión:
Lo mejor: Los flashbacks de Justinia Malvern. Lo peor: Que se acaba.