Comenzamos a darnos cuenta de que nuestro pequeño se alejaba del camino de la “normalidad” cuando tenía dos años y medio. Tuvimos suerte, mucha suerte, porque dimos con unos profesionales que verdaderamente apostaron por él, por sus posibilidades y, ante la descabellada indicación del neurólogo que le atendió, que suponía comenzar medicar a nuestro niño a esa edad, encontramos el apoyo del INPA, quienes comenzaron a trabajar inmediatamente con él.
Recordamos perfectamente la primera vez que oímos la palabra Padovan, no lo habíamos oído nunca, ni siquiera encontrábamos referencias al método en Internet, pero aún cuando entrábamos en un “mundo” nuevo y extraño para nosotros, decidimos comenzar a trabajar llevando a nuestro pequeño al INPA a las sesiones de Padovan. Dos años y medio después seguimos y seguiremos con Padovan pues para nosotros es la base de la recuperación de nuestro pequeño, estamos plenamente convencidos de que sin Padovan nuestro pequeño no habría estado preparado para recibir con éxito el resto de terapias, ni habría avanzado tanto como lo está haciendo.
Además de Padovan, hemos aplicado el Programa de Normalización Audiométrica, Integración Sensorial, TMR, todas ellas indudablemente han sido importantes en la recuperación de nuestro hijo.
La integración sensorial le ha aportado grandes beneficios, con ella nuestro pequeño ha adquirido entre otras cosas autocontrol, juego simbólico y equilibrio.
Definitivamente somos una familia que tuvimos suerte de encontrar al INPA desde el principio, de que nos enseñaran que las terapias alternativas existen, sabemos que aún queda mucho trabajo por hacer, y lo seguimos afrontando cada vez con más optimismo, teniendo claro que este trabajo va a estar basado en las terapias que tanto nos han ayudado.
Un saludo
Susana (Madrid)