382. de cómo unos centímetros se convierten en insalvables...

...y es verdad. ¿Nunca habéis estado a tan sólo un par de centímetros de alguien y habéis descubierto un precipicio? Esa sensación de ser incapaz de acercarse más, ese miedo a hacerlo, esa angustia al ser.consciente de que, si no consigues acercarte...la brecha existirá por siempre... Sé por experiencia de lo que hablo, en mi vida me he visto en esa situación varias veces. La última, este enero, mi incapacidad para cogerle de la.cara, obligarle a mirarme, y.preguntar: "¿por qué?". Miedo a la respuesta, la duda es peor. Una vez que conoces el motivo del portazo...duele menos la nariz. Ahora soy consciente que estoy bien, pero este lunes firmé el cerrojazo final, tonta de mí...buscaba humanidad en su mirada, dolor en su expresión, culpabilidad en sus palabras...en definitiva, buscaba lo que debería de haber... No lo encontré; en su lugar hallé una mirada fria de un desconocido, una expresión agresiva y palabras de rabia... Qué pena. Este lunes lloré, lloré por.cada risa de antes, cada momento único que vivimos, cada "eres la mujer de mi vida" que oí los primeros años, lloré por cada beso de pasión, por cada momento de tres, por todo lo que tuvo y no supo apreciar... Ya no lloro más, lo siento por él, está repitiendo un comportamiento de alguien cercano que antes repudiaba...ahora lo tiene él... Sé que me quedo lo mejor de nosotros: quiero-quiero, la ausencia de rencor, las risas, el recuerdo, mi primer Te Quiero.... también sé que me quedo lo que él no quiso...  Ahora estoy bien, estoy rodeada de gente que me quiere, de buenas personas, de gente como yo, que no lo entiende...pero lo acepta.
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