www.elmundo.es
Patricia Matey | Madrid
Un dura realidad está dejando boquiabierta a la sociedad británica. Un número creciente de estudiantes de Medicina ya no ejerce como camareras, babysitters o dependientas para pagar sus gastos; ahora trabajan como prostitutas, acompañantes sexuales o strippers.
Tal y como recoge el último 'Student British Medical Journal', "1 de cada 10 estudiantes de Medicina asegura conocer a alguien que ejerce la prostitución para poder pagar la universidad", asevera Joxi Dixon, estudiante de último curso en la Universidad de Birmingham.
Aunque las cifras aún son pequeñas van, preocupantemente, en aumento.
De hecho, hace una década sólo el 4 % de los universitarios afirmó saber de alguna compañera de carrera que pagaba sus estudios ejerciendo en la calle.
"Esta cifra se elevó al 6 % en 2006 y ahora ronda el 10 %".
En declaraciones a la 'BBC World Service', la dueña de un salón de masajes de Leeds ha asegurado: "En mis tiempos, la gente fue a la universidad con el fin de evitar este tipo de vida, pero ahora llevan este tipo de vida para poder ir a la universidad".
Una compañera de carrera de Joxi Dixon, afirma: "Estudiar Medicina puede ser financieramente agobiante. El coste de la gasolina o del transporte público es increiblemente alto y sigue aumentando. Los préstamos estudiantiles y becas disponibles no van mucho con la carestía de la vida, y como estudiante de medicina tienes poco tiempo para conseguir un trabajo a tiempo parcial. La prostitución parece ofrecer el trabajo perfecto para ellas: es dinero ganado rápidamente. No me atrevería a hacerlo porque me da miedo y por lo que piense de mi la gente y también los pacientes si se enteraran, pero definitivamente puedo mostrar mi empatía con las que lo hacen".
La cadena BBC recientemente "informó que un mayor número de estudiantes en el Reino Unido está recurriendo a la prostitución para financiar su educación".
Este reportaje se ajustaba a las reclamaciones de Estelle Hart, Directora de la Mujer de la Unión Nacional de Estudiantes: "En un clima económico donde hay muy pocos puestos de trabajo, donde se ha cortado masivamente el apoyo a los estudiantes, la gente está buscando más empleo en la 'economía informal', como el trabajo sexual".
Los motivos
Para el autor del artículo existe una correlación directa entre el aumento de tasas de la matrícula y la prevalencia de la prostitución entre los alumnos.
"En un estudio publicado en 'Sex Education' en 2010, los investigadores encuestaron a 315 estudiantes de la Universidad de Londres. Aproximadamente el 10 % de los encuestados conocía a alguien que había trabajado como prostituta o acompañante, y cuando se les preguntó por qué pensaban que lo hacían, el 93 % aseguró que la necesidad de dinero era la razón principal".
Y continua: "El estudiante medio suele graduarse con una deuda de alrededor de 29.528 euros. Para los estudiantes de Medicina, que generalmente estudian durante dos o tres años más, con más horas de trabajo y menos tiempo para trabajos remunerados, los niveles de deuda son más altos. La Asociación Médica Británica (BMA, sus siglas en inglés) estima que las deudas de los estudiantes de podría aumentar a casi 82. 678 euros".
El Colectivo Británico de Prostitutas (ECP, sus siglas en inglés) asevera haber recibido muchas llamadas de estudiantes para el ejercicio de la prostitución. Su representante, Sarah Walker, afirma que "para muchos estudiantes la prostitución es el único medio de supervivencia económica y no una manera fácil de hacer dinero para financiar los lujos a través de una actitud frívola con el sexo. Los empleos en tiendas y bares cada vez son más escasos y están mal pagados".
Respuestas oficiales
Los académicos no "creen que la prostitución esté aumentando entre los estudiantes y no tienen ninguna norma específica sobre este asunto, pero sugieren que los estudiantes de Medicina deberían actuar dentro de la Guía para las buenas prácticas del Consejo General de Médico. Sin embargo, en ella no se indica que un médico no pueda ser una prostituta".
Por otra parte, "no se ha registrado ningún caso en el que la salud de un paciente se haya puesto en peligro por un médico que tenga un trabajo sexual”.
Para Joxi Dixon, dado que no hay "guías oficiales sobre este asunto, no hay una respuesta clara para los estudiantes. Lo preocupante es cuando los universitarios piensan que no tienen más remedio que recurrir a la prostitución y la cuestión es si la subida de las tasas dará lugar a otro aumento de estudiantes que entre en el comercio sexual".