Así nos sentíamos camino del Aeropuerto de Tenerife Sur. Empezaban a ser demasiadas cosas: un viaje exprés a Barcelona, un comienzo, una ilusión..., pero eso daba igual... estábamos muy felices.
Viajamos de viernes a domingo, ya que debía estar de vuelta para trabajar ese día de tarde. La entrevista la haríamos el sábado.
Al final el avión de Air-Europa de las 19:40 sería otro invitado más en esta fiesta noruega.A la mañana siguiente, después de la ducha rutinaria, vestir bien para la ocasión y resoplar un par de veces, nos echamos a la calle y cogimos el metro más cercano.
Después de bajarnos, desayunamos en una cafetería cerca del Barrio del Raval de Barcelona. Mapa y móvil en mano, nos situamos mejor y buscamos dónde quedaba el hotel donde debíamos hacer la entrevista mientras desayunábamos.La entrevista fue corta, clara y concisa. Él era sueco pero hablaba perfectamente español. Me explicó cuales eran las condiciones: contrato de dos años en Noruega, me pagarían un curso de Noruego que sería online, vuelos a España, alojamiento y gastos excepto comida allí en Noruega, empezaríamos en una residencia donde, cuando tuviera más nivel de idioma pasaría a un hospital, etc... vamos, unas condiciones increíbles. Lógicamente también me puso encima de la mesa la parte menos buena y era que debía estar contratado con ellos durante 2 años, ya que si lo incumplía debería pagar una cantidad de dinero en compensación a los gastos que tendrían conmigo.
La verdad sea dicha, el hecho de que me pusiera todo encima de la mesa, no solamente lo bueno, hizo que me fiara más de él. Estuvimos hablando de mi experiencia profesional y cuando descubrió que había estado varios años en UVI y que tenía ponencias y cursos relacionados, me explicó que en Noruega necesitaban muchos enfermeros cualificados y con experiencia en servicios especiales de enfermería como urgencias, intensivos, quirófano, etc..., y que incluso me podría especializar allí en intensivos, cosa que aquí en España de momento no existe. Esto hizo que aumentaran mis ganas de viajar a Noruega y mis expectativas.Mientras hacía mi entrevista todavía oía la charla que seguían teniendo Nuri con la otra entrevistadora, y continuaba con alguna que otra risa.
Después de algunos apuntes más sobre el sueldo y las fechas en las que esperaba la empresa que viajaríamos a Noruega, que tenía unos 15 días para pensar y firmar el contrato, mi entrevista concluyó y volví a mi sitio anterior. Nuri llegó al rato, y bastante contenta.Cogidos de las manos salimos de aquel hotel y empezamos a pasear sin ningún destino. En los primeros minutos casi no hablamos, más tarde nos miramos y los dos nos dijimos a la vez: "nos vamos a Noruega". Éstabamos exultantes, contentos por la entrevista. Nuri me contó que la otra entrevistadora era española y que había vivido en Noruega 20 años, y que se vivía muy bien y que la enfermería era tomada más en serio. Ahí aprendimos nuestra primera palabra noruega: "sykepleier" que significa enfermera. Comparamos que las condiciones que nos habían explicado ambos entrevistadores coincidían, y nos parecían buenas aún sabiendo esa parte no tan buena.
El paseo posterior lo recuerdo muy bueno, casi sin hablar y cogiéndola fuerte de la mano, sabíamos que algo nos estaba diciendo que peleáramos por esto porque al final merecería la pena.
Los dos cogidos de la mano, sabíamos que queríamos aquello, viajar y juntos. Ahora que ya estaba todo empezado... ¿Cómo diríamos la noticia?.