Continuación… Capitulo 3 “Emboscada”
Al otro día, en las afueras del Instituto, un grupo numeroso de jóvenes comienza a buscar con mucho cuidado, un auto que no necesite muchas reparaciones y lo más importante que arranque sin problemas. La búsqueda dura casi tres horas, tres horas. Al final de los 23 autos que hay en el estacionamiento, 20 están inservibles y además imposibles de reparar, solo faltaban 3 autos por ver.
– ¡Qué lata no hay ningún auto!– Alejandro que está al lado, trata de tranquilizar a un molesto Alexis, diciendo.
– No te preocupes Alexis, de seguro uno funcionara. Tiene que funcionar uno o si no estamos perdido. –De pronto uno de los jóvenes grita.
– ¡Muchachos, encontré uno! Todos corrieron donde está el joven. Al llegar ve a un grupo pequeño que revisa el auto que es más una camioneta. Minutos después uno de los jóvenes les dice a todos.
– Bien llevémoslo al taller. –Entre siete empujan la camioneta al taller que está a un costado del Instituto y comienzan a repararlo entre 50 personas, los daños que presenta esta a causa de las criaturas son mínimos. A pesar de ellos debieron sacarle el techo destrozado, el parabrisas y reemplazarlo con otros, al igual que otras cosas. La camioneta de cinco puertas y de ruedas grandes, al final del día es reparado totalmente. Todo gracias a jóvenes de cursos del ramo de mecánica, un ramo optativo de grados superiores y supervisados por un profesor con conocimientos de mecánica y un auxiliar que también es mecánico.
En la noche, Alexis va al casino para comer, de una joven recibe su porción de comida, con una lata de refresco y ahí se encuentra con Jorge que está tomando un refresco. Se acerca y Jorge lo invita a que se siente con él. Alexis con refresco y su porción de comida en ambas manos, se sienta frente a él y le pregunta.
– ¿Y cómo estás, Jorge? –Este con rostro cansado le contesta.
– Estoy bien, lo que me preocupa es la camioneta. –Alexis con mucha calma le dice.
– Están en los últimos detalles y creo que estará listo mañana en la mañana. –Jorge toma bebida y luego le pregunta.
– ¿Y el combustible? –Alexis se da un momento para beber y luego contesta.
– A pesar que reunimos todo el combustible de los autos que hay en el estacionamiento, no logramos reunir lo suficiente para dos días de viaje. También les hicimos algunos cambios, pequeños. Pero quedo excelente. –Jorge se alegra al escuchar las palabras de Alexis.
– Qué bueno pero no necesitamos tanto combustible para llegar abajo, no estamos tan lejos de la ciudad. – Alexis ve que Jorge tiene un rostro no muy alegre por la noticia, entonces le pregunta.
– ¿Te preocupa algo? –Jorge lo mira con detenimiento y le contesta.
– No es que me preocupe, pero ojala que esto no falle. –Alexis contesta con un tono de voz optimista.
– Ojala, pero creo que si funcionara. –Jorge con algo de tristeza toma un poco de bebida, luego ve a Alexis y le dice.
– Sabes me siento un poco triste por lo que estamos pasando. –Alexis le pregunta.
– ¿Por qué lo dices Jorge? –Jorge le contesta mientras ve la botella casi vacía.
– Por las vidas que se han perdido inútilmente. Uf. (Jorge se toma la cabeza y unas lágrimas corren por su cara y el silencio se alarga tanto que Alexis se incomoda hasta que Jorge habla) Alexis, mi novia murió desangrada hace poco. –Alexis queda sorprendido, no sabía que Jorge tenía novia, nunca hablaba de ella, ahora comprende el estado de ánimo en que estaba. Alexis trata de hablar pero las palabras de aliento no le salen, se tranquiliza, respira y luego le dice.
– Jorge lo siento, no sabía… lo siento, en verdad lo siento – Jorge se limpia el rostro y una pequeña sonrisa nace de su rostro.
– No importa, no hay nada que hacer, pero… –Jorge se da vuelta a un rincón del casino. Alexis ve hacia donde él mira y ve a Susana con su novio José Salinas que están bien juntos, tal escena le da a Alexis escalofríos, en cambio Jorge ve tal escena con mucha alegría.
– Esto me da fuerzas para luchar. Mira, no sé porque estas criaturas nos atacan, pero no dejare que nos eliminen por completo. No sin antes haber luchado con todas mis fuerzas. –Alexis ve que la mirada de Jorge brilla en su máximo esplendor mientras las palabras siguen saliendo de su boca. –Luchare hasta morir, luchare por ayudar a los demás para que sobrevivan y luchare por sobrevivir y hacer que todos salgamos con vida de este Instituto. –Luego mira con detenimiento y seriedad a Alexis y le dice. –Alexis, sé que tienes once años, eres un niño pero has sabido salir adelante, eres fuerte, yo creo que superas a muchos otros que son mayores que tú. Siempre estas tranquilo, siempre con una sonrisa… Si a mí me pasa algo quiero que tú me reemplaces, no veo a otra persona como Líder, solo te veo a ti en ese papel. –Alexis baja la vista. En su interior no está de acuerdo con lo que Jorge quería, es mucha responsabilidad pero al ver la mirada seria e intensa de Jorge tan fija en él, no le queda otra más que aceptar a pesar de que no es de su agrado tomar tal responsabilidad.
– Si amigo mío, te lo prometo. Pero no puedo prometer ser como tú ya que hay cosas de ti que no son de mi estilo. –Jorge se siente más tranquilo, saca una foto de su novia de uno de sus bolsillos de la camisa y le dice.
– Ahora, déjame solo quiero tomar este último resto de bebida en honor a mi novia. Por favor. –Alexis se para diciendo.
– Sí como tú quieras. –Alexis lo deja solo pero en eso Jorge le dice.
– Y por favor no coloques esa cara cuando veas a una pareja demostrarse amor. Es algo natural –Alexis lo mira y le dice.
– Sé que es algo natural pero hay lugares y lugares donde hacerlo. Y prefiero que no lo hagan frente a mí. –Alexis se va al otro lado del casino para así no molestar a Jorge pero decide cambiar de opinión y sale fuera del casino. Cuando sale del casino mira a Jorge a lo lejos, luego mira el cielo estrellado diciendo.
– Yo no soy como tú Jorge. La verdad es que prefiero no ser el Líder.
Al otro día comienzan las primeras pruebas de la camioneta, las cuales son exitosas. En la tarde se eligen a los individuos haciendo una selección de 7 personas, los cuales irán en la camioneta para traer ayuda. Los cuatro principales líderes eligen a: Ignacio Ríos de 15 años, el segundo más alto de todos, de 1.75 cm. de cabello castaño oscuro y ojos café claros. Renato Poblete también de 15 años, de baja estatura (1.73 cm.), de cabello castaño claro y ojos verdes, buen mozo, de aspecto serio e inteligente, es él más intelectual de todos. Alejandro del Solar de 17 años, experto en mecánica, de cabello castaño claro y ojos verdes. Alejandra Fuentes de 14 años, la más inteligente después de Renato, usas unas gafas que la hacen ver muy intelectual, de belleza deslumbrante, cabello rubio y ojos café. Estefanía Rojas de 16 años, de cabello ondulado color rubio oscuro, de ojos celeste, de figura un poco obesa, es la que sabe de primeros auxilios. Víctor Rebolledo de 14 años, es el más guerrero de todos además de inteligente y que también sabe de primeros auxilios, de cabello negro y ojos café claros, era él más alto de todos, mide 1.80. Y finalmente, uno de los cuatro jefes en el Instituto; Francisco Ruiz, de cabello castaño claro y ojos marrones, de mediana estatura pero muy hábil en la pelea quien comandara el grupo. Estas personas fueron calurosamente despedidos por sus compañeros deseándoles que tengan una exitosa misión, Jorge, el Líder principal de todos los estudiantes, de 17 años, le da un abrazo a Francisco diciéndole:
– Francisco, cuídate, regresa con ayuda, y pronto, ya que nos estamos quedando sin comida y sin agua. No vamos a sobrevivir más de una semana. Que Dios te acompañe. –Francisco muy tranquilo, ya que es una de sus cualidades, le dice.
– No te preocupes Jorge, regresaremos antes de una semana, te lo prometo – Alexis que estaba en silencio, se fija que estaba por anochecer así que les advierte.
– Es mejor que se vayan. –Francisco mira al cielo que se estaba oscureciendo entonces dice.
– Si Alexis tienes razón. Vamos suban al auto, nos tenemos que ir. –Las 7 personas subieron al auto rápidamente, en estos jóvenes estaba la esperanza de mucha gente de ser salvadas de la difícil situación que les aquejaba. Y mientras el atardecer se convierte lentamente en noche, un auto se va alejando poco a poco de un Instituto que más parecía una zona de batalla. En eso un joven se acerca a Jorge y le dice.
– Jorge, según dicen los vigías, las criaturas está aumentando en número, creo que mañana atacaran de nuevo –Jorge al saber la noticia les grita a todos que se preparen para una nueva batalla. Todos entran al Instituto. Alexis en tanto se queda junto a Jorge quien mira al cielo y pide al cielo.
– Por favor Dios, cuídanos a todos.
Capítulo 4
“Amistades perdidas”
IPECMS, Ciudad de Santiago de Chile. Domingo 17 de Julio del 2191, 19:30 PM.
Llega el día que todos temían que llegara, si los vigías no se equivocaban volverían a pelear de nuevo con las criaturas, pero lo que daba más miedo era que no sabían cuándo y ya estaba oscureciendo pero las fogatas ya comenzaban a iluminar el patio.
Todos están resguardados en salas, casino, biblioteca, todos armados con cuchillos, líquidos inflamables, o lo que habían inventado para defenderse, todos resguardados mientras algunas criaturas pasaban por el patio como si nada, algunas trataban de subir a los pisos pero las escaleras estaba completamente selladas, lo mismo pasaba con las puertas. Nadie les hace frente ya que todos aguardan la llegada en número de las criaturas. En el casino, los ventanales fueron sellados con tablones y pequeñas rendijas, para ver el patio.
Alexis y Jorge que están en el segundo piso ven el actuar de las pocas criaturas que hay en el patio que solo es iluminado por pequeñas fogatas y antorchas puestas en lugares específicos, para iluminar el patio y pasillos. Luego ambos se esconden. Alexis mira su espada de madera que él mismo mejoró incrustándole pequeños trozo de vidrio en la hoja de madera mientras le pregunta a Jorge.
– ¿Jorge temes pelear nuevamente? –Este lo mira y le contesta.
– ¿Miedo? Si, siento miedo, como lo he sentido desde que estamos luchando. ¿Y tú? –Alexis le contesta mientras mira nuevamente al patio.
– Yo no. –Jorge lo ve muy seguro de sí mismo, se fija en su mirada que es tranquila y serena, como si no estuviera preocupado por la guerra que se avecina, es más esa mirada que ve en él extrañamente lo tranquiliza, en eso le dice.
– Como me gustaría ser como tú. –Alexis lo mira algo sorprendido y escucha lo que Jorge le dice. –Tu mirada no tiene ni una pizca de temor, es más, transmites tanta tranquilidad que pareciera que todo es un juego para ti. –Alexis sonríe y luego le dice.
– No es un juego, sé a lo que me enfrento, pero no saco nada con desesperarme o llenarme de furia. Tengo que ser yo mismo para pelear con seguridad, no perderme en mi enojo, es mi responsabilidad para sobrevivir en esta batalla, todo depende de mí para sobrevivir. –Jorge no comprende muy bien las palabras de su amigo de batalla. Aun así decide tranquilizar su alma para pelear con todas sus fuerzas. El ambiente que se siente en ese momento es de una tensión terrible para casi todos y lo más terrible es que la oscuridad inunda todo el Instituto y el frío se hace muy presente y el silencio lo inunda todo, en eso unas cuerdas que están a los pies de Jorge tambalean como si avisaran algo. Un minuto después Jorge divisa a las criaturas.
– Ya las veo. –Alexis le pregunta mientras mira como las criaturas entran con lentitud al patio.
– ¿Atacamos ahora o esperamos que se llene el patio? –Jorge le contesta.
– Ese es el plan. Por eso tapamos las entradas a las escaleras para que no suban al segundo piso y así acorralarlos y sorprenderlos – Las pocas criaturas que habían comienzan a lanzarse a los ventanales para quebrarlos pero no lo logran. Jorge los ve desde su lugar diciendo.
– Todavía golpean los ventanales del casino estos maricones. Menos mal que colocamos tablones en ellos y también en las puertas o si no entrarían dejando la cagada. –Jorge espera a que haya la cantidad suficiente de criaturas en el patio.
– Espero que ninguno ataque hasta que yo lo diga cortando las cuerdas. –Alexis mira su espada y le dice.
– Falta poco espada mía prepárate a pelear nuevamente. –Alexis aprecia su espada de madera pero mejorada con pedazos de vidrios incrustados. En tanto las criaturas ya han llenado el patio y comienzan a llenar el jardín que está en el techo del casino de a poco se van volviendo inquietas y feroces y esto va en aumento con el pasar de los segundos. Jorge comienza a contar en retroceso.
– Tres. -Le sigue Alexis.
– Dos. -Y sigue Jorge.
– Uno. -Jorge se presta a cortar las cuerdas pero un segundo antes grita a viva voz. – ¡ATAQUEN! –Y corta las cuerdas, y cuando estas bajan abruptamente al suelo, el silencio se rompe y todos los que están escondidos en el segundo piso saltan gritando, incluso Alexis y Jorge, se dejan caer encima de las criaturas cercanas a la orilla. Luego de unos segundos caen otros del tercer piso, también gritando cayendo sobre las criaturas medianamente más lejos de la orilla, más tarde los del cuarto piso que caen todos con violencia sobre las criaturas que están mucho más lejos de la orilla. Otros chicos salen del casino, y son seguidos por un grupo masivo de jóvenes, el grupo se une con otro grupo que sale del casino y de otras salas. Muchos jóvenes portan armas punzantes. Otros con aerosoles y los usan como lanzallamas al momento de atacar. Alexis que luchaba con agilidad, extrañamente se percata de algo.
– ¿Están más rápidos o yo estoy lento? –Cuidadosamente se defiende ante el ataque de la criatura, pero se da cuenta que otra criatura esta por atacarlo por la espalda, da un salto hacia atrás, pasando por arriba de la criatura que lo iba a atacar por la espalda e inmediatamente al pisar suelo decapita a dicha criatura en un solo movimiento rápido y ágil. Luego va en busca de otra, en eso ve a Jorge que pelea con otra criatura grande, pero al ver con quien está peleando, se detiene para ver, algo muy arriesgado de hacer, ya que el patio está inundado de jóvenes y criaturas pero aun así, aprecia muy bien a la criatura con quien Jorge estaba peleando, y nota que es muy rápida pero en su corazón se siente tranquilo al ver que Jorge no le pierde pisada pero este se descuida y la criatura alcanza a herirlo muy superficialmente. Alexis que veía toda la batalla de pronto da un paso rápido al lado y con su espada mata a una criatura que, pareciera, iba a atacarlo. Y con la misma tranquilidad ve como Jorge, enfurecido por la herida que sufrió, logra agarrar a la criatura y harto seguido le quiebra el brazo derecho pero aún así la criatura se defiende. Jorge no se compadece y le clava un fierro en todo el pecho matándolo instantáneamente, después ve a Alexis y corre hacia él, Alexis aprovecha y le pregunta.
– ¿Oye, es cosa mía o estas cosas están más rápidas? ¿Te diste cuenta? – Jorge le contesta mientras esquiva a una criatura, lo mismo hace Alexis que lo escucha decir.
– Estas equivocado, nosotros somos los que estamos lentos. Nuestros cuerpos están cansados. –Alexis le responde mientras golpea a una criatura con su espada.
– Puede ser, pero no estoy seguro. –Luego de que ambos terminan de hablar, los dos derriban alternadamente a dos criaturas en segundos y luego se separan. Alexis corre hacia un sentido y mata a todas las criaturas que se le cruzan por el camino a una velocidad muy rápida pero en eso escucha un gran grito.
– ENTRARON AL CASINO, ENTRARON AL. ! – Una persona grita a los cuatro vientos desde un ventanal.
– ¡ENTRARON AL CASINO, LAS CRIATU…! AGGGG! – Varias criaturas atacan con frialdad a la persona que estaba gritando y simplemente lo despedazan. Alexis, Jorge y otros más corren inmediatamente al casino. Unos estudiantes están por entrar cuando la sangre que corre por el piso los hace caer. Jorge, Alexis y otros tres saltan pasando por encima de sus compañeros logrando entrar al casino, de inmediato escuchan una ola de gritos ensordecedores y ven como varios heridos son comidos vivos por las criaturas, algunas mujeres tratan de pelear, algunas lo logran, pero otras son rápidamente mutiladas o son comidas vivas por las criaturas. Otros se defienden con lo que tienen a mano, pero es imposible, las armas son devoradas por las criaturas y además son atacados por dos o tres criaturas al mismo tiempo. Alexis y los otros no pueden creer lo que ven sus ojos.
– ¡Malditos sean! –La mirada de Alexis se torna muy seria, de inmediato corre y pesca del cuello a una criatura que estaba atacando a una mujer herida y lo lanza a la pared, la criatura es enviada con violencia contra la pared, dos personas destrozan a la criatura. Reiteradamente los demás comienzan a pelear en contra de las criaturas. Mientras tanto, Alexis pelea encima de una mesa contra una criatura grande. La pelea se le hace difícil por la superficie resbalosa producto de la sangre que hay en la superficie de la mesa, esa sangre lo hace caer, golpeándose la cabeza fuertemente contra el piso perdiendo momentáneamente el conocimiento. La criatura en tanto, salta encima de Alexis, pero una patada lo envía a un lado. Alexis recobra el conocimiento y al ver levemente a Jorge le pregunta.
– ¿Jorge eres tú? – Jorge le contesta.
– Sí, soy yo. ¿Te sientes bien? –Jorge ayuda a Alexis a que se levante, este algo mareado le contesta.
– Sí, estoy bien, no te preocupes, vete. – Jorge se va y Alexis ya en sí, sigue luchando aunque un hilo de sangre cae por su frente y un leve mareo lo va afectando.
La lucha se alarga por casi cuatro horas pero al final se logra recuperar el casino de las garras de las criaturas pero a costa de un precio muy caro, numerosos muertos, algunos decapitados y otros comidos hasta los huesos yacen en el piso o en las mesas. El piso repleto de sangre lo hace muy resbaloso, una cierta atmósfera de muerte y sangre rodea el casino. Los que ven ese panorama no lo pueden creer, esos muertos que hace cuatro horas estaban vivos, riendo, llorando, ahora están muertos pero fríamente afuera del casino la lucha sigue.
Alexis, a pesar de tener herida la cabeza decide ayudar, junto a otras quince personas para la dura tarea de colocar los cadáveres en fila y limpiar el piso ya que aunque el casino haya quedado destrozado igual seguiría como guarida para ellos. Así que había que colocar un poco de orden.
Basto una hora para colocar en fila los cadáveres y también limpiar el piso para que quedara aceptable, mientras afuera del casino la lucha seguía.
Los heridos recientes fueron puestos sobre las mesas y otros sobre un plástico que estaba tendido encima del piso. Alexis descansa sentado en una silla mientras observa los cadáveres y todo lo que quedo tras la batalla, su mirada es tranquila pero triste, la herida en la cabeza lo tenía algo mareado y con jaqueca. De pronto algo llama su atención, se levanta y se dirige al cadáver que está justo frente a él. Cuando llega a los pies del cadáver, ve con tristeza que es el profesor Vera. Al obsérvalo bien, ve que esta sin sus brazos los cuales fueron mutilados con mucha agresividad. Alexis queda sorprendido al ver el estado del cadáver de alguien que anteriormente había visto pelear con fiereza. Sin saber que hacer solo le dice.
– Profesor. Yo… yo lo siento. – Alexis se inclina frente al cadáver y medita en silencio. Jorge lo estaba buscando, pero al verlo arrodillado frente a un cadáver prefiere callar y dejarlo solo, luego sale al patio para seguir luchando.
Un minuto después, Alexis se levanta y se persigna, se presta a cubrir el cadáver, cuando de pronto ve un brillo en el cuello del profesor, Alexis se acerca y ve una gargantilla dorada. En eso recuerda una charla que tuvo con él antes que Jorge saliera del Auditorio.
– ¿Y esa gargantilla profesor, no es de mujer? –Vera mira su gargantilla y le dice.
– Esta gargantilla pertenecía a mi hija, era un tesoro de ella. – Alexis extrañado le pregunta.
– ¿Pero por qué la tiene usted y no su hija? –Vera baja la vista y con tristeza le dice.
– Ella y mi esposa murieron hace un año… –Mira al azul cielo diciendo. –Sí, murieron en un trágico accidente automovilístico, yo no pude estar con ellos ya que tenía una reunión en la escuela. –Alexis se sorprende ante tal noticia y algo nerviosos le dice al profesor.
– OH cuanto lo siento, profesor. –Este le toca el hombro y le dice.
– No te preocupes, pero a veces las extraño mucho. ¿Sabes? Esta gargantilla no es solo el tesoro de mi hija sino que es el honor de mi familia el cual espero que no muera conmigo si no que trascienda el tiempo y el espacio… –Alexis ya frente al cadáver de Vera, ve la gargantilla y decide sacarla sin antes decir.
– Creo que me llevare esto profesor. El honor de usted y su familia no morirá en este lugar. –Alexis retira la gargantilla del cuello del profesor y se la pone. En el momento de colocársela siente una voz suave y sutil y extrañamente conocida, que le habla a su mente diciendo.
– Ayuda a Jorge. Está en peligro – Alexis sale raudo del casino y ve a.
– ¡JORGE!.– Alexis lo ve pelear contra tres criaturas de las altas, pero con las tres simultáneamente. La pelea es extraña en su acción y Alexis presiente que algo no va bien, en eso llega Alejandro a su lado, este, mira a Alexis que está muy serio viendo la pelea y le pregunta.
– ¿Por qué esa mirada Alexis? Es común que Jorge pelee contra tres criaturas lo ha hecho anteriormente y siempre gana. –Alexis con seriedad le contesta.
– No Alejandro, estas criaturas pelean de una forma diferente a las demás. Son más rápidas y creo que están peleando en conjunto. Y creo que Jorge lo sabe muy bien, por eso pelea de una forma cuidadosa. –Alejandro asustado con las palabras de Alexis le pregunta.
– ¿Estás seguro, Alexis? –Y este lo afirma diciendo.
– Sí, estoy seguro. Estas criaturas no son como las demás – Alexis ve que Jorge apenas puede llevar el ritmo de las criaturas. Hasta que de pronto una criatura de un zarpazo lo hiere levemente en su estómago. Sin pensarlo Alexis acude a socorrerlo y en segundos llega a la pelea y ataca rápidamente a una criatura separándola de las otras dos que peleaban con Jorge, de inmediato se extraña un poco por la forma en cómo siente el ritmo de pelea de la criatura. Ve cerca de ellos a dos personas conocidas, uno es Alfaro Rodríguez de 15 años de cabello rubio y contextura delgada y el otro es Francisco Rojas de 16 años de cabello negro y delgado.
– ¡Alfaro, Francisco, ayuden a Jorge! Yo me ocupare de ésta. –Alfaro y Francisco hacen caso de la orden de Alexis y corren hacia Jorge, logrando separar a la segunda criatura de Jorge. En tanto Alexis se cree capaz de vencer dicha criatura, sabe que es difícil, pero cree vencerlo con su espada, pero la pelea se hace más violenta. Alexis trata de seguirle el paso, pero es inútil, no puede atacar a la criatura, solo puede defenderse.
– Es.. mucho más… veloz que yo, va a ser muy difícil vencerlo. – La criatura es muy rápida, lo presiona con cada movimiento, con cada ataque. Alexis trata de atacarlo, pero la criatura adivina todos sus movimientos. Lo mismo le sucede a Jorge y los otros que tampoco pueden atacar a las criaturas. Alexis ve fugazmente las otras batallas, cuidando de no bajar su defensa, pero lo poco que ve lo asusta.
– ¿No lo puedo entender, como no logran derrotar a la criatura y eso que Alfaro y Francisco pelean contra una sola? Si estas criaturas no son muy distintas a nosotros – Alexis recuerda la vez en que él y otros jóvenes le arrancaron el traje a una de las criaturas grandes muerta después de la primera batalla. Al sacarle el traje pudieron observar que la criatura no es muy distinta a los humanos, es más, tenía cabello, ojos, orejas y boca. También tiene el mismo color de sangre. Era a simple vista una persona normal, lo único anormal es su piel que es de un color azul blanquecino y su cabello azul. También pudieron observar un cuerpo parecido al del humano con vello incluido, provisto de músculos muy desarrollados. Al ver esto se preguntaron ¿Qué son estas criaturas, que son tan parecidas al ser humano, por qué nos atacan? y lo mismo se pregunta Alexis al ver a la criatura con quien pelea.
La triple pelea llama la atención de los que están descansando, algunos apoyan a Jorge y otros a Alfaro y Francisco, otros a Alexis.
Misteriosamente, y sin que ninguno se diera cuenta, la cantidad de criaturas que atacan el Instituto baja de manera considerable pero como los otros están centrado en sus batallas o en las batallas de Jorge, Alexis, Francisco y Alfaro, no se percatan de tal suceso.
En tanto Alexis, a duras penas se defiende de los rápidos ataques de la criatura, con algo de dificultad se fija que la criatura lo está acorralando poco a poco contra una pared, entonces da un gran salto logrando pasar por arriba de la criatura y con gran agilidad lo patea en la cabeza, la criatura choca con el pilar de fierro pero inmediatamente se levanta. Alexis que había caído ágilmente al suelo, se sorprende por la rápida recuperación de la criatura.
– No logre ni siquiera herirlo. – Esto lo asusta, da un veloz vistazo a la otra batalla que está muy cerca de él y queda sorprendido. Ve como Jorge, Alfaro y Francisco solo atinan a defenderse pero no se da cuenta que sus amigos y él pelean contra las tres criaturas completamente solos en el patio. Alexis sigue peleando pero la presión de la criatura lo estaba cansando, de pronto algo lo desconcentra.
– ¡ALFARO! – Alexis, Francisco y todos ven el cuerpo inerte de Alfaro caer al suelo con un hilo de sangre que brota en su hombro, luego Francisco mira a la criatura y con furia la ataca y esta apenas puede defenderse ante la presión. Ambos, Francisco y la criatura, dejan atrás a Alfaro que está en el suelo inconsciente. Rápidamente Francisco acorrala a la criatura contra un pilar y lo ataca por un lado con una violenta patada pero repentinamente la criatura desaparece y este choca su pierna con el pilar y el dolor que siente es insoportable. Lastimoso mira para arriba y ve a la criatura que está en posición de atacarlo desde el aire, pero Francisco con habilidad alcanza a saltar hacia atrás y la criatura cae destrozando el piso, levantando mucho polvo. Sorpresivamente entre la nube de polvo la criatura se lanza en su contra, este se defiende pero cae al suelo producto del dolor de su pierna. La criatura aprovecha la caída para darle la estocada final, pero un repuesto Alfaro lo ataca de frente y Francisco al ver a su amigo ya repuesto, se une con él y atacan a la criatura.
Mientras Alexis, a duras penas logra defenderse de la criatura, siente que las fuerzas se le escapan así que prefiere escapar y trata de correr alejándose de la criatura pero la herida de su cabeza, la que sufrió en el casino, vuelve a sangrar profundamente y esto comienza a afectarlo con ligeros mareos. En tanto, la criatura lo sigue con gran agilidad, Alexis se da cuenta de pronto, que arrancar no era la mejor idea, que podía arriesgar a otras personas, así que cambia de idea y decide enfrentarlo con agresividad, y con gran suerte logra patearlo en la zona baja dejándolo momentáneamente fuera de combate pero oye un grito, mucho más desgarrador que el de hace unos minutos.
– ¡FRANCISCO! – Alexis, se da vuelta y como si fuera en cámara lenta alcanza a ver a Francisco con un gran y profundo tajo en su pecho para luego rodar por el suelo. Al ver tal tragedia Alexis se pierde en sí mismo. Alfaro con lágrimas en los ojos sigue peleando contra la criatura, dejando atrás el cuerpo sin vida de Francisco, y Jorge, a lo lejos, con lagrimas sigue luchando con más fuerza contra la otra criatura. Los que observan lloran ante la pavorosa muerte de su compañero que es llevado fugazmente por dos jóvenes al casino dejando un rastro de sangre.
Jorge y Alfaro siguen peleando contra las dos criaturas, no había tiempo de llorar, no había tiempo de lamentarse, solo de seguir luchando pero Alexis seguía choqueado por la muerte de Francisco, y no se da cuenta que la criatura esta por atacarlo a gran velocidad y lo hace pero solo ataca una especie de espejismo y el verdadero Alexis aparece detrás de la criatura y con sus brazos trata de ahorcarlo pero la criatura con mucha habilidad lo golpea con la cabeza en el mentón logrando que Alexis lo suelte pero este aun así, con la boca sangrando, lo presiona con su espada con reiterados ataques hasta quebrar la defensa de la criatura para después lanzar una patada hacia la espalda pero la criatura sorprendentemente salta alejándose de Alexis que con una mirada intensa, lo sigue y lo enfrenta a gran velocidad. La criatura se defiende como puede ante el furioso ataque de un pasivo chico de mirada intensa.
Una lluvia torrencial cae en segundos sobre el instituto y la sangre en el piso del patio comienza a mezclarse con el agua pero mientras eso pasa, una criatura da saltos cayendo cerca de las salas, al parecer, huyendo de un chico que corre sin perderle pisada. Los que observan tal escena están sin poder creerlo, Alexis era el único que estaba comenzando a manejar muy bien a la criatura, una luz de victoria se veía a lo lejos pero todo es robado por un grito desgarrador que es escuchado por todo el patio.
– ¡ALFARO, NOOOOOO! – Alexis nuevamente da una mirada fugaz alcanzando ver como el cuerpo decapitado de su amigo cae al suelo mientras la cabeza rueda por el suelo. Jorge al ver esto pierde la razón y a viva voz grita.
– ¡TE MATARE MALDITA SEA, TE MATARE!– Con una mirada llena de odio golpea a la criatura que peleaba con él, y harto seguido corre hacia la otra que mato a Alfaro. Da un salto para atacarla pero está en segundo salta hacia un lado y Jorge resquebraja el piso. Alexis ve como Jorge que a pesar de atacar con rapidez lentamente se va poniendo torpe en sus ataques y teme que de esa manera la muerte no tardaría en acecharlo y más si la criatura que dejo atrás esta por acecharlo.
– No Jorge tu odio ha hecho que te debilites aún más y que tus movimientos se vuelvan torpes. – Su propia preocupación lo desconcentra y esto es aprovechado por la criatura que le lanza un poderoso zarpazo…
Continuación del Capitulo 4 “Amistades perdidas” el lunes 7 de septiembre…