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4 cosas que tu madre deberia saber antes de que te metas a arqueologo

Publicado el 25 octubre 2013 por Jesus Martin Alonso @lure_arqueo
Prospeccion en Nijar

Escrito por el Arqueologo

Cuando alguien ajeno al mundo de la arqueologia intenta imaginarse en que consiste nuestro trabajo, suele pronunciar dos frases: ¡Que profesion mas bonita! o (y este me fastidia cada dia mas, he de reconocerlo)¡Anda, como Indiana Jones!

Por eso, a ti que quieres ser arqueologo o que no conoces nuestro trabajo, te contamos algunos pasajes de nuestra vida como arqueologos para que veas lo raros que somos

1) Pudes ser atacadado por una manada de Jabalies

Poco mas hay que añadir al titulo. En los ultimos años hemos sido “atacados” por dos piaras de jabalies, dos veces y separadas geograficamente en miles de kilometros: una en Almeria y otra en el Pais Vasco.

En la primera ocasion, estabamos prospectando por los montes pelados de Nijar, cada uno por un lado de un torrente muy escarpado (el unico sitio donde hay vegetacion). Ibamos caminando, despreocupados e icautos, cuando yo, que estaba mas cerca de la parte central del torrente, empiezo a escuchar un ruido sospechoso y de repente, una piara de jabalies (grandes y pequeños por lo que suponemos que serian las hembras con los jabatos) echan a correr a toda prisa hacia mi compañera. Ibamos armados solamente con nuestra camara y un jalon cada uno (si, el palito de los colores). Grite a Lourdes para advertirla y al mismo tiempo le chille como puede que gritara para espantarles. Yo mientras tanto, completamente paralizado, vi como un enorme jabali, de proporciones biblicas, salia del torrente directamente hacia mi. Me puse a gritar y a dar golpes con el jalon en el suelo (si, lo doble) y afortunadamente paso cerca, dio un par de vueltas en torno a mi, pero no me toco. Tampoco a Lourdes le paso nada pero cuando todo acabo, estabamos que nos temblaban las piernas y bastante lejos del coche y de un lugar civilizado.

La segunda vez sucedio poco tiempo despues. Fue en el norte, excavando con nuestros colegas de Suhar Arkeologia en Murumendi. De repente empece a escuchar un sonido extraño y cuando me gire, vi a una piara de 5 o 6 jabalies tambien con crias que se dirigian hacia nosotros. Segun todo el mundo grite “Compañeros, ¡Cuidado!” (no puedo confirmar dicha version porque no lo recuerdo).

Como veis prospectar en sitios reconditos puede ser realmente peligroso.

 

2) Insectos y aracnidos como compañeros intimos: garrapatas

Tampoco es nada raro la verdad. Es lo que tiene estar todo el dia en campos donde solo pasamos los arqueologos y las ovejas y cabras. Lo peor no es verlas corriendo por la ropa si no que alguna se te enganche. A mi, personalmente, se me han enganchado ya 5 y aun no me he muerto que yo sepa.

Pero el caso mas absurdo por lo surrealista fue tambien en Almeria, en Nijar (este sitio bonito, pero salvaje un rato). En otra prospeccion en Mayo  (lo de los jabalies fue mas tarde, en Agosto), cuando las esparteras estaban verdes. Cuando despues, de prospectar un par de horas, se nos ocurrio parar a echar un trago de agua, nos vimos como por la pernera del pantalon corrian cientos de garrapatas. Al principio no lo podiamos creer: buah, seran arañas, raras, pero arañas. Despues, experimentado en nuestras carnes, nos dimos cuenta de que no, que eran garrapatas. Mas tarde, alguien nos dijo que eran africanas, ¡flipa! y que eran toda una invasion ( no fastidia! nos lo podian haber dicho antes).

Lo peor es la paranoia que te entra en ese momento en el que te sabes rodeado y que tienes que continuar trabajando, es decir, caminando entre esparteras repletas de terribles garrapatas africanas al acecho. Evidentemente nos protegimos como pudimos, esto es, con los calcetines por fuera, la camiseta por dentro de la ropa interior y en las mangas de la camiseta cinta aislante. Todo ello con el fin de que no pudieran pasar a nuestro cuerpo.

Ya en Almeria capital, despues de la aventura en el coche de: para para que aqui hay otra y  otra y otra, fuimos a una farmacia donde nos tranquilizaron diciendo que a no se quien una vez le habia picado una y que habia muerto. Se nos ocurrio incluso, para el dia siguiente, comprar en una clinica veterinaria unos collares para perros. ¿Os imaginais? Todo era mejor que pasar por el calvario de tener que quitarte esos bichos que se enganchan como….

 

3) No eres torero pero te tocara lidiar con vacas bravas y toros de 900 kg

Hemos agrupado en este capitulo dos historias que nos ocurrieron durante la realizacion de unos sondeos entre Galapagar y Collado Villalba, en Madrid.

Ya nos habian advertido que la finca donde ibamos a realizar los sondeos era de ganado bravo (bueno, nos lo habian advertido y lo habiamos podido ver nosotros con los carteles que habia en la puerta). Para “nuestra tranquilidad” nos comunicaron que se trataban de vacas, pero que habia que tenerles “respeto“.

Total, acabamos haciendo los sondeos con la furgoneta lo mas cerca posible del cantil del sondeo, con todas las puertas abierta. Ademas nos ibamos turnando en la excavacion ya que uno de nosostros se habia convertido en un momento en un oteador de ganado bravo

¿por que?

Fue empezar a remover la tierra cuando de repente vemos asomar por una pequeña loma una jauria de vacas bravas que no parecian muy violentas pero que en ningun momento nos quitaron el ojo de encima…Era mejor no fiarse. Al final no paso nada de nada pero…

Lo del toro fue peor, o no, segun se mire. Fue en otra finca, esta no era de ganado bravo (ahhh! ya estoy mas tranquilo) pero tenian lo que llaman “vacas de carne” de raza limusina (se llaman asi ¿no? Perdon, pero solo soy arqueologo). Y entre las cientos de vacas y tiernos terneros, habia dos mastodontes sementales uno marron y otro blanco.

Normalmente estos enormes animales los tenian encerrados en pequeños rediles aparte del resto del ganado, abriendoles de vez en cuando para que montaran a las vacas (suponemos). El caso es que avisamos al vaquero de que ibamos a entrar a trabajar y nos dijo que “no nos preocuparamos que habia encerrado al toro“.

Pero debe ser que al rato, habiendosele olvidado consciente o inconscientemente que en su finca habia arqueologos ademas de vacas, solto a uno de ellos donde estabamos trabajando. Imaginad el terrible susto al levantar la vista.

Cierto es que nunca le vimos en actitud violenta hacia nosotros, pero ver pasar cerca a un animal de 900 kilos como que…impone un poco.

 

4) ¿Te gustan los perros verdaderamente peligrosos?

Y no podia faltar entre la fauna salvaje y asilvestrada que nos encontramos casi a diario como arqueologos ejerciendo nuestra “bonita” profesion, los perros. Y los hay de todo tipo y colores y os podria aburrir con mil historias de perros simpaticos que vienen a saludarte o que te ladran sin motivo, pero no…lo que os quiero contar fue el momento que hemos pasado de estar mas cerca de ser devorados por un animal …¡Y no exagero!

Era en tierras del Jaen profundo, con sus olivares, en un caluroso, como no podia ser de otra manera, mes de Agosto. Tambien era en una prospeccion (pues…¡va a ser que lo de pasear por el campo tiene sus riesgos!) como ya digo entre campos roturados y la mayor parte de ellos de olivos centenarios, enormes, retorcidos…

Estabamos echandole el ojo a unas piedras de curiosa alineacion cuando en un momento, oimos como retumbaba el suelo y muy cerca, un numero indeterminado de perros gruñendo y ladrando…(creo que eran mastines). No teniamos muchas opciones, estabamos solos, lejos de cualquier camino, lejos de la furgoneta, solo armados con unos jalones y…Me prepare a sacrificarme por la causa arqueologica (Lourdes le tiene panico a los perros y en estos casos es un cero a la izquierda). Le propuse a Lourdes que se subiera a un olivo y mirase en el gps las coordenadas en donde nos hallabamos para ir llamando a la guardia civil para que pudieran encontrar nuestros cuerpos, mientras que yo me disponia a sacrificar uno de mis brazos que era la parte que mas prescindible me parecia de mi cuerpo.

No les veiamos aun, pero podiamos oirles perfectamente…incluso la respiracion y como chascaban los dientes con sus enormes dentaduras (¿habeis oido alguna vez algo así??, ¡¡class!!, ¡¡class!!). Blandi mi jalon para arrear mi mas duro golpe arqueologico en el momento en que viera algun perro atacador, cuando por fin les vimos.

Me temblaban las piernas, todo lo demas habia desaparecido, de repente me dije…¿aun no han atacado? Y fue cuando vi, que dos hileras de olivos mas alla, habia una valla metalica y que detras de ella, afortunadamente, estaban estos dos perros enormes, violentos, ladrando como locos, como poseidos.

Despues de aquello, no seguimos prospectando. Cuando conseguimos tranquilizarnos lo suficiente, nos largamos de alli a tomar unas cervezas, que es como se curan todas estos malos tragos.

Por supuesto, volvimos y acabamos el trabajo al dia siguiente.

En fin, que estos son los pequeños detalles de tu profesión que tu madre no debe saber, …y mucho menos el técnico de seguridad y salud (espero que no lea este artículo porque si no el año que viene nos van a querer subir la cuota) ;)

 


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