La salud de cualquiera de nosotros tal vez pueda medirse en kilos, unos cuantos en el caso de ser ésta indestructible. La salud es algo que se tiene o no se tiene así que, dando por hecho que no es del todo inherente a las personas ¿quién sabe?, tal vez pueda tasarse. Quizás esa cantidad pueda establecerse restándole a un cuerpo sano el peso del mismo cuerpo enfermo. O, al contrario, acaso haya que sumarle a una alicaída tara inicial toda la necesaria para conseguir que recupere la energía perdida.
Total, 4 gramos a los que sumaré, además, el peso de unos litros de zumo de naranja natural, unas cucharadas de miel, leche, sopitas calientes y, cómo no, el de la ropa de cama.