ni lo intento.
Tú me enseñaste a dar los primeros pasos
por la vida,me animaste a entender este mundo
de tinieblas,
me obligaste a indagar las preguntas
imposibles,
me ayudaste a esperar las respuestas
que no llegan,
me invitaste a mirar, a los ojos,
a las personas,
me dejaste recorrer los espacios
infinitos del planeta...
Contigo aprendí a valorar
los detalles más insignificantes de la vida...Pude escuchar las conversaciones
de los árboles en el bosque,y enterarme de los secretos,
que compartían con el viento
cuando pasa entre ellos,
pude mirar a la luna, en la noche,
y sentir su abrazo de día a través de los sueños,
pude viajar con los libros
y convertirme en un héroe de novela
y en un don Quijote sin Dulcinea,
pude buscar los latidos
de un corazón que palpitaba
y encontrar el volcán que causaba su anarquía,
pude beber el néctar de unos labios de plata
y saborear la miel que me ofrecían,
pude remar por mares muy bravíos
y hasta llegar al puerto de la aldea,
pude nadar por aguas turbulentas
y deslizar mi cuerpo por los lagos,
pude subir a montes y montañas
para abrazar la nieve de sus riscos
y disfrutar la vista,
siguiendo a los venados,
pude fundirme en música celeste
y hasta bailar, desnudo, por sus notas
mientras dejaba volar los sueños
y me dormía en la cola de un cometa...
"...Por todo esto y mucho más,
que no te digo y que recuerdo,"no quiero olvidarte,
y en realidad es que no puedo
ni lo intento"
¡Poesía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/12/19