Alexis veía como su papa se alejaba mientras su vista se iba a negro como si estuviera a punto de desmayarse pero de pronto todo desapareció y se sintieron más liviano. Les llamo la atención este cambio abrupto de aire y atmósfera y cuando llegaban al séptimo piso, ven a un anciano que está entre la escalera y los alumnos de séptimo año. La postura del anciano era normal y solo los observaba. Alexis ve que su papa se detiene frente al anciano que, con una voz suave, le dice.
– Tanto tiempo René, debieras visitarme más a menudo. –Su padre le hace una reverencia y le contesta.
– Maestro disculpe, he estado muy ocupado pero le aseguro que lo visitare mientras pueda. –Alexis ve que los ojos del anciano se fijan sobre su persona y luego viran a su padre para luego decir.
– Con que él es tu hijo menor, se nota que tiene potencial al igual que su hermano mayor. –Alexis ve a su padre sonreír para después decirle al anciano.
– Sí creo que está en lo correcto maestro. –El anciano además dice.
– Veo que también tu hijo sabe elegir a sus amigos, creo que me siento ansioso por tenerlos como estudiantes… René es mejor que sigas por el bien de estos chicos. Después tendremos tiempo de hablar. –René hace una reverencia y luego le dice a los chicos que lo sigan. Comienzan a subir las escaleras nuevamente subiendo al octavo piso y mientras suben, Alexis ve al anciano que se despedía simpáticamente de ellos. Después aprovecha de preguntar sobre el anciano a lo que su padre le contesta.
– Es uno de los profesores que te tocaran en sexto año, ya luego lo conocerás, bueno en 5 años más. –Abraham pregunta.
– ¿Que fue eso tan pesado que sentimos, de pronto todo mi cuerpo pesaba muchísimo y de la nada esa sensación desapareció? –René contesta.
– Es la presencia que tienen los estudiantes en ese nivel. Si no tienes la suficiente habilidad no puedes subir al séptimo piso ni aunque tengas el derecho de hacerlo. El maestro se interpuso y los protegió de esa atmósfera que se les hizo pesada.
– ¿O sea en el octavo piso sentiremos algo aún más pesado? –Pregunto un asustado Abraham a lo que René padre rie de buena gana para después responder.
– Para nada Abraham, en el octavo piso todo es más normal. En Rosswood los años más difíciles son el quinto año, el séptimo y el octavo. Bueno el octavo es el más difícil por los cursos finales y su graduación. –Cuando el grupo llego al octavo piso, vieron que este poseía un gran techo de cristal circular. De inmediato una brisa atravesó a Alexis y compañía sintiendo una paz inmensa, no había nada extraño solo una atmósfera limpia, sincera, llena de paz que era todo lo contrario a la atmósfera asfixiante del piso anterior. Los estudiantes de ese piso estaban vestidos con un uniforme de negro con detalles plateados con capa blanca. Su vestimenta les daba un tono de tranquilidad que daba respeto y admiración. El grupo camino por el pasillo principal hasta doblar a otro pasillo que era muy distinto ya que las paredes como el piso eran de madera, además, en las paredes habían muchos escudos tallados en la pared y al fondo un par de puertas de madera que estaba cerrada. René les explica que cada signo es de las familias que han estado o estudiado en Rosswood. René busco en uno de los tantos signos que habían en la pared hasta que elige uno que estaba en la mediana pared y lo indica con su dedo índice y dice.
– Aquí está el escudo de nuestra familia, Alexis –El chico se acerca a ver y le llama la atención y le pregunta.
– Pero este no es el escudo de los “Astorga”. Es distinto al que yo tenía conocimientos. –El escudo que Alexis veía tenía una forma Blasón con márgenes azules, en la zona inferior hay dos lambrequines que sostienen una “A” dorada en cuya punta le salen muchas ramas hacia arriba y los costados finalizando a los pies y tocando las letras doradas que forman “Astorga” todo con fondo blanco. De por si distaba mucho al escudo de Armas de Astorga y su padre, al darse cuenta de ello le explica.
– El escudo que conoces es el universal pero el que vez es de nuestra familia y es el que usamos para distinguirnos de otra familia con el mismo apellido. Mira también está el Escudo de Armas de la familia de tu mama. –Alexis ve el escudo de la familia de su mama que era forma Blasón con márgenes verdes, con una torre gris de piedra en su centro y dos espadas que se entrecruzan entre si y se superponen encima de la torre. De fondo hay como una gran montaña dibujada. Mientras ve el escudo su padre le dice al grupo.
– Los he traído aquí para que conozcan este cuarto. Amy tú que eres la primera de tu familia en entrar si te gradúas podrás hacer tu propio escudo y después tus hijos cuando entren tú les podrás mostrar este pasillo como también este cuarto. –Después de haber dicho eso, René padre presiona el escudo de su familia y las puertas al final del pasillo se abren dejando pasar una luz dorada tenue. Luego les pide que pasen, los chicos lo hacen sin titubear y se encuentran con un gran salón con copas, medallas y pergaminos todos protegidos por vidrios. En el techo estaban los 4 escudos de las 4 alianzas. Alexis vio que al fondo del salón había una tabla dorada con varias placas que ocupada la pared completa de largo como de alto. Escucha la voz de su padre que le dice.
– Esa es la tabla de los alumnos más importantes que han estado en Rosswood. Lamentablemente no solo por cosas buenas sino también malas como todo en la vida. Rosswood nunca olvida lo que la oscuridad puede hacer en las personas. –Luego ve a los chicos y les dice que puedes ir a ver todo el salón. Alexis iba a ir cuando su padre lo llama por su nombre y el chico se detiene y ve a su padre quien le dice.
– Alexis acompáñame. –El chico ve a su padre caminar hacia donde está la tabla dorada, él lo sigue y mientras van hacia ese lugar, su padre le dice. –Sé que te separe de tus amigos que tenias en casa, sé también que llegaste a Rosswood en contra de tus deseos. –Alexis iba a interrumpirlo pero su padre adelantándose a ello le dice con la mano que espere para luego decir. –Yo algún día estaré aquí, en esta tabla dorada, como lo está tu abuelo y tu abuela o sea mis padres quienes murieron dando su vida para que tú vivieras.
– ¿Cómo que dieron su vida para que yo viviera? –Su padre sonríe y después le dice.
– Es un decir hijo mío. Tus abuelos lucharon por proteger la paz de este mundo. Sin ellos y sin su sacrificio no sé en qué tiempos estaríamos ahora. En fin, Alexis yo no te envié a Rosswood solo por protegerte. –Alexis puede mirar que los ojos de su padre eran tan cristalinos como el agua, nunca había visto tanta sinceridad como en la mirada de su papa quien le decía. –Te envié a este lugar porque quiero que aprendas lo que yo aprendí, quiero que llegues a superarme no solo como Magín o Mago sino también como persona. Quiero que aprendas a valorar tu vida como la de los demás, que aprendas valores que en un mundo numano no podrás aprender. Que aprendas de Ludendorff quien es una gran persona, de tu tía que es la más poderosa. Que vivas como yo viví en este lugar, como tus ancestros alguna vez vivieron aquí. No es solo una tradición familiar estudiar en Rosswood, es una aventura, una gran aventura que la vida te puede dar. –Alexis se sentía en ese momento a solas con su papa mientras sus amigos, salvo una, disfrutaban del lugar, en eso escucha la voz sincera de su papa que seguía hablando. –Rosswood no es solo un lugar para aprender, es tu casa, es tu segundo hogar. Eres un privilegiado de la vida, lo sé porque cuando te tome por primera vez en brazos supe que ibas a llegar tan lejos… –En eso son interrumpidos por Francis quien dice.
– ¿Y ustedes que hacen aquí? –René al ver a su hermana se corta y Alexis y compañía ven a Francis que se acerca a ellos diciendo.
– Yo buscándolos y ustedes aquí. ¿Hermanito no te dije que no podías llevarlos aquí, todavía? –Alexis veía que su padre se había puesto algo pálido pero recobra color diciendo.
– Lo siento pero pensé que era la oportunidad de llevarlos. –Francis suspira diciendo y en eso Miriya pregunta por el estado de Dulce a lo que la tía de Alexis contesta.
– Esta plácidamente durmiendo, pueden ir a verla pero no la despierten.
– ¿Chicos vamos a verla? –Pregunto Amy a lo que Miriya dijo que si y lo mismo Abraham. Alexis, en tanto, mira a su padre y este le dice que vaya con ellos, su hijo sonríe y se va con los chicos que eran esperados por el hermano mayor de Alexis. Francis miraba con atención como los chicos se iban con René hijo y luego ve a su hermano y le dice.
– Si no llego antes, tú le dices todo ¿no? –René se enseria y le dice.
– Lo iba hacer, mi hijo debe saberlo. –Francis le contesta.
– Lo sé, pero creo que aún no es el momento.
– ¿Decirle que lleva el nombre de uno de sus grandes ancestros? –Francis lo mira y le dice.
– Tú sabes más que nadie que no es cualquier ancestro. –Luego ve hacia donde se fue Alexis mientras su hermano dice.
– También fue uno de los directores más importantes en Rosswood. –Pero Francis le dice.
– No solo lleva su nombre, además tiene un gran parecido con él pero…
– No hace falta que lo digas, lo sé muy bien. –Decía un René algo triste. Francis, en tanto, le dice.
– Si mi sobrino supiera esto, todos nuestros esfuerzos en que se recupere serian en vano, aún no es el momento de que lo sepa.
– Tú sabes que no tengo mucho tiempo. –Francis ante las palabras de su hermano se entristece diciendo.
– Lo sé… Tus chicos van a sufrir mucho. –René muy serio y con su mirada fija hacia el lugar de salida del salón le dice.
– Es por el bien de ellos y de nuestra familia. –Francis agacha su cabeza y una lágrima se escapa de sus ojos para luego decir.
– Te extrañare. –Ambos hermanos se dan vuelta para ver la tabla dorada y un nombre conocido para ellos estaba latente en lo más alto que decía “Alexis Astorga” y abajo decía “Director honorable de Rosswood” y debajo de eso había otro nombre que Francis miraba fija e intensamente.
Las noches en el desierto de Atacama se conocen por ser heladas, todo lo contrario al día. Eran las 23 horas cuando Susana, descansaba en su cama, todavía no se había puesto el pijama. Sus pensamientos estaban inundados en ese futuro que estaba muy cerca de llegar. Esa gran batalla que se avecina, la tenía preocupada, sin poder cerrar los ojos. Quizás, pensaba ella, serían sus últimos días de vida pero luego decía.
– Tonta, si Alexis te escuchara, te diría que eres una cobarde. –Susana se ríe sola postrada en su cama pero después se pone seria, se mueve hacia la derecha y mira hacia la pared, tomando una postura fetal.
– Alexis tengo miedo, tengo miedo a morir. –En eso cierra los ojos y su mente retrocede a esos tiempos cuando estaba en IPECMS batallando junto a Alexis y compañía, en especial recordaba uno de los tantos descansos después de un día de batalla veía desde su lugar a Alexis vigilando en las afueras del casino, se pone de pie y camina hacia él. Mientras caminaba escuchaba a lo lejos susurros o lamentos y más de algún ronquido. Abre la puerta y ve a Alexis mirando hacia el cuarto piso que estaba semi destruido. Se coloca a su lado y escucha la voz del chico que le dice.
– Debieras descansar, mañana es posible que nos ataquen de nuevo. –La chica le dice mientras se acerca a su lado.
– Serán ataques esporádicos pero de menor número tal como hoy. –Alexis la mira y Susana se ruboriza al ver esa mirada radiante mientras escucha.
– Lo sé pero esos ataques nos están debilitando.
– Pero hemos salido victoriosos. –Susana sonríe y hace sonreír también a Alexis.
– ¿Te preocupa algo? –Pregunto la chica a lo que Alexis la mira como sorprendido.
– Nada solo estaba pensando… cosas. –Susana intenta hacer que su amigo le cuente que cosas pero Alexis no accede, solo mira hacia el cielo entonces Susana al ver que no había conversación, intenta pensar algo hasta que recuerda algo y se lo dice.
– ¿Alexis por qué nunca participaste en el grupo de kendo? Si hubieras participado nuestro Instituto seria uno de los mejores del país. –Alexis suspira y luego contesta.
– Nunca me intereso entrar, no me gusta competir en esos torneos. –Susana le responde de inmediato.
– No te creo Alexis, no te creo sencillamente porque cada batalla que sostienes se ve que la disfrutas. Realmente ahora que lo recuerdo me contaron que ni siquiera participabas en el curso y que eras de muy pocos amigos.
– ¿Cómo sabes esas cosas de mí? –Pregunto un sorprendido Alexis a lo que Susana contesta.
– Compañeros tuyos que por tu actitud de ahora, social, comunicativo dicen que te desconocen, digo, eras súper retraído pero ahora no lo eres tanto, ere… –De pronto Alexis la interrumpe de manera suave y le pregunta.
– Está bien Susana, ¿De verdad quieres saberlo? –Susana sonríe diciendo que si y Alexis la miraba un poco extraño pero después le contesta.
– Simplemente me distanciaba de la gente a propósito.
– ¿Cómo que a propósito, por qué? –Pregunto una extrañada Susana y Alexis le contesta.
– Porque temía hacerles daño sin que yo lo quisiera. –Susana ve que Alexis se vuelve triste y sin que ella lo presionara este comienza a contar. –Cuando tenía 9 años, mis padres me presentaron a una persona, esa persona tenía un aspecto sombrío y aunque era de voz amistosa, su sola presencia me daba mucho miedo y cuando me saludo, algo en mi despertó, algo creado por el miedo que sentía y sin ni siquiera tocarlo le hice daño. Mis padres se asustaron y esa persona también. Yo, yo no recuerdo más de ese día pero desde ahí no quise tener amigos o tener personas cerca a mi lado y solo para que no volviera a suceder, para no hacer más daño. Por eso me volví solitario y buscaba personas que aceptarán mi soledad y no quisieran invadir mi mundo.
– Pero lo superaste Alexis, te has vuelto amistoso.
– ¡Lo hice porque debo Susana, soy el líder aquí! –Dijo Alexis dejando a Susana muy sorprendida. Luego se da cuenta y baja la mirada pidiendo disculpas pero la chica le dice con la mano que no se preocupara y luego dice.
– Te volviste solitario por miedo a lastimar a los demás pero mira ahora, muchos de aquí han sido salvados por ti.
– Puede que tengas razón. –Susana apoya sus palabras diciendo.
– Creo que lo único bueno de esta batalla es que te cambio aunque igual no sé de donde sacas esa valentía para pelear. –Alexis la mira y le contesta.
– No es valentía, es una forma de expulsar el miedo que tengo. –Susana le pregunta.
– ¿Cómo eso de expulsar el miedo que tienes? –Alexis le contesta.
– Es una forma de convertir el miedo en algo bueno. No sé cómo lo hago pero expulso mi miedo para pelear mejor y mi concentración aumenta con cada batalla. Creo que es la única forma de no perecer. Convertir el miedo en energía y expulsarlo con cada movimiento que hagas. –Susana abre los ojos y ve la pared del techo de su habitación y solo atina a decir.
– Convertir el miedo en energía… Gracias Alexis, ahora sé cómo sobrevivir. –En eso suena una melodía muy conocida en los 80, de una película que trataba sobre un boxeador. Susana toma su celular del cual sonaba con esa melodía, contesta diciendo.
– Alo, buenas noches. –El rostro de Susana sonríe al escuchar la voz, diciendo.
– Me sorprende que me llame a esta hora, ¿Hay noticias? –La respuesta que Susana recibió hizo que su sonrisa diera a lugar a un asombro y luego a una preocupación que hace decirle.
– Gracias por avisarme, si, si, no se preocupe se lo diré de inmediato. Adiós. –Después de eso hace unas llamadas y espera a que contesten mientras se levanta de la cama y camina hacia la ventana más cercana y luego dice…
– Aló buenas noches, me podría comunicar urgentemente con Alexis Astorga, por favor.
En tanto en Rosswood, Dulce dormía plácidamente en una de las camas de la enfermería, dormía de costado en dirección a la mesita de noche, hasta que algo la hace despertarse, abre sus ojos y ve dicha mesita de noche, la lámpara apagada, un vaso de agua, un frasco de medicinas y algo más que le llama la atención. Una hoja de papel doblada. Extrañada por el papel saca su brazo debajo de las sabanas y toma el papel, luego se coloca de espalda en la cama y lo abre con sus manos y ve que hay algo escrito. Mira para ambos lados por si había alguien despierto o cerca de ahí y al no ver a nadie, se centra en lo que dice el papel. Su rostro de extrañeza que tenía por el misterioso papel cambiaba a medida que lo leía hasta terminar con una dulce sonrisa. Luego cierra los ojos con una sonrisa dibujada en su rostro y el papel en la mano cercano a su pecho.
Capítulo 29
“La final de la Copa de la Amistad”
Academia Rosswood. Sábado 7 de Abril. Año 1 de la Nueva Era.
Llego el día tan esperado para Alexis, la final del torneo de novatos estaba solo a horas de comenzar. En el desayuno sus amigos lo notaron pálido y Amy le pregunta si se siente bien a lo que Alexis contesta.
– Estoy bien, tranquilo es pan comido. Ya lo van a ver, será en un dos por tres. –Alexis miraba la taza con leche con chocolate pero no podía tomarla ya que su mano, que ocultaba bajo las mantas de la mesa no paraba de temblar.
– “Demonios para de temblar por favor” –Mentalmente suplicaba Alexis a su temblorosa mano izquierda, en eso, escucha la voz de su amigo Abraham.
– ¿Alexis no tienes hambre? –El chico miraba a Abraham y con una voz un poco nerviosa le contesta.
– Un, un, poco. –En eso llega Dulce. Había pasado solo un día desde que fue dada de alta. Totalmente recuperada y feliz se sienta en la mesa y todos la reciben con cierta efusividad. Alexis ve que estaba radiante, feliz, como si la sonrisa que tenía no se la podía quitar nadie. Y mientras la ve saludando a las chicas y a Abraham trata de tranquilizarse pero…
– ¿Para qué tratas de esconder tu nerviosismo Alexis? –Alexis salta con la pregunta de su amiga Dulce y con mirada intensa le pregunta.
– ¿Recién llegando y ya estas molestando? –La chica solo sonríe para después tomar una tostada de una de tantas del plato central, luego lo mira mientras come y después de un rato, le dice.
– Desde la entrada se nota esa mano de gelatina que tienes. No sé por qué ocultas que estas nervioso, si eso es normal. –Alexis se ofusca, saca su mano que ya no estaba temblando luego toma su taza de leche y le dice a su amiga.
– Vez no estoy para nada nervioso. –Pero en eso su mano vuelve a temblar salpicando de leche la mesa y Alexis tomando la taza con la otra mano. Al presenciar tal vergonzosa escena, Amy le dice.
– ¡Vaya! Si que estas nervioso Alexis. –Este baja la mirada y admite lo que ya era obvio. Dulce suspira y dice.
– No puedo ir a ver el partido, la enfermera me dijo que puedo decaer si me emociono y si pierdes me emocionare mucho de la risa así que me quedare en el castillo. –Alexis le agradecía su gran “animo” pero Abraham que estaba a su lado lo abraza por el cuello y le dice.
– Amigo te ira muy bien, muchos Vanscint creen que serás el campeón. Confía en ti lo harás muy bien. –Alexis sintió como un peso enorme caía sobre sus hombros y mucho más lo sintió cuando entro a la cancha, vestido con un buzo azul hacia la cancha donde iba a ser la final del Torneo. Se sentía nervioso, ansioso y más al ver que la cancha era oficialmente una cancha de Aurinnis por lo que, debido a que era el doble de una cancha de tenis normal, su condición física sería fundamental en su victoria pero el nerviosismo era tal que le dio una que otra molestia.
– Demonios, no me había sentido así desde mi primera batalla. –En eso sale su adversario, vestido con un buzo azul con franjas blancas, llevaba un bolso muy particular donde llevaba sus aura raquetas, el tipo pareciera ser de unos 15 o 16 años, de cabello rubio, de cuerpo bien maceteado, a diferencia de Alexis, que entro muy tímido, este saludaba a su público de manera no tan efusiva pero que transmitía mucha energía positiva. Alexis escucha por los parlantes el nombre de su adversario que se llamaba Franco Aurelio Bernal y que es de sexto año. – ¿Sexto año? – Se preguntó, mientras se sacaba el buzo. – Pero si este es un torneo para novatos, ¿Cómo puede haber uno de sexto? –Luego de sacarse el buzo y de hacerse tanta preguntas, se pone de pie, saca su aura raqueta de su bolso y camina hacia la cancha. Al mismo tiempo, Franco también lo hace y su caminar era tranquilo pero a paso lento. Ambos chicos precalientan un poco jugando suavemente, limitándose solo a golpear la pelota y mover de un lado a otro sin dirigirse miradas o alguna palabra. Alexis vestía una camiseta de color blanca y short azules. Franco viste los mismos colores pero al revés, camiseta azul y short blancos. Luego de unos minutos, son llamados por el juez de silla y se acercan lentamente a la malla. Las miradas de ambos participantes chocan de inmediato. La de Franco inundada de una tranquilidad absoluta mientras que la de Alexis era de profundos nervios. Cuando estaban cerca del juez de silla, este les dice.
– Este es un partido Oficial de Aurinnis por la final de la Copa de la Amistad. Los participantes son: Por parte de Vanscint, Alexis Astorga de primer año y por parte de Alinsef, Franco Bernal de sexto año. Este partido es a 5 esferas y ya que ambos jugadores dominan el Aurinnis en su totalidad, este partido será con aura raquetas y en cancha oficial. Ahora a elegir quien hace el primer saque.
– Juez, yo solicito que sea mi adversario quien haga el primer saque. –Dijo imprevistamente Franco, tomando por sorpresa al juez y al mismo Alexis cuyo nerviosismo desaparece en segundo, y se pone serio. Franco se extraña diciendo. –No es por subestimarte querido amigo pero quiero que tú comiences primero a sacar si es que no te molesta. –Alexis lo mira intensamente como si quisiera leer su mente pero Franco se mantenía sereno hasta que Alexis dijo.
– Haz lo que quieras igual te ganare. –Sin más que decir le da la espalda y regresa a su lugar dejando a Franco y al Juez solos. Al ver esto el juez decide volver también a su lugar y Franco se pone serio y vuelve a su lugar. Rato después, y luego de un intenso; y por lo demás, tenso precalentamiento, el árbitro da la señal que comience el partido. Alexis toma el lado derecho para hacer el primer servicio, mientras piensa. – ¿Te crees muy hábil? –Se coloca en posición del saque y dice, segundos antes de hacer dicho saque. –Entonces demuéstralo. –El servicio que ejecuta es de tal potencia que el público lanza un “OH” que se escucha por todo el recinto pero Franco muy atento, se mantenía tranquilo esperando que la pelota pasara hacia su lado de la cancha y diera los dos botes reglamentarios para poder pegarle. La pelota pasa a gran velocidad la malla y da el primer bote, con ello, la pelota comienza a girar sobre su eje y esto a Franco lo sorprende y cambia su posición, esperando el segundo bote y final. Cuando la pelota da el segundo bote imprevistamente cambia de dirección y hace que Franco mueva su cuerpo pero…
– 5 ventaja Alexis. –El público ovaciona dicho punto. Franco no pudo alcanzar la pelota quedando varado viendo la pelota en la zona de fondo, estaba sorprendido ya que el segundo bote y el cambio de dirección fue muy rápido es como si el mismo giro hubiera impulsado la pelota a una dirección incierta pero esto en vez de tomárselo con seriedad, lo toma con alegría y eso es lo que le muestra a Alexis quien al ver tal sonrisa, se molesta aún más. Harto seguido se presta a hacer el segundo saque, ve a Franco que lo esperaba pacientemente, Alexis solo sonríe para después decir.
– Lo voy a intentar. –Alexis lanza la pelota hacia arriba pero dándole un giro en su eje y luego salta, colocando hacia atrás su brazo izquierdo donde tenía tomada su aura raqueta y luego le pega a la pelota con fuerza. Franco ve como la pelota toma gran velocidad espera que dé el primer bote nuevamente y luego el segundo pero extrañamente esta se queda ensartada en el piso dando giros entre si hasta que Franco ve como la pelota sale directo hacia su rostro. Magistralmente este corre su rostro dejando que la pelota pase de largo.
– 1 punto, ventaja Alexis. –El público nuevamente ovaciona a Alexis, en especial en la tribuna del recinto donde su tía Francis, acompañada de los padres de Alexis, vitoreaba a su sobrino diciendo.
– Que muñeca tienes Alexis. –René padre le dice.
– No puedo creer que haga saques con tanto efecto y con mucha fuerza.
– Ni yo tampoco, y eso que solo lleva meses en el Aurinnis, no puedo creer el avance que ha tenido en tan poco tiempo.
– Que lastima que mi hijo mayor le toco ser guardián de la Copa Wingpis en la final del torneo. –En eso se escucha una voz conocida para ellos que dice.
– Tu hijo mayor hará un buen papel de guardián tal cual como tu hijo menor tiene una muñeca excelente y es rápido con la aura raqueta. –Quien hablaba era el propio director de Rosswood, Aldebarán Ludendorff quien había llegado a ellos para sentarse al lado de Francis.
– Tu sobrino tiene la capacidad de hacer girar la pelota solo usando la aura malla de la aura raqueta, no sé cómo lo hace pero con velocidad le agrega un efecto y velocidad al golpear.
– Debe ser muy rápido para hacer uso de la malla y darle efecto a la pelota. –Decía René a lo que Ludendorff agrega.
– Y pensar que hace dos semanas descubrió como hacerlo. –René se sorprendió por lo que el director dijo pero también veía a su hijo luchar por otro punto y como este hacía correr a Franco de un lado a otro pero le llamo la atención que el adversario de su hijo menor a pesar de estar corriendo de un lado a otro no había signos de estar agitado.
– ¿Aldebarán y como es este chico Franco contra quien juega mi hijo? –Aldebarán no se había fijado mucho en el adversario pero al verlo con más atención le dice.
– No tengo mayor información de él, solo sé que este año se decidió en participar siendo que tenía aptitudes desde hace tiempo. Es raro pero sus partidos han sido bien aburridos salvo el de la semifinal donde le gano a Gustav en las últimas 3 esferas.
– ¿últimas 3 esferas? –Pregunto Francis a lo que el director le contesta que sí. Con esa respuesta Francis saca un folleto y ve lo que dice y le llama la atención algo en especial y lo hace saber. –Este chico siempre pierde la primera esfera o la segunda, en el caso de la semifinal y la mayoría sin haber logrado un punto pero después gana las esferas restantes con mucha comodidad aunque sus partidos son los más largos del torneo. Uhm, esto no me gusta nada.
– ¿Qué quieres decir hermana? –Pregunto René a lo que Francis en forma seria le contesta.
– Que Alexis tiene que tener mucho cuidado con Franco sino perderá este partido. –René ve a su hijo que ya había ganado 4 puntos, quedando solo 3 para ganar la primera de 5 esferas. Para muchos, pensó, esto sería una victoria fácil pero con lo que ahora sabe, podría ser la peor derrota para su hijo. Alexis, en tanto, comenzaba a sospechar que había algo raro ya que estaba ganando muy fácil los puntos y como que no le gustaba mucho esto y mientras Franco se prestaba a hacer su servicio, Alexis pensaba.
– No me estás haciendo las cosas difíciles, si estuviéramos en primera ronda no me extrañaría pero, esto es una final y las finales no son fáciles. –En eso Franco hace su servicio, el cual, es medianamente cómodo para devolver para Alexis que al hacerlo piensa…
– ¿Estás jugando seriamente o te estás burlando de mí? –Devuelve el saque directamente hacia Franco que se prepara para contrarrestarlo pero al hacerlo siente algo que le llama la atención.
– ¿Qué? ¿Pelota pesada? –Franco tuvo que hacer más fuerza para devolver la pelota y con agilidad pudo hacerlo pero…– ¿En qué momento le dio efecto a la pelota? –En tanto Alexis devuelve la pelota sin ni un problema pero hacia el lado contrario. Franco corre para alcanzar la pelota llegando justo para devolverla pero su tiro sale muy alto para finalmente caer fuera de los límites establecidos de la cancha, otorgándole así un punto más para Alexis, faltando dos para ganar una esfera. Desde la tribuna Francis se reía suavemente para después decir.
– Mi tonto sobrino cree que Franco lo está subestimando por eso está cometiendo el error de mostrar muy rápido sus técnicas y tácticas.
– ¿Pero es obvio que lo haga o no? –Pregunto René a lo que Francis muy seria contesta.
– No cuando tu adversario te está estudiando.
CONTINUARÁ…
El Capítulo 29 “La Final de la Copa de la Amistad” continuará en la semana del 11 de julio del 2016.
Dejen sus comentarios y sugerencias. Esto sera de gran ayuda para mejorar el blog. No sean tímidos. Espero les guste la lectura escrita por mi. Sigan leyendo e invitando a quienes les guste una buena lectura.
Derechos de propiedad de obra literaria reservados.
Crónicas del Magín Milenario episodio 1 (c)
2014
No copiar ni distribuir por favor.