Nuestro hijo Javier, de 7 años, ha realizado terapia visual, terapia de movimientos rítmicos y reeducación auditiva (en Visualandalus, Andújar-Jaén).
Los cambios experimentados han sido muy importantes. Antes de la terapia, era un niño muy tímido, con gran frialdad afectiva, tics nerviosos y un gran cansancio permanente.
Despues de la terapia (8 meses) ha mejorado considerablemente su efectividad (mucho más cariñoso y amable), es mucho más abierto y comunicativo, el cansancio permanente ha desaparecido y han disminuido (prácticamente al 90%) los tics nerviosos faciales.
Anónimo